El niño de mi clase - Han Solo

Capítulo 4

Al día siguiente, Han no fue al colegio por lo que Morena decidió aprovechar para pedir ayuda.

- ¡NIÑOS! ¡ATENTOS!
- Bien, eh... Quería deciros algo...
- ¡Dinos More!
- Ne... Necesito vuestra ayuda, por favor, esque... Han cada día está peor y quiero que le revise un médico pero... no tengo dinero y nadie aporta nada... Mamá y papá pasan de su salud y yo ya no sé qué hacer...
- ¿Por qué no ha venido?
- Está en casa, después de lo de ayer le dolía la cabeza...
- ¿Qué pasó ayer Morena?

Se quedó en blanco, era él, el chico de sus sueños, ese rubito con ojos azules tan perfecto como nadie.

- Eh... Pa... Papá y ma-mamá le regañaron por regalarme una pu-pu-pulsera hecha a mano...
- Yo también te quiero.

La clase entera se empezó a reír y Morena, rojísima, sonrió.

- A ver enamorados, cuidadín.
- ¡Leia! ¡jajajajajajajajaja!
- Ay... Vaya dos... Gracias Morena, ¿alguien quiere aportar al

Antes de acabar, todos se acercaron para ponerle el dinero en su mesa, cosa que no le pudo hacer más feliz.

- ¡GRACIAS GRACIAS GRACIAS!
- Pero queremos verle hoy ¿eh?
- ¡ENTENDIDO! ¡A LA TARDE VA A VENIR! ¡ME LO HA DICHO!

En el recreo, estuvieron los tres hablando y jugando. En una de las conversaciones...

- Leia, ¿y a ti quién te gusta?
- ¿A mí? Nadie, ¿por qué?
- ¿Segura? ¿Nadie de nadie?
- No, nadie de nadie.
- ¿Ni un niño de clase?
- No, nadie.
- ¿Ni un castaño con ojos marrones más bueno que ni sé?
- S... sí, na... nadie...
- ¡TE HEMOS PILLADO! ¡JAJAJAJAJA!
- ¡QUE NO! ¡HAN NO ME GUS
- ¡HERMANITA!

Sorpresa, era él, la abrazó por detrás y Morena le levantó.

- ¡HAN! ¿Qué tal hermanito?
- Mejor, ¡ya no me duele la cabeza!
- ¡SÍ! ¡QUÉ BIEN!
- ¡AMIGO!

Lo abrazó sin pensarlo, y tras soltarse, Leia lo miró, no la iba a abrazar porque no la quería, pero se esperaba un saludo. Cuando el castaño la miró, la agarró de las manos y le dió un beso en la mejilla. Sin creérselo, le besó al joven castaño.

- Leia...
- Esto...
- ¡VAYA DOS!
- ¡GUAPA!
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!