Capítulo 25 - Todo El Mundo Dice No.

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Freddy bajó corriendo las escaleras. Pensaba que lo había perdido, que Billy ya estaría fuera de la casa y no podría alcanzarle. Pero estaba equivocado. Para su sorpresa, cuando bajó a la entrada principal, vio a Billy apoyado contra la puerta. No pudo aguantarlo, lloraba a mares, sus mejillas lucían rojas y sudadas mezcladas con gruesos llantos de desolación.

A Freddy se le partió el corazón. No, aquello no podía estar pasando, no podía ser real. Y todo por culpa de Finn. Todo por una maldita apuesta. En efecto, solo le había utilizado para su propio beneficio y ahora, justo en aquel preciso momento, el arrogante adolescente que había destrozado su relación estaba tumbado en su cama, sonriendo como un triunfador. Tal vez tendría que convertirse en 'Freddy el superheroe' y darle una buena lección. Sin duda, se lo merecía.

Pero ahora debía centrarse en Billy. Seguramente quería marcharse, correr velozmente hasta perderse entre las oscuras calles de Philadelphia. Pero se derrumbó en la puerta. Freddy era su único apoyo, y lo había encontrado besando a otro chico. Un chico apuesto, por cierto. Pero eso a Billy le daba igual. Luchaba contra sus propios demonios internos por no subir allí arriba y darle una paliza. Poco sabía él que Freddy pensaba lo mismo.

-Billy, por favor, escúchame...

No hubo respuesta. Freddy siguió insistiendo, pero fue inútil.

-Déjame explicarme. No es lo que parece, te lo prometo...

-¡Cállate, Freddy! -gritó, finalmente abriendo la boca-. Enserio, cállate.

Los gritos de Billy viajaron por toda la casa. Fueron tan intensos, tan desgarradores, que llegaron a los oídos de Rosa. Salió de la cocina como un relámpago y observó la escena que se había originado. Billy había regresado y no hacía nada más que llorar. Por otra parte, Freddy estaba situado ante él, luchando por no llorar también.

-¿Billy? ¿Qué haces aquí? Si Víctor se entera...

Freddy se encontró con los ojos confusos de su madre, y con un simple gesto, le hizo entender que no era buen momento para alterar a Billy. Desapareció, dejándole a Freddy todo el trabajo.

-Oye, Billy... Yo nunca te engañaría. Lo sabes, ¿Verdad?

-Yo ya no sé qué creer, Freddy...

-Pues créeme, créeme a mí. -se acercó un poco más-. Todo ha sido una broma estúpida de Finn. No había sentimientos.

-Parecías estar disfrutándolo.

Freddy no contestó. Había algo nuevo en la mirada de Billy. Una mirada que jamás había presenciado. Era el desprecio.

-Paso de hablar contigo...

Freddy vio cómo Billy se levantó y abrió la puerta. No podía creerlo. Iba a perderlo, quizás para siempre. No, no podía permitirlo. Había luchado por confesarle a Billy sus sentimientos cuándo todavía eran simples amigos, luego intentó estar a la altura cuándo comenzaron su relación, y después ocurrió lo de ese dichoso campamento. La vida quería separarlos, y Finn tampoco fue una gran ayuda.

Billy comenzó a caminar, pero Freddy lo frenó.

-¡Tú lo eres todo para mí!

-¡Pues tú no eres nada para mí! -sentenció Billy, abandonando la casa y dejando tras de sí un abismo de rencor y destrucción.

🌟 FOREVER 🌟 [A Freebat story; love + smut]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora