✼𝓔𝓵 𝓟𝓻𝓮𝓹𝓪𝓰𝓸✼ Kookmin

《6》

—¡Hola, mesero! —Jackson sonríe apenas ve mi inminente sorpresa.

Me encuentro estático y expectante. ¿Cómo pudo saber dónde vivo? ¿Y qué es lo que quiere? Por un momento me hundo en un abismo, pero recupero mi conciencia, cuando recuerdo que mi mamá está a unos segundos de preguntarse por qué estoy tardando, mientras estoy frente al hombre que sabe que fui un prepago .

—¿Qué haces aquí? —Logro decir entre dientes, cuidando el volumen de mi voz.

—Quien diría que debajo de ese aburrido uniforme de mesero se escondiera un prepago tan sexi. —Me escudriña con la mirada de arriba abajo, mordiendo su labio. Me siento temeroso, si mi mamá llega a verlo y saber la verdad será mi fin.

—¡Cállate...! —le digo molesto y doy un paso hacia fuera—. Mi mamá no lo sabe —le susurró con enojo y Jackson arquea una ceja, curioso.

—¿El qué?... ¿Qué eres un mesero? —Bromea y no puedo creer que está situación la encuentre graciosa.

—¡Hijo! ¿Por qué tardas tanto? —¡Mierda, mi mamá! Estoy aniquilando a Jackson con la mirada, pero el miedo es más fuerte que mi desprecio, estoy aterrado por lo que vaya a pasar en ese momento.

—¡Mamá...!

—Buenas tardes, señora. —Jackson se limita a saludarla tomando sorpresivamente su mano para besar su dorso. Hyen lo mira estupefacta por un segundo, pero cambia su expresión, apenas logra apreciar mejor su aspecto y un pequeño sonrojo aparece en sus mejillas.

"Esto tiene que ser una maldita broma" Grito internamente. A mi madre no le puede gustar este tipo.

—Por favor deje presentarme, mi nombre es Jackson.

—Mucho gusto. —Hye se acaricia la mano y lo mira con encanto—. ¿De dónde conoce a mi Mochi?

Mierda... lo miro aterrado por lo que pueda decir.

—Mochi —Repite el apodo que mi mamá me puso desde pequeño y me observa antes de contestar—. Soy un amigo, lo conocí cuando fui al café donde trabaja, estupendo servicio por cierto. —sonríe.

Siento un gran nudo en mi estómago al imaginarme lo peor y suelto el aire retenido en mi diafragma al escuchar su respuesta. Jackson me mira de reojo y me guiña un ojo, en ese momento me doy cuenta de que la noche apenas comienza y que el peligro está muy lejos de querer alejarse de aquí.

—Pero qué grosero eres Jimin... ¿Dónde están tus modales jovencito? Deja que Jackson pase —Hyen me reprende. No se da cuenta de que lo último que quiero es que este hombre se quede un segundo más aquí. Ni loco dejó que este tipo entre a mi casa y conviva con ella.

—¡No!...—digo fuerte—. Él es un hombre ocupado y seguramente tiene mil cosas que hacer, solo paso a saludar. ¿Verdad?. —Le sonrío falsamente, rogando que de una vez por todas me deje en paz, aunque sé que él no es alguien que acepte un rechazo tan fácilmente.

—No, para nada, tengo tiempo libre. —Se encoge de hombros y sonríe de nuevo. Cierro mis ojos por un segundo como signo de derrota, al menos lo había intentado. Mi mamá está encantada y sonríe feliz ante el invitado. De mala gana me hago a un lado para que pase, pero es tanta su desfachatez que no le importa tomarme por la cintura y trata de besarme, mientras mi mamá camina delante de nosotros. Gracias a Dios no se da cuenta de nada

Lo golpeo fuertemente sin lograr algo, Jackson se aleja, pero sigue con su estúpida sonrisa pegada a su cara y eso solo hace que me enfurezca a un más. No tengo que describir cómo me siento en ese momento, tener a un mafioso que solo busca tener sexo conmigo, cenando en mi casa junto a mi mamá, no era precisamente como hubiera querido pasar mi día de descanso. La incomodidad con el miedo florecen de mi ser. Me tiene en sus manos, si se le ocurre decir algo más estoy acabado, y que mi mamá lo bombardee con mil preguntas no ayuda en nada a mi tranquilidad. ¿Para qué quería saber cómo nos habíamos conocido? Aún recordaba ese día y no era algo que quisiera que ella supiera. Por suerte Jackson contesta muy bien y no ha dicho nada que me ponga en peligro.