DESTROZADO🔪💔

I

Era un día normal para Jimin.

Despertar a las 6 de la mañana por los insultos de su padre diciendo que despertara ya que tenia que ir a su primer día de escuela.

Jimin solo se quedó callado ya que si decía algo era como condenarse el mismo a su final, ya que siempre que hacía algo para defenderse recibía más insultos y junto con ello unos golpes de su padre.

Así era siempre su mañana sentirse mierda desde el primer segundo que abre los ojos.

Jimin se dio una ducha de 15 minutos para relajarse, luego se coloco una toalla en la cintura y salió en busca de ropa ya que tenia que ir a la escuela.

Cuando terminara este infierno?

Esa era la pregunta que nunca faltaba en su cabeza.

Jimin era un chico de 17 años, con lentes negros, piel pálida, labios gruesos, cabello café. Un chico tímido con un gran corazón.

Antes vivía en Busan pero su padre tuvo que ir a las oficinas centrales de su empresa, ya que como era el jefe no podía dejar que otro hiciera el trabajo que él debería estar haciendo como jefe, no debería poner a a cualquier al mando de todo lo importante, no un empleaducho como decía él, así que se mudaron a Seúl, una gran ciudad con muchas personas y diversas personalidades.

Antes Jimin era muy querido, no por todos, pero si por algunas que él consideraba importantes, pero cuando se mudaron todo cambio ya que sus amigos ya no le hablaban, sus padres cambiaron de humor y todo el estrés del trabajo lo descargaban con el.

La única persona que le daba cariño era su hermana Jisoo, ella siempre lo protegía. Pero se mudó con su novio a un departamento así que ya no tenía a nadie más quien estuviera a su lado siempre.

Cuando estuvo listo tomo sus gafas grandes y se colocó un suéter rosado pastel que le llegaba debajo de sus piernas.

Bajo a la cocina a ver si su querida madre había preparado su desayuno, pero como era de esperarse el desayuno solo era para ella y su padre.

-Que quieres... eh?- me dijo ella con su voz pesada y su cara demostrando enojo.

-Solo venía a despedirme.-

-Solo vete ya, a nadie le importa si te pierdes de un día para otro, lo cual sería un gran favor.-

Jimin solo agarro una pera ya que era su único alimento a su alcance que tenía, tomo su mochila y salió de ese lugar al cual le decía "hogar".

Iba caminando cuando tropieza con alguien.

-Lo siento no me fijé perd...-

-Perdóname a mí, tengo prisa así que... Adiós.

Jimin no pudo responderle ya que ya había cruzado la calle.

Jimin llego a su escuela su "infierno" por así decirlo, ya que todos le hacían bullying.