El niño de mi clase - Han Solo

Capítulo 6

Al acabar las clases, Han se quedó a hablar con la profesora mientras sus amigos le esperaban fuera.

- Han, pequeño, tranquilízate, ¿qué pasa?
- ¿He suspendido?...
- ¡Pero si todavía no he empezado a corregir! ¡lo acabáis de hacer!
- ¿Puede decírmelo?...

Al verle muy angustiado, sonrió y...

- Que sepas que esto no me dejan hacerlo. Pero bueno, no quiero verte así, te lo corrijo. Ven.

Los dos se sentaron en la primera fila y le empezó a corregir el examen. Al sumar...

- Bueno, entonces te da...

Nada más ver el 2'5 decidió subírselo a un cinco para que se tranquilizara.

- ¡Un cinco!
- ¿¡HE APROBADO!?
- ¡Sí cielo!
- ¡EL PRIMER EXAMEN QUE APRUEBO!

Al oír eso la profesora se quedó sin habla y decidió preguntarle.

- ¿Qué notas sueles sacar?
- 0,6-1,03...
- Ah, pues...
- ¡GRACIAS PROFE! ¡LE PROMETO QUE VOY A APROBAR TODO! ¡ME VOY A ESFORZAR MUCHÍSIMO!
- ¡MUY BIEN HAN! ¡ASÍ ME GUSTA!

Emocionado, salió corriendo y cerró la puerta.

- Menos mal que no le he dicho nada... Bueno, es el primer examen, ya subirá. Encima me lo ha prometido.

Fuera de clase, un niño emocionado abrazó a su madre.

- ¡HE SACADO UN CINCO!
- ¡QUEREMOS NUEVES COMO TU HERMANA!
- Pero mami, es el primero que he aprobado...
- ¡NO ME VALE IMBÉCIL! ¡QUIERO SOBRESALIENTES NO NOTABLES!
- Mami...
- ¡NI MAMI NI LECHES! ¡PONTE A ESTUDIAR!

Enfadado y triste, cerró la puerta de su habitación.

- Criajo... ¿Y tú cariño?
- Oh, no nos han dado la nota,
- ¿¡QUÉ!?

Inmediatamente, llamó a la profesora.

- ¿Sí?
- ¡POR QUÉ LE HA DADO LA NOTA A MI HIJO!
- Señora, tranquilícese. Marie, ¿cierto?
- ¡SÍ! ¡HABLE!
- Porque estaba ilusionado Marie, tu hijo quiere mejorar y se nota mu
- ¡NO TIENE POR QUÉ APROBARLE POR LA CARA!
- ¿Qué? Se equivoca, su hijo
- Nunca ha aprobado ni un examen, ¿cree que me voy a creer que este sí?
- Pues su hijo es muy inteligente Marie, sobretodo es muy bueno y trabajador.
- Ñiñiñiñi... A ver, eso da igual, aquí lo importante es ser listo. Mire a su padre, notazas y es un traficante de primera. Y yo notazas con un trabajo fascinantemente fácil.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡EN QUÉ TRABAJA!?
- ¿Yo? Me encargo de que los niños NO IMBÉCILES como mi hijo, por ejemplo mi preciosa hija,
- Socorro...
- ¡More! Pues eso, que los inteligentes vayan a un colegio carísimo y vivan la vida que se merecen.
- ¿Se puede saber POR QUÉ DEMONIOS ACABA DE LLAMAR A SU HIJO TONTO!?
- Porque lo es, ¡no me diga! ¡nació dormido y cuando se despertó estaba temblando!
- SIGUE temblando.
- ESTÁ PERFECTAMENTE. Si estuviese temblando lo sabría.
- Mamá, Han tiembla y cada vez más.
- Por imbécil, no le veo otra razón.
- ¡IMBÉCIL TÚ! ¡DEJA A TU HIJO!
- ¿Sabe qué? NO VA A VOLVER A PISAR SU MALDITO COLEGIO.

Colgando, Morena se enfadó muchísimo.

- ¡HAN TIENE AMIGOS ALLÍ Y UN FUTURO POR DELANTE! ¡NO PUEDES QUITARLE LA ILUSIÓN DE SER NIÑO!
- ¡DESDE MAÑANA VA A TRABAJAR Y PUNTO! ¡YA BASTA DE NIÑERÍAS! More, cielo, vete a tu cuarto, yo me encargo de él.
- ¡NI HABLAR! ¡LE VAS A PEGAR! ¡QUE TE CONOZCO!
- ¿Yo? No mi vida, ÉL me pega y yo se la devuelvo.
- ¡ÉL NO TE HACE NADA!
- Vete a tu cuarto. AHORA.

Con miedo, Morena se fue a su cuarto y pudo oír los gritos y lloros de su hermano toda la noche.