✼𝓔𝓵 𝓟𝓻𝓮𝓹𝓪𝓰𝓸✼ Kookmin

《Extra Parte 1》

Su rostro es tan apacible, con sus labios formando un pequeño puchero mientras duerme plácidamente a mi lado.

Las sábanas de la cama, apenas cubriendo su curvilíneo cuerpo, dejan al descubierto su torneado y esponjoso culo.

Mi vista recae en la viscosa esencia que recorren sus muslos y el sentimiento de orgullo se instala en mi pecho. Es así como sueño tenerlo siempre, realmente exhausto y satisfecho. Tengo que admitir que muchas veces quien terminaba exhausto soy yo, mi hermoso esposo comparte conmigo el extremo gusto por el cuerpo del otro.

Sonrió cuando se remueve y suelta un gemido somnoliento al sentir mis caricias en su cintura, me encanta que su cuerpo reaccione a mí, aun cuando él no sea totalmente consciente.

Lo atraigo hacia mí, uniendo su espalda con mi pecho. Hundo mi nariz en su cabello, su olor me fascina siempre lo hace. Me vuelve loco de todas las formas posibles y lo amo de igual manera.

—JK... —Jimin susurra tomando mi mano para que lo abrace aún más.

Sin ser consciente, Jimin empieza por rozar su hermoso culo contra mi falo. Esto no pasa desapercibido para mí ni para mi amigo que poco a poco se va poniendo duro.

Suelto un suspiro cuando escucho su respiración tranquila, la cual me hace saber que se ha quedado dormido nuevamente.

Acaricio su culo ligeramente, no quiero quedarme con la necesidad de poseerlo antes de levantarnos de la cama.

Siendo muy cuidadoso meto uno de mis dedos en su entrada, Jimin se remueve al sentir la intromisión, mi dígito resbala por el semen y lubricante anterior, por lo que no será difícil entrar en ese lugar.

Alzo una de sus piernas, alineando mi pene fuera de su entrada y chupo con osadía su oreja. Mi lindo esposo vuelve a despertar mientras le susurró al oído.

—Estás tan delicioso, bebé —le digo en el momento en que muevo mis caderas haciendo que Jimin suelte un gemido alto—. Sí, justo así. —Sigo susurrando.

Jimin ahora está totalmente despierto, gimiendo con cada estocada que le doy.

—Oh, Jungkook... ¿Qué... Joder... que haces? —dice entrecortadamente.

—Solo te estoy dando los buenos días amor —sonrio mientras aumento el ritmo a mis movimientos.

—¡Vas a matarme! —beso su cuello. Dejo su pie arriba de mi muslo y llevo mis manos a uno de sus pezones donde empiezo a jugar con lo duro que está.

Jimin entrelaza su mano en mi cabello y gira un poco su rostro para que podamos unirnos en un beso.

Ahora mi atención la tiene su pene semi erecto, lo masturbo y Jimin gime aún más alto. Su linda voz diciendo mi nombre es lo que más me encanta a la hora de hacerle el amor.

Con mi pulgar esparzo su pre-semen en la punta de su pene y sigo moviendo mi mano de arriba abajo aún ritmo considerando mientras mi falo entra y sale de su entrada formando un sonido obsceno. Muerdo con ligereza su hombro y mi lindo rubio abre la boca con asombro y excitación.

Sé que no puede más y desea liberarse y lo que yo amo más es darle lo que él quiere, así que salgo de él y me posicionó con sus piernas en mis hombros.

Jimin muerde su labio cuando vuelvo a entrar en él. Y suelta un mohín cuando toco su punto dulce.

—¡Kookie... ahí... de nuevo...! —me suplica con sus ojos acuosos.
¿Quién soy yo para negarle algo a esa preciosa cara?—. ¡Sí, ahí, ahh, más!

Me inclino hacia él y tomo sus labios, nuestras lenguas conectadas, saboreando el uno del otro.

Jimin se empieza a masturbar y cuando siento cómo sus paredes anales comienzan a presionar deliciosamente mi pene no puedo no dejarme llevar por la necesidad de llenarlo nuevamente con mi esencia.