Capítulo 2: Y el ganador es...

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Corrí rápido a la parada de buses, me desperté tarde y en 5 minutos ya estaba saliendo a medio vestir con una taza de té y el cabello mojado; el bus salía al tiempo en que yo corría a alcanzarlo. "Rayos." Pensé, y solo caminé el kilometro y medio que me separaba de la escuela, llegué justo a tiempo al salón y Jamia me esperaba en el asiento de siempre, las clases pasaron sin ningún hecho importante. En la hora de descanso saco el sandwich de mortadela de mi mochila y voy a las gradas a comer, Gerard se sentó detrás mío pero solo por que, pensé, que se encontraba mal y voltié discretamente para verlo, él miraba el piso y no me prestaba atención así que me quede de esa manera por un rato hasta que me lanzaron comida desde los asientos del patio, por supuesto que era del grupo de Mark el futbolista estrella del colegio. Él me molestaba y me hacía la vida imposible pero para eso estaba Jamia, supe que jamás sería una persona de confianza desde el primer día en este estúpido colegio. Gerard solamente negó con la cabeza al ver lo sucedido y yo sonreí al ver que le importaba o que al menos le importaba que me trataran mal pero llegaron sus amigos y él volvió a su semblante de siempre. Pasé el resto del día solo hasta la clase de Historia. El profesor, un viejo dinosaurio doctorado en antropología, empezaba a hablar sobre el Renacimiento cuando otro maestro llega sin previo aviso al aula, charlaron un rato y lo hiso entrar.

-Buenas tardes alumnos.- Dijo el hombre mirando unos papeles.- Necesito que vayan al patio ya que se va a hacer la premiación de los ganadores del concurso.

Otra vez. Iba a pasar dos horas de aburrimiento extremo escuchando el video del tour de un mes por algún lugar de mala muerte en el que harían actividades de todo tipo como bañarse en mitad del frío o montar ponys en una  feria del condado, solo era una excusa para malgastar los fondos de la escula; de cualquier modo, todos nos dirigimos al centro del patio y extrañamente comenzó el discurso del director primero. Pasada media hora, convocaron a los ganadores. Uno por uno fue subiendo al estrado, les daban un diploma que no servía para nada y se iban sentando en las 20 sillas (mejor dicho, vacantes) que se encontraban al fondo, Jamia fue elegida y subió con una gran sonrisa al estrado mientras todos la aplaudían, se lo merecía; ella había estudiado como nunca y quería enseñarle a todos que podía superarse, además casi todos sus amigos se encontraban ahí por lo que no la pasaría tan mal hasta que llegó el nombre que no quería escuchar... Gerard... Él subió al estrado y saludo a todos los alumnos, su sonrisa no cabía en su cara y yo estaba a punto de hecharme a llorar cuando finalmente dijeron que Gerard era el numero 20, buscaban el video del destino a donde ibamos a ir y mis saladas lágrimas caían por mis mejillas. 

No era justo que esos chicos tuvieran la oportunidad de vivir una gran experiencia junto a Gerard y yo no; yo que lo he amado desde hace 3 años y no he recibido nada a cambio, yo que lo espiaba en secreto y me quedaba hasta muy tarde esperando a que saliera de sus entrenamientos de natación, yo que solo pedía una mirada de él para mantener mi día vivo. A quién engañaba, ese momento me partía el corazón. 

De pronto, Mary Bates, la 15° ganadora, salió corriendo con dirección al baño pero a no resistió mucho y vomitó hasta quedar casi ahogada en su propio vomito en medio del patio. Todos los profesores fueron a verla y la llevaron a la enfermería, pasó un rato en el que no se oía nada más que un silencio sepulcral, nadie hablaba y todos se mantenían serios y derechos en sus sitios. Malditas escuelas privadas. Voces muy bajas murmuraban que Mary no había tenido su periodo ese mes sobretodo porque se cumplía dos meses de salir con Mark, sí, el hijo de puta ese. El director llegó y dijo que lamentablemente la señorita Bates había sido removida del concurso pero quedaba un puesto más, el 21°. 

"Este estudiante pasó con una nota de... ¡498/500! ¡Un muy alto puntaje para el 21° puesto!"  Decía el director por el micrófono del podio "Y este excelente estudiante es... ¿Iero? ¿¡Frank Iero!?" Todo el mundo volteo a verme, ni siquiera yo me lo creía y pensé que era algún tipo de error pero al subir al estrado pude ver que indudablemente era mi nombre el que se encontraba sobresaliendo del sobre abierto, busqué un sitio libre y el único que quedaba era al lado de Gerard, mis mejillas se sonrojaron y no podía ocultar mi timidez. Esta vez pusieron la película sin ningún contratiempo.

Trataba de un hermoso hotel cinco estrellas entre la zona montañosa del Estado, contaba con hermosas habitaciones alfombradas por las noches frías y un buffet de lujo para la cena y el almuerzo (podíamos pedir el desayuno en el cuarto), tenía un vasto jardín otoñal en medio del hotel donde se encontraba una pileta y hermosos árboles y asientos. El tour contaba con visitas y excursiones por el bosque y un centro de skii además de visitas a los baños termales en lo alto de la montaña. Era, enserio, un lugar acogedor y me moría por ganas de visitarlo. Gerard mantenía su semblante serio y miraba a veces de reojo atrás, yo miraba mis manos y a veces lo miraba. El video terminó y el director dijo unas palabras de despedida para que todos regresáramos a nuestras clases. 

Jamia se puso a mi lado y caminamos juntos hacia la clase, Gerard iba con sus amigos y escuché que le hacían bromas respecto a la persona que se encontraba atrás, no le di importancia y regresamos a Historia. Al final de clases, pensé en hablar con Gerard y lo encontré sentado entre  los árboles.

-¿Me- me...?- Balbuceé y él giró a verme, me sonrió invitándome asentarme a su lado.- Lo siento... no soy así de tímido.

-¿Frank, no? Gusto en conocerte... formalmente, me refiero.- Gerard me sonrió nuevamente y agregó: Pobre Mary.

-Por su...

-Sí, me lo contó pero no pensé que se darían cuenta de esta manera, sus papás van a estar devastados.

-¿La conoces?- Pregunté inquisitivamente, Gerard no se calificaba a sí mismo de popular pero sus palabras parecían mentir.

-Es una amiga. Larga historia.- Nos quedamos en silencio un rato y me sentí bastante incómodo.

-Debo de irme o me retaran en casa...

-Claro, un gusto en conocerte Frank.- Caminé y al perderlo de vista me  emocioné tanto que pegué un grito, espere a las afueras de la escuela para poder irme con Gerard a pesar de que le había dicho que debía irme pronto. Al cansarme y caminar unas cuantas cuadras más, vi a Gerard salir con una chica de grado superior, era una pelinegra alta y bien proporcionada, le sonreía y se mostraba coqueta con él; Gerard solo podía mirarla y caminaron juntos hasta unos metros de donde yo estaba y se despidieron sin darse cuenta que estaba ahí, él me miró extrañado al verme contemplando su momento íntimo. 

-¡Frank!

-Gerard pensé que vendrías solo.- Dijo y volteé mi cara para señalar a la chica de las tetas grandes caminar al otro lado de la acera.

-¿Ella? Es Lindsay. Es una amiga.

-Ya veo.

-Te veo después, voy a dejar mis cosas a mi casa y vuelvo para la práctica de natación.- Dijo y me dio una palmada en el hombro.

-Gerard yo no voy a estar en el colegio...

-¿Ah no? Pensé que sí porque todos los días que me quedo hasta tarde te veo ahí sentado en medio de la cancha.- Dijo Gerard  se iba, me sonrojé y fui hasta la parada de buses donde me esperaba Jamia. Tomamos el bus hasta la parada donde se encontraba mi casa y entramos. Era costumbre que de vez en cuando ella fuera a mi casa a hacer tareas o solo para pasar el rato, conversamos sobre lo que paso ese día y poco después llegaron mis padres azotando la puerta por lo que ella salió por la ventana de mi cuarto, también era costumbre que ellos llegaran peleando. 

Summertime (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora