Capítulo 2 - El Baño.

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(Varios días más tarde).

–¡Billy, ya está bien! ¡Llevas quince minutos metido en el baño!

Freddy bufó. Se sentía agobiado y desestabilizado. Billy se había duchado aquella mañana y eso le extrañó. Nunca lo hacía, siempre se duchaba por las noches. Sin duda descubriría el por qué. Al no recibir respuesta del interior, Freddy optó por la opción más lógica. Abrió la puerta de un solo golpe, sin previo aviso.

–¡Freddy!

Lo que vio ahí dentro le sorprendió enormemente. Billy estaba completamente desnudo, sentado sobre el retrete con los ojos cerrados (seguramente viendo las estrellas).

Freddy se quedó bloqueado. ¿Qué acababa de ver? Su amigo se estaba masturbando. Sabía que lo hacía, pero nunca le había pillado. Sus pupilas se ampliaron y sus mofletes se encogieron. ¿Acaso estaba poniéndose nervioso otra vez? Esa sensación que tenía siempre que veía a Billy... Simplemente era indescriptible. Desafortunadamente para Freddy, quién estaba en plana etapa hormonal y confundido hasta la saciedad, Billy supo reaccionar a tiempo y posó una toalla de seda sobre sus entrepierna. Freddy no pudo ver nada. Mierda. ¿Mala suerte o destino caprichoso? Suponía que nunca lo descifraría. Y aunque todo fuese muy rápido, tuvo tiempo de observar a su hermanito con minuciosidad. Y ahí estaba él. Billy Batson. Más lindo que nunca. Su cuerpo entero estaba mojado. Las gotas caían de las puntas de su cabello y se desprendían por sus finos labios. Sus abdominales, bien marcados, lucían brillantes y relucientes. Freddy arqueó la boca. Podía ver los poros de su piel con total claridad. El rostro de Billy estaba empapado y, sus mejillas, un tanto acaloradas, parecían estar más apretadas de lo normal, seguramente debido al incesante o ¿placentero? esfuerzo que estaba dedicando a su actividad secreta. Pero ahora su actividad había sido interrumpida, justo cuando estaba apunto de terminar. Maldito Freddy, siempre interrumpiendo en el mejor momento. De cualquier modo, Billy se levantó, saliendo intacto de aquel incómodo momento, semidesnudo con la toalla rodeando su cadera. Freddy se le quedó mirando. Billy frunció el ceño.

–¿Qué...? –resopló un aturdido Batson.

–¿Estabas...?

Billy sabía a lo que se refería pero evidentemente no iba a hablar de aquello con Freddy. No con él. Le veía como a un amigo, nada más.

–Ya sabes... Haciéndote una...

–¡Agg, no!

Freddy sonrió. Sabía que mentía. De algún modo, le gustaba aquella extraña situación.

–Por favor, Freddy, no digas estupideces...

–¿Estupideces? Entro al baño y lo primero que veo es a ti, sin ropa y masturb...

–Será mejor que vaya a cambiarme... –le interrumpió con descaro.

Freddy lo agarró del brazo y sus cuerpos se cruzaron. Quedaron paralelos el uno al otro. El baño era estrecho y estaban muy juntos, tanto que Billy pudo escuchar la exaltada y rápida respiración de Freddy. ¿A qué estaba jugando el pequeño? No captaba sus señales. Mientras tanto, Freddy no pudo evitar excitarse. Notó una oleada de calor por sus brazos, y sus pelos se pusieron en punta. Bajó la mirada, mientras Billy se ajustaba aún más la toalla, y observó el hermoso bulto que Billy se empeñaba en esconder. Con la toalla apretada, podía ver la gran erección de Billy en todo su esplendor. Descendió la mirada y lo vio: el rabo de Billy seguía duro.

–De hecho, sí. ¿Por qué sigues caliente...?

–¡Freddy! ¿Se puede saber qué demonios te pasa? –Billy estalló.

–¿Y-y  a ti, Billy? No quiero meterme donde no me llaman, pero eso de ahí abajo parece demasiado grande...

–Vale , suficiente por hoy...

–No te enfades. Solo constato una realidad —añadió Freddy, tan puñetero como de costumbre.

Billy abandonó el baño. Tras él, dejó varias pisadas de agua. Freddy las siguió con sus ojos hasta llegar al propio Billy, que se diluyó en el pasillo. Tuvo una vista perfecto de su trasero, tan redondo y apretado. ¿Ahora también se fijaba en su trasero? Por Dios, Freddy, por Dios. Quizás estaba yendo demasiado lejos. O quizás no. Se posicionó frente al espejo y observo el rostro de la victoria. De una noche a otra había visto a Billy en ropa interior, y ahora, le había pillado masturbándose. Ese Billy...

Entonces lo vio claro. Iba a seducir a Billy. Conseguiría besarle, que cayera en sus brazos... Le daría todo el amor que nunca le habían dado. Le haría sentir el calor y la pasión. Una pasión que le sería difícil de olvidar.

Pero además de todo eso, él sentía algo más. Era un hecho: Freddy Freeman se había enamorado de su mejor amigo, Billy Batson.

🌟 FOREVER 🌟 [A Freebat story; love + smut]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora