Cadeas nuevas

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Marinette

Adrien se fue, me quedé un momento recargada en la puerta. Sentía muchas ganas de llorar al saber quienes me lastimaron.
O sea, si sabía que no fue solo uno, pero... Seis tipos y además saber de quienes se trataban me revolvía el estómago .
Nuevamente ese dolor en el estómago me presionaba las entraña.
Traté de contenerme pero fue inútil, corrí hasta el baño y vacie lo poco que tenía en mi interior.
Las lágrimas que salían por las arcadas arruinaron mi maqiillaje y me miré aún más horrible de lo que parecía.

Esto no se va a quedar así .

Saqué la pistola que durante mi abrazo le quité a Adrien y su teléfono.

Busqué los números mas recientes con la esperanza de encontrar a ese supuesto amigo policía.

¿Como dijo que se llamaba?

Revisé su lista y solo tenía dos opciones, Marinette y un número no registrado.

No lo arruines Marinette.

Envié un mensaje con la esperanza de averiguar mas sobre lo que Adrien dijo.
Quiza si yo veía ese video, podría identificar a esos cerdos y estar segura.

- Hola soy Adrien.
¿Crees poder enviarme el video de seguridad?

Lo mande y me quedé esperando.
Una llamada entró y asustada la rechace.

- No puedo hablar en este momento.

- Agreste, se que crees que no hacemos nuestro trabajo pero estamos investigando.
Si crees saber quienes son, tu ayuda es bienvenida pero no puedes interferir en una investigación.

- Solo quiero mostrárselo a esa chica. Por si ella reconoce a alguno.
Se que haces tu trabajo pero siendo honestos, sabemos qué oportunidad tiene ella de recibir justicia.
Que sea un favor.

Mire el teléfono unos instantes sin respuesta.
Saqué del cajón un cigarrillo y lo encendí

¡Vamos vamos!

Los minutos pasaron y nada.
Fui a mi cuarto y me vestí con lo primero que encontré. Me atè el cabello y nuevamente volví por  el movil.

Justo cuando lo revisaba llegó el mensaje.
Un video tomado con el movil a la pantalla de seguridad

Quiza no puede enviarlo directamente.

Conecté el móvil a mi pantalla y amplíe lo mas que pude la imagen.
No era muy claro pero, pude distinguir a tres de esos tipos.
Definitivamente eran ellos.

Un escalofrío recorrió mi espalda y visualice el video donde me violaban y la cara de esos tipos.
Fue asqueroso.

Resuelvelo Mari.

Me senté en es sillón angustiada e impotente. No podía dejar que eso quedara sin castigo.

Me calcew con unos tenis, me puse mis gafas y un cubrebocas.
En uno de mis cajones busque unas pastillas mágicas para darme valor si me hacía falta
y salí a la calle con el revolver y el móvil de Agreste en la bolsa de mi chamrra.

¿Que se supone que haré?
Quiza  Alya pueda darme opciones pero seguro me diría que estoy loca o que espere  o no se, como sea no quiero causarle problemas.
Jul y Rosi definitivamente no.
Adrien... nop. A penas me conoce.

Solo se me ocurrió una opción mas.

Luka, él puede darme alguna idea de dónde encontrarlos ¿no?, Además de no ser por él...

El chico de UberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora