Capítulo 1: El Concurso

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El reloj no podía pasar más lento.

Observaba como todos miraban fijamente a su examen y trataban de concentrarse lo mejor que podían. Ilusos.

Este examen es una mierda, es solo una manera de darles vacaciones pagadas a los cerebritos del curso a algún lugar distante fuera de la ciudad.

Aunque trato de concentrarme solo puedo pensar en Gerard, sí, en él; es el chico que me ha gustado desde que empezó la secundaria y aún si no es gay quisiera que me tomará en cuenta. Gerard no es un chico popular por así decirlo pero tiene suficientes amigos como para mantener un gran estatus social en este lugar, en cambio yo solo tengo a Jamia, mi mejor amiga, y con eso me basta sin embargo a veces quisiera estar al lado de Gerard pasando el rato y sentir como la gente habla con él; su mirada es hermosa y esos grandes ojos verdes me derriten cada vez que los miró, con esos ojos puede llegar a derretir la Antártida en solo segundos ya que irradian toda su luz y belleza que tiene. Y ni que hablar de su forma de vestir es simplemente... único por así decirlo pero de manera encantadora: Su estilo formal que a veces lleva es tan elegante que yo doy un largo suspiro al verlo pasar y no puedo quitarle los ojos de encima hasta que Jamia me devuelve a la realidad, como lo está haciendo justo ahora que miro a Gerard haciendo calmadamente su examen como si no tuviera ninguna prisa en el mundo, esa camiseta de Misfit queda tan bien con su cabello (negro por cierto) y me encanta su chaqueta de cuero que no suele llevar mucho pero cuando lo hace se ve... ¡Genial!

Simplemente me gusta Gerard Way pero no puedo decírselo, el lleva un año más que yo y jamás le he hablado; Jamia es casi parte de su grupo de amigos pero jamás le ha hablado directamente cosa que no ayuda mucho a mi plan de 3 años de conquistarlo, lo sé, es mucho tiempo, desde los 13 e intentado acercarme a él sin mucho éxtio pero sé que algún día me hará caso.

Salgo de mis pensamientos al sentir una pequeña jalada por mi antebrazo: era el profesor.

-Señor Iero el examen acabó hace 10 minuntos, le di tiempo extra para ayudarlo pero veo... que ni siquiera ha escrito algo en la hoja de ayuda.- Dijo el maestro mirándome con cierto fastidio. Nunca he sido buen alumno y no sé como rayos pude pasar a la final de este examen.

-Lo siento es que las preguntas son tan fácilos.- Dijo en un tono casi irónico aunque en verdad sí lo eran, es más, no me tomó ni 5 minutos en acabar las 3 hojas llenas de ejercicios y preguntas de cultura general.

-Bien los resultados se darán mañana, disfrute su domingo señor Iero.- Salí de ahí y Jamia me esperaba afuera como siempre. Ella ha sido mi mejor amiga desde que ingresé a esta escuela (que aunque es privada extrañamente los examenes de concurso se toman los domingos y con ropa de calle) y no la cambiaría por nada en el mundo, sabe que soy gay y no siente ningún rechazo hacia mí lo que significa que es la primera amistad duradera desde hace mucho tiempo. Bueno, los dos salimos por la puerta principal y fuimos a la cafetería del frente donde la mayoría de alumnos se reunía después de un día agotador de clases. Pedimos un helado de chocolate para los dos y lo saboreamos con gusto.

-¿Cómo te fue en el examen?.- Fue lo primero que me preguntó, era obvio que no lo sabía ya que todo dependía de que si las respuestas estaban bien o no y simplemente a ciencia cierta era todo un misterio.

-No sé, aunque la verdad no se me hiso difícil resolver la mayoría de preguntas.- Contesté.- Este año...

-¿Están relajados...?- Jamia tenía la maldita costumbre de terminar mis frases, era como si los dos pensáramos iguales. Al ver mi mueca de fastidio solo atinó a dedicarme su más tierna sonrisa.- Lo siento Frankie es inevitable.

-Lo que sea, solo espero que Gerard no sea elegido.

-¿Acaso no quieres que se enamore de alguien al lugar de mierda donde lo pueden enviar?

-No sino que...

-¿No quieres que se aparte de tu lado y puedan pasar relativamente juntos el verano?

-Jamia me conoces tan bien.

-Lo sé, amor, lo sé.- Nos tratábamos como si fueramos novios a veces y eso confundía a las personas ya que a veces nos tratátbamos tan bien que la gente creía que salíamos o algo por el estilo.

Pagamos la cuenta y salimos del local, afuera Gerard estaba con su grupo de amigos hablando de temas que no tenían importancia en lo más mínimo para mí pero igual deseaba quedarme al lado de él escuchando. Jamia no desaprovechó la oportunidad y me llevó a saludar al grupo cosa que no me sentó nada bien ya que todos me miraron fríamente excepto... mi Gerard; él podía ser amable hasta con el diablo y aún así sería de corazón, él no era de malos sentimientos.

-Hola Frank, gusto en verte.- Dijo con la cálida voz que lo caracterizaba, mi corazón latía a mil y no podía articular palabra definida o pensar en algo concreto.

-Eh... Yo-yo...¿Co-cómo sabes mi-mi nombre?- Fue lo mejor que pude tartamudear y lo mejor que se me ocurrió, todos me miraron con caras burlonas y Gerard solamente se sonrió.

-Bueno es que Jamia lo dijo.

-Oh es cierto...- Dije sonrojándome y bajando la vista, si lo miraba sabía que no podría ocultar mis mejillas color carmesí.

-Bien ¿Quieren acompañarnos al teatro? Pondrán El Extraño Mundo de Jack y no creo que deberían perdersela...-¡Por supuesto que iría! Era una de mis películas favoritas además de que Tim Burtom era uno de los cineastas que me encantaban.

-Lo siento pero las entradas ya están compradas Gerard.- Dijo alguien del grupo cosa que me hirió como si fuera una puñalada.- Los asientos vienen con los boletos así que se tendrían que sentar en otro lado.

-No importa, total, Frank y yo hemos visto esa película cientos de veces.- Jami vino para salvarme y me abrazó por los hombros, dibujó una sonrisa carismática en su rostro y prosiguieron hablando de temas que no entendía porque solo podía enfocarme en alejar las lágrimas de mi rostro. Mi primera oportunidad de entablar una relación amical con Gerard y estaba arruinada. No sé cuanto tiempo estuvieron hablando solo sé que después de eso Jamia me llevó a casa para que descanse, nos despedimos y fui a mi cuarto a escuchar música, tenía mi cabeza dándome vueltas y no podía pensar claramente, supuse que Gerard se la estaría pasando genial con su grupito. A veces prefería no entablar vida social con nadie porque sabía que iba a salir lastimado, como en esa ocasión y quizás Jamia no estaría para ayudarme por lo que me apuñalarían sin piedad; la gente es así en este mundo feo pero Gerard es hermoso para mí, es mi única esperanza.

Las horas pasaron hasta que llegó la hora de la cena por lo que bajé a cenar, mis padres se encontraban comiendo los spaghettis que Debbie había preparado por primera vez. Al probarlos no pude negar si increíble sazón y no dejé de comerlos hasta terminar lleno con 2 porciones y media. Mamá dijo que eso me volvería gordo algún día y papá dijo que no era posible ya que yo tenía un metabolismo rápido, fue cuando empezaron a pelear sobre que debería comer para ser un chico más saludable entonces Debbie y yo subimos a nuestros cuartos. Par de locos, no sé porque se casaron si al final siempre terminan peleándose. Dormí sin ningún problema esa noche pero con un sueño presagioso:

Me encontraba en medio de un campo de girasoles y al final podía ver a Gerard parado, mirándome, sentí el fuerte impulso de correr hacia él y no me detuve aunque comprobé que el campo se hundía cada vez más en agua que no sé de donde rayos había salido, al alcanzar a Gerar el también se hundió como si una mano lo jalara pero al mismo tiempo yo también me caía porque de una forma extraña estaba ligado a él y cuando pude ver mi muñeca lo que observé fue... ¡Unas esposas rosas!

Desperté sudando frío y me di cuenta que estuve mirando The Lovely Bones antes de dormir así que deduje que lo que había soñado una extraña parodia a la escena en la que Susie Salmon ve al chico que le gusta, Ray, en su cielo, pero lo único que no concordaba eran las esposas rosas y el porqué de lo que se hundía Gerard si al final la única que se hunde era Susie. No le di más vueltas al asunto y dormí hasta la mañana siguiente.

Summertime (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora