Capítulo 27 - La Intervención.

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Freddy trató de insistirle, pero sus súplicas desaparecieron sin dejar rastro. Habían llegado de la escuela y se encontraban en su habitación. Billy deshacía su mochila y ordenaba los libros en el escritorio, bajo la atenta y confusa mirada de su compañero.

Ya no era lo mismo. Llevaban días sin cruzar apenas dos palabras. Freddy era el único que hablaba, quizás demasiado. Pero Billy hacía odios sordos y fingía no escucharle. Ya no quería discutir ni gritar. Ya ni siquiera tenía fuerzas para eso. Solo quería olvidar a Freddy e irse a la universidad. Sí, quería marcharse de aquella casa y no regresar jamás. Y, por primera vez en mucho tiempo, había empezado a echar de menos a su madre.

Freddy le había engañado con ese tipo llamado Finn. Aquel mismo día lo había visto en la escuela, caminando por los pasillos como si el mundo fuera suyo. Y lo peor, lo que realmente le molestó, es que actuaba como si Freddy no existiera, como si nunca le hubiera besado. Había sido su juguete de usar y tirar. Y una vez utilizado, Freddy ya no le servía para nada.

¿Pero quién era él para preocuparse por Freddy? Ya no eran novios. No lo habían hablado, pero era evidente. Ya no dormían en la misma cama ni se duchaban juntos. Además, las comidas y cenas se habían vuelto demasiado incómodas. Había tensiones por todos lados, entre Víctor, Billy, Freddy y viceversa.

-¿Cuándo piensas hablarme? -le preguntó Freddy, temblando-. Te echo de menos, Billy.

"¿Y a Finn también?", pensó el ojiverde. Seguro, seguro que también le echaba de menos. Seguro que el muy iluso se había enamorado. Le había traicionado, igual que su madre en el pasado, y la traición no tenía perdón para Billy Batson. Así que tiró su mochila al suelo y compartió una fulminante mirada dirigida al que una vez fue su amado. Freddy intentó mantenerse firme, pero no pudo aguantar tanta hostilidad.

-Billy, ya te lo he dicho. ¡Fue Finn, no yo! Fue él... -insistió.

Como esperaba, no hubo respuesta alguna. Freddy se sentó en el borde de su cama y se limitó a contemplar los curiosos movimientos de Billy, con un cierto aire de melancolía a su alrededor. "Es tan hermoso", jugueteó en su mente. Sí, Billy Batson era hermoso. Y perfecto. Y muy cariñoso. Su Billy era el mejor. Pero ahora parecía un témpano de hielo, incapaz de amar y expresar sus sentimientos.

-...ya sabes que yo nunca te haría algo así. Yo lo daría todo por ti.

Billy no le miró. Buscó entre sus bolsillos, un tanto nervioso. Sus manos temblaban y sus ojos se veían cansados. Freddy ya se había fijado en aquello. Billy llevaba varios días actuando así, justo desde que le vio compartiendo sus labios con Finn. Pronto haría una semana, y Billy continuaba actuando de una manera muy extraña. Realmente temía por él.

Billy se agachó y retornó sus manos a la mochila. Sus largos dedos rebuscaron en el interior y lograron alcanzar su objetivo. Sacó una botella de alcohol de tamaño mediano. Sonrió y dio un trago largo.

-Así que es eso... ¿Ahora bebes?

Billy gruñó y rodó sus ojos. Se retocó su chaqueta roja y se dirigió a la salida, evitando de nuevo al individuo frente a él.

-No te vayas, Billy. ¿Puedo ir contigo? -suplicó-. Por favor.

Por un minúsculo momento, Freddy creyó escuchar como un par de escuetas palabras salían de la boca de Billy. Pero no pudo preguntárselo, pues cuando quiso darse cuenta él ya se había marchado.

*  *  *

Billy pasó toda la tarde bebiendo, ahogando sus penas en alcohol. Cualquiera que le veía le ojeaba con lástima. Y Billy odiaba la compasión.

🌟 FOREVER 🌟 [A Freebat story; love + smut]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora