Capítulo 21

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Al día siguiente la policía cerró el colegio para empezar la búsqueda.

- Bien, no andará lejos, si se perdió en el recreo buscaremos por aquí.
- Entendido.

Todos se pusieron a buscarle, y tras horas sin resultados, la policía decidió sacar al animal.

- Estos perros los utilizamos para rastrear con el olfato, ¿tienen algo de él, una camiseta, un peluche...

Morena miró su pulsera y se la quitó.

- ¡ME LA HIZO ÉL!
- Genial, tendrá sus huellas.

El perro lo olfateó y se acercó a Morena, a lo que ella se empezó a reír.

- ¡No perrito! ¡Mi hermano! ¡Jajajaja!
- Igual ya no tiene su huella, ¿alguien tiene algo suyo?
- ¡Los libros de la escuela!
- Suba, la esperamos.

Erea subió y agarró uno, nada más tenerlo bajó corriendo.

- Genial, démelo.

Obedeció, y la policía le dejó olfatear al perro que no tardó en ladrar.

- Lo tiene, seguidme.

Llegaron a la zona donde él había estado sentado ayer, pero el perro no llegó a más.

- Qué raro, mi hijo tiene que estar por aquí ¿no?...
- Igual el perro no lo olfatea porque fue secuestrado aquí, y una vez no tocar suelo ya no lo huele.
- Oh, pero... ¿entonces?...
- Vamos a rastrear el recreo entero, el perro va a ir olfateando cada esquina y quién sabe, igual lo encuentra.
- Entendido.

Al no encontrarlo, decidieron parar a comer mientras el perro jugaba por allí hasta que... sin ladrar, fue olfateando el arbusto de zarzas sin que nadie se enterase. Al meter el hocico notó unas manos pequeñas.

- Jeje, perrito...

Sacando el hocico de aquel arbusto grande, no tardó en empezar a ladrar fuertemente a lo que ellos llegaron corriendo.

- ¿¡ESTÁ AHÍ!?

Seguía ladrando y saltando. La policía apartó a todos y cortó el arbusto, donde lo pudo ver sin ropa y muy herido por los pinchos del arbusto. Sin esperar ni un segundo, lo agarró cuidadosamente mientras sangraba por todas partes, cosa que le dolió muchísimo al verlo así, sobretodo a su familia y a su madre cuando lo agarró en brazos, que empezó a llorar.

- Mi niño...

Muy muy muy bajo, susurrando, empezó a decir mientras cortaba para respirar...

- Za za, za za za za za...

Así seguidamente, por lo que se extrañaron. La policía le dio una manta a Marie quien lo tapó cuidadosamente, estaba muy herido y tenía la lengua en medio de los dientes sin meterla en la boca en ningún momento.

- Za za za za za za...

Al tenerlo medio inconsciente en brazos, su madre le levantó la cabeza un poco muy lentamente.

- ¿Qué dices mi vida?...
- Ah...

Al oír su queja por levantarle la cabeza, volvió a bajársela lentamente mientras lo medio movía para que se tranquilizara.

- Tss... Tranquilo pequeñín...
- Ha sangrado mucho, lo ha encharcado de sangre todo el arbusto... Pobre niño, esto seguro que ha sido acoso escolar...
- ¡NOSOTROS SABEMOS QUIÉNES PUEDEN HABER SIDO!
- ¿¡EN SERIO!? Decidme.
- Zagrock, Netor, Mard y Yos le odian.
- Zagrock ¿eh?
- ¡POR ESO DICE "Za"!
- Seguramente, muy bien niños, ¿Erea?
- ¿Sí agente?
- Quiero saber quiénes son esos cuatro porque se van a llevar una denuncia enorme, y si el niño fallece por haber estado ahí metido, irán a un centro de menores hasta los dieciocho años.
- ¿¡CÓMO QUE MORIR!?
- Hermanito, ¡NO NOS DEJES!
- Za za za za...
- Qué chiquitito eres peque...
- Y qué mofletes.
- ¡Jajajajajajaja!
- El niño tendrá que estar en el hospital hasta que se cure familia, está medio inconsciente y parece que tiene frío.

Marie le puso la mano en la frente.

- Y fiebre, tss... Tranquilo mi vida...

Mientras llegaba la ambulancia, lo acostaron en la camilla de la enfermería del colegio y lo taparon mientras Marie le acariciaba tapado. Seguía diciendo esas iniciales del nombre de su abusador, por lo que le dio mucha más pena. Una vez en el hospital, la doctora informó...

- El niño está en coma, grave...

Sin esperar ni un segundo al no poder aguantarlo, Morena rompió a llorar a lo que todos la intentaron consolar mientras la policía hablaba con la doctora.

- Examinaremos el lugar y vendré a ver al niño a menudo.
- Entendido, como quiera.
- Voy a hablar con esos cuatro muy seriamente.

El niño de mi clase - Han SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora