Alicia en el país de las maravillas

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Adrien

Esperaba a Alya en el Café de Flore, ya había sido la tercera vez que me cancelaba y en esta ocasión tenía 20 minutos de retardo.

Vamos. Se paciente.

Me decía a mi mismo  mientras bebía mi tercera taza de café

A mis espaldas sentí una mano que se deslizó  por mi hombro y de inmediato una melena rojiza y un beso en mi mejilla me sorprendieron. La alta y curvilínea morena me sonrió algo apenada por su retardo.

-Hola. Disculpe la demora. Me quedé dormida en el hospital y... disculpe.

- No. No hay problema,  si no podía,  igual cancelar sería entendible

¡Claro que no, ¿cómo sabrás si Marinette está bien?!

- No. Esto ya no podía esperar más.   Ella despertó hoy  y pronto vendrán las autoridades hacer preguntas.

La chica se sentó frente a mí y exhalo.

- Bien...

-Bien...

Me miró directamente y me escaneo en un parpadeo.

- ¿Porque acechas a Marinette?

¡¡¡QUE MIERDAAA !!!

Me quedé petrificado y supongo que en mi cara se vio todo porque la chica arqueo la ceja de forma acusatoria.

- ¿A qué se refiere?

- No finjas. Yo no creo en las casualidades.
Te recuerdo de la noche del domingo en el Miraculous.
Te reconocí el martes cuando me diste el móvil de Marinette y tu fuiste quien la llevó al Grand y la recogió en el Pullam, también la llevaste al hospital la madrugada del martes.
No eres el único maldito Uber en París y tampoco eres amigo de Marinette. Así que habla. ¿Porque estás acosando a Marinette?

Me recorrió un  escalofrío y mordí mi labio pensando en la mejor manera de responder pero evidentemente esa chica no era fácil de engañar.
Lo mejor era decir la verdad.

- No la acoso. No pienses mal. Es complicado y para ser honesto,  ni yo se que estoy haciendo.
Trabajo en el  Miraculous de viernes a domingo como seguridad interna. Visto de civil para no incomodar a los clientes y protegerlos de dealers o de ser drogados sin su consentimiento.
Tus amigas y tu llegaron y acapararon la atención de varios chicos. Me ordenaron estar atento para evitar cualquier agresión a ustedes o, verificar que ustedes no fuesen...

- ¿prostitutas?

- No te ofendas, no es que lo parecieran.
Solo era precaución.
La chica de cabello morado notó que las miraba y me invitó a bailar, en la pista hablamos un poco pero llamó mi atención algo en su mesa.
Había una chica tomando pastillas como Tic Tac y las demás no parecían extrañarse, pensé que quizá estaría resfriada hasta que pidió una botella de Vodka y la bebía como si fuese limonada.
Debía reportarlo a mis jefes  de inmediato pero no estaban. Las vigilé  a distancia fingiendo coquetear con la chica morada hasta que ella me propuso irnos.

- Su nombre es Juleka.

- Bien, Juleka me invitó a su departamento y pensé, " si se van , no habrá problemas", pero, solo nos siguió la rubia pequeña con su novio. La azabache se quedó  contigo. Llevé a la pareja y después a Jul a su casa y volví esperando que mis jefes no hubiesen llegado y fue cuando la vi de nuevo.  Marinette estaba bailando con un pelirrojo que evidentemente quería arrancarle la ropa pero nadie la esperaba en su mesa.

  Marinette estaba bailando con un pelirrojo que evidentemente quería arrancarle la ropa pero nadie la esperaba en su mesa

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El chico de UberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora