Pasé el resto del día, bebiendo café mientras lloraba en silencio en la sala de descanso. La sangre de Alastor seguía en mis manos.
Millie vino por mí a la hora de salir y me acompañó hasta mi apartamento. Despidiéndose de mí en la puerta.
El lugar estaba impecablemente limpio, como yo acostumbraba. Mi habitación lucía diferente. Mis sabanas y mantas eran rojas, como las de Alastor, y en lugar de mi peluche raído, había uno nuevo con forma de ciervo bebé.
Seguía cubierta de sangre. Así que me di una ducha y tiré toda la ropa ensangrentada a la basura.
Me miré al espejo. Mis ojos estaban enrojecidos, en mi hombro, la marca de los dientes de Alastor seguía en su sitio. Me quedé mirando mi reflejo largo rato. Hasta que el vapor se disipó. Me puse mi pijama de siempre y encendí la televisión, las noticias hablaban de un incidente en un edificio cercano a la casa de Alastor, había mucha sangre en el lugar. No quise mirar, así que encendí el switch y jugué un Zelda hasta que el sueño me venció.
Durante 4 semanas, mi rutina fue la misma. Ir a trabajar, beber café, comer poco, jugar videojuegos y salir cada tercer día al SingBaby con los chicos. Ninguno de ellos mencionó a Alastor, y respetaron mi espacio mientras bebía alcohol hasta olvidar la tristeza, para subir al escenario a cantar con pasión, canciones de desamor. Cada ves que salíamos, nuevamente algún pobre diablo se acercaba poco a poco a mí. Sin embargo, ya no llegaban a intentar besarme o invitarme a salir. Tan pronto como tocaban mi mano o mi hombro. Daban un paso atrás y se despedían rápido.
Esa noche, estando ya en el DanceBaby, me senté en la mesa con Koi, observando al pretendiente de la noche mientras se alejaba.
- Koi. ¿Alastor nos ha seguido en estos días en que venimos aquí? – No podía encontrar otra explicación al extraño fenómeno que se manifestaba a mi alrededor.
Koi me miró por un segundo y sonrió con indulgencia. Estiró su mano y movió mi cabello a un lado para descubrir mi hombro. Señaló la marca en mi cuello.
-Esa, es una marca de acoplamiento, Monique. Mientras la tengas, no serás de nadie, mas que del demonio que te la puso. – Hizo una pausa, pues del otro lado de la pista, Alex me hacía señas para que bailara con él.
- Claro, siempre hay un atrevido que no le importaría morir en el intento de cortejar a una demonio marcada. – Koi me miró de reojo, evaluando que tanto había bebido.
- Monique, hay un extraño rumor en internet, que ha estado dando vueltas desde hace unas tres semanas. Es sobre ti. Y el hombre que destazaron en tu presencia. – Lo miré pasmada.
- Que tipo de rumor, Koi – Mi voz era pausada y seria.
- Necesitas leerlo con calma. Te lo estoy enviando a tu correo electrónico. – Estaba por darle las gracias, cuando "Staying Alive" de los Bee Gees empezó. Alex ya estaba sobre mí y me jalaba al centro de la pista para bailar. Bajo el ritmo de la música y el calor del movimiento, olvidé todas mis preocupaciones y dejé que Alex me llevara por la pista. Su mirada tenía un brillo especial.
Después de una hora y media de bailar sin parar, me sentí cansada y me despedí de los chicos.
Subí a mi auto y arranqué cuando alguien se lanzo sobre mi parabrisas. Grité. Era Alex.
- ¿Me llevas? – Su sonrisa era extraña.
Le abrí la puerta y subió. Estaba nervioso.
A la mitad del camino, bajo la excusa mas boba, insistió en que fuéramos a mi departamento a tomar un café.
Llegamos y encendí las luces. El lugar estaba casi igual que siempre. Con la diferencia de que, había algunas mantas sobre el sillón y una almohada.
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Trembling
RomanceHola. Lo que comenzó como un proyecto loco de un AlastorXYou, es ahora una precuela e historia paralela a Oh My Alpha, narrada en primera persona, que contiene explicaciones a muchas de las cosas que pasaron o pasarán en la historia principal. La t...