Summertime (Frerard)

Capítulo 7: Solo quiero estar (contigo) solo

Caminamos en la espesa nieve, sin ver ya que los pequeños copos de nieve pronto se convirtieron en una enorme y horrible tormenta que dejó a todo el pueblo en sus casa. Me sentía muy mal, había sido un completo idiota en frente de todos esos chicos y de... Gerard. 

Mierda.

-Al menos no decisite quitarte la ropa.- Bromeó Jamia mientras me dama un empujoncito.

-No me hagas acordar...- Cierto, hace un buen tiempo que fui a un karaoke con Jamia excepto que este era para cantar para todos no en un cuarto en privado así que canté pero la  emoción fue tal que acabe semidesnudo en el estrado; no lo hice mal ya que NO ESTABA BORRACHO. 

Seguimos caminando a tientas por las frías calles buscando algún punto de referencia o a una persona que sea tan misericordiosa como para llevarnos de vuelta al hotel; pensé que hubiera sido mejor idea quedar con ese grupo de imbéciles, aunque sea pasar la noche siendo el hazmerreir en vez de estar en medio de la calle a punto de congelarse como un témpano de hielo. Pasó cerca de una hora más para encontrar el hotel que resplandecía entre la tormenta, como un faro, fue tan aliviador. Entramos y la cálidez del lugar se sentía en el hall de entrada, pronto la recepcionista llegó con algunos botones que llevaban cobijas y unas tazas llenas de chocolate caliente ¡JAM! Las recibimos ya que el frío era de lo peor y no podía soportarlo más.

-Gracias.- Dije a punto de morir congelado.- Son muy amables.

-La atención de este hotel va hasta el más míninimo detallo, joven.- Dijo la recepsionista.- Además la hospitalidad del pueblo no puede pasar por alto con esta ventisca.

-Claro, claro.- Dijo Jamia mientras tomaba un sorbo del sabroso manjar.- ¿Y los demás chicos?

-Algunos están en el comedor cenando, si me acompañan los llevaré.- Acto seguido los tres caminamos hasta llegar a la parte interior del lugar donde habíamos almorzado, gracias a Dios había un montó nde calefacción.- Pueden sentarse y pedir lo que quieran, en momentos así la casa paga.

-¡Gracias!- Dijimos los dos mientras corríamos a sentar. Wow, era un servicio de primera pero aún así no me sentía satisfecho, yo solo quería a Gerard a mi lado y ya no podía aguantarme, todo el viaje había salido con lo no planeado por lo que estaba a punto de volverme loco. Comimos un poco de sopa (bien calentita); había pocos alumnos además de nosotros y los profesores encargados estaban todos juntos en una mesa tiritando aun con la calidez de la estancia, nosotros reíamos por lo bajo para que no se den cuenta. A pesar de eso, sentía que el viaje iba a cambiar algo en mí pero no sabía de qué forma. Perdido en mis pensamientos no noté el momento en el que Gerard se sentó en la misma mesa.

-Hola chicos.- Dijo mientras se ponía al lado mío poniéndome cada vez más nervioso.- Buena actuación la de hoy, Frankie.

-Gra-gracias...- Me sonrojé sin entender porque... cierto estaba borracho (a pesar de que no lo parecía).- No te escuché cantar...

-Mi voz es horrible, no quisiera verlos morir.- Bromeó riendo él solo mientras Jamia solo hacía una sonrisa.- Bueno, ¿Qué van a hacer después?

-¿Cómo es eso? Son las 11 de la noche, obvio que dormir si mañana nos van a mandar a caminar por ahí.- Jamia sorbió un poco de su chocolate que ya empezaba a enfriarse.- Dah.

-Pensé que querrían ir a una "reunión" en mi cuarto.- Dijo Gerard haciendo énfasis en REUNIÓN, era más que predecible que alguno de sus amigos había traído alcohol y ahora iban a pasar la noche tomando y riendo.- ¿Qué dicen, chicos?

-¡Voy!- Jamia le dio otra sonrisa entusiasta.- ¿Frank?

-Yo... quiero estar...- Quería decir "solo" pero por alguna estúpida razón aparte de la borrachera mis labios formulaban "contigo" refiriéndose a Gerard.- Con...

-¿Dequé clase de reunión está hablando, señor Way?- Uno de los profesores se paró de la mesa del centro al escuchar nuestra conversacion, rayos.- ¿Sabe de las reglas?

-¿Qué reglas?- Dijo Gerard en un tono despreocupado ¿Por qué era tan estúpido y a la vez tan lindo?- Profesor Valch no se de que está hablando.

-Todo tipo de "reuniones" o como usted quiera llamarlo están prohibidas en este viaje.- Dijo Valch mirándolo hipócritamente.- Además, los profesores nos tomaremos la molestia de hacer guardia cada media hora hasta muy entrada la noche.

-Claro, profesor. No se preocupe.- Gerard era un maldito.- Bueno, chicos.- Se dirigió a nosotros.- No habrá nada esta noche.

-Ok.- Dijimos Jamia y yo al unísono. El profesor sonrió complacido lléndose al igual que Jamia minutos después ya que tenía un montón de sueño.

-Pero ¿Qué tal si vamos a curiosear por el hotel, eh Frankie?- Oh, oh. Era obvio que quería pero... ¡Por el amor de Dios! ¡¿Acaso voy a pasar por parajes oscuros con un chico tan bipolar como un asesino psicópata?! Aunque sonara tentador no tenía las fuerzas de hacerlo, el estar ligeramente borracho me provocaba un dolor de cabeza insoportable así que con todo el dolor del mundo dije que no, Gerard solo me miró sonriente para después pedirme explicaciones.

-Solo quiero estar solo.- Dije un poco fastidiado.- Es eso.

-Vamos, solo un rato, sin que esos viejos se den cuenta.

-¿Y sin Lynz?- Dije un poco sonrojado siempre mirándolo.- Digo... me refiero a que si ella va a estar con nosotros.

-Oh ¿Ella?- Me miró irónico.- Tiene cosas que hacer la guapa.

-¿Eh?- Él reía mientras en mi mente se quedaba grabado en piedra la palabra "guapa" "guapa" "guapa" ¿¡Para él Lyndsey Ballato era guapa!?

-Te aseguro que no te arrepentirás.- Gerard se levantó de la mesa dándome una palmadita en la espalda.- Hace mucho frío para ir tan lejos.

-Cla-claro. Déjame ir por algo más abrigador al cuarto.- Me paré al igual que él y fui en dirección hacia las habitaciones.

-Mejor vamos al mío y te presto algo.- Me tomó del brazo sin darme tiempo de protestar. De nuevo iba a ir... al cuarto de Gerard Way.

¡Oh por Dios!