🌟 FOREVER 🌟 [A Freebat story; love + smut].

Capítulo 19 - Déjame Decirte Lo Mucho Que Te Quiero.

Dio el último bocado al trozo de pizza. Dios, todo había ido tan bien que parecía irreal, como si ambos hubieran sido cautivos de su propia fantasía.

Pero aquello era real. Y Billy sonrió por ello. Nunca solía llevar la cuenta de nada. Ni siquiera de su propio cumpleaños. Pero aquella noche era demasiado especial, por el simple hecho de que Freddy estaba (y continuaba) a su lado. Todavía no estaba acostumbrado a ello, a que una persona no se despegara de él. Siempre se había sentido abandonado, pero de algún modo Freddy Freeman había conseguido llenar aquel hueco repleto de ira y tristeza.

Billy era diferente. Había cambiado. Y solo quería hacerle sentir a Freddy la más absoluta felicidad, porque para él, nadie merecía ser más feliz que Freddy. Ya llevaban varios meses en aquella extraña aunque adorable relación. Nunca utilizaban la palabra novios, pero ambos sabían a la perfección que su relación ya no era aquella inocente amistad que fue en su día. Por ello Billy agarró a Freddy y lo llevó hasta el sofá. Allí se mantuvieron sentados durante más de una hora. Pero no en silencio. Las palabras se deslizaban por sus labios y flotaban en el aire, en una increíble sincronía que no tenía fin. Solo había cabida para las risas nerviosas y las mejillas sonrojadas. Como siempre.

-¿Recuerdas el día en que nos conocimos? -mencionó Freddy, apoyando su cabeza sobre el pecho de Billy y dejando que sus brazos se enredaran con los del ojiverde.

-¿Qué parte? ¿Cuándo te robé aquella bala o cuándo intenté escaparme mientras dormías?

Freddy volvió a reír. Sí era cierto que en un primer momento Billy había sido duro y maleducado con él. En ocasiones lo seguía siendo, pero no como antes. Era un tono más cariñoso, cercano, jovial. Como si tuviera que ser irónico cuando no podía expresar sus sentimientos.

-Vamos... Desde el momento en que entraste por esa puerta cambiaste mi vida, Billy Batson. -Freddy apretó los labios y se acercó todavía más al cuerpo de Billy, quién se aseguró de agarrar con fuerza al rizado-. En serio, no sé qué hizo que nuestros caminos se juntaran, pero solo espero que podamos estar así toda la vida. Ya sabes... tú y yo.

-¿Por qué dices eso, Freddy? -Billy cuestionó. Freddy sonaba un tanto inseguro.

-Es que... No, déjalo...

Billy frunció el ceño. Entonces se separó de Freddy. Por un rápido instante observó la muleta del más pequeño tirada por el suelo. Entonces recordó que no podía enfadarse con él. Freddy era perfecto incluso en sus defectos.

-¿Por qué ibas a querer estar con alguien cómo yo? Mira lo que me pasó hace poco. Tuve un ataque, en medio de tu partido, de tu vida. A veces pienso que soy un estorbo.

-No lo eres, Freddy.

-¿Y quién puede asegurarnos que no volverá a pasar...? -realmente sonaba preocupado. Sus pupilas comenzaron a enrojecerse pero Billy posó dos de sus dedos sobre ellas, evitando que sus tímidas lágrimas salieran al exterior.

-Freddy, para ya. ¿Cuántas veces hemos tenido esta conversación? Tal vez una docena. ¿Y ha cambiado algo? No, sigo aquí contigo. Como esta noche. -Billy arqueó su mirada y observó la mesa con los platos de la cena. Necesitaban limpiarlo todo antes de que llegaran los demás-. Puede que suene tonto, pero ya he pensado sobre nosotros en un futuro... Ya sabes, tú y yo viviendo en nuestro propio hogar, durmiendo abrazados por la noche... Desayunando, comiendo y cenando juntos.

Billy agarró la mano de Freddy, tan fuerte que Freddy pudo notar que aquellas palabras eran tan puras y verdaderas como el amor que sentía por Billy. Y es que del deseo había pasado a la admiración, y de la admiración al verdadero amor. Dios, Billy Batson había entrado de lleno en lo más profundo de su corazón. Y no tenía ninguna intención de dejarle escapar.

-Billy... Eso es jodidamente precioso.

El otro chico echó a reír. Freddy era tan adorable. Entonces volvió a su posición original y Freddy regresó entre sus brazos. Solo quería protegerlo.

-Todavía queda un tiempo antes de que vuelvan... ¿Te apetece subir arriba? -Billy preguntó. Freddy pudo captar una diminuta sonrisa en el reciente rostro travieso del chico.

-¿Tienes alguna idea?

-Demasiadas.