Second Season/ Part 9: Injured

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"Que cálido"

"Suave"

"¿Porqué seguimos besándonos solamente?"

Echando de lado las limitantes de mi vinculo con Alastor, mi cabeza seguía considerando la posibilidad de un encuentro con el barón, que en esos momentos me tomaba la cintura, halando de mi cuerpo para acercarnos. Pero estaba un poco cohibida, por que el beso ya había durado mucho, y no parecía que quisiera pasar a la siguiente base.

Nos separamos y busqué en su mirada algún indicio de incomodidad. Pero estaba tranquilo y una ligera sonrisa se asomaba mientras me acomodaba un mechón de cabello tras la oreja.

Nos pusimos de pie de un salto y levanté la cara para no romper el contacto visual.

Ahora sí había tensión y aumentaba exponencialmente. Se inclinó para besar mis nudillos.

"Bueno, ya fue. Vamos a preparar café" pensé y me preparé para darme la media vuelta. Pero él se agachó y volvió a besarme.

Le rodeé el cuello con mis brazos, para no dejarlo escapar.

El beso volvía a prolongarse. Esto sería un ciclo sin fin. Abrí la boca y le mordí el labio inferior. Mis manos en su cuello, percibieron el gruñido de placer que provocó mi osadía. Sonreí cuando su lengua se aventuró dentro de mi boca. Gemí cuando nuestras lenguas entraron en contacto.

Nos separamos y el se incorporó, buscando algo en mi rostro. Yo estaba consciente, de que mi cara estaba perdida en las ganas reunidas de veinte años en abstinencia.

- Mademoiselle... - Me tomó nuevamente de la cintura.

- Su excelencia – El apelativo me salió espontáneamente, y creí que sería incómodo, pero solo hizo que los ojos del barón brillaran con más intensidad y una sonrisa traviesa apareciera en su rostro.

Tomé sus manos y las empujé hacia abajo. Eran grandes y delgadas, y se hundieron suavemente en mi trasero, levantándome del piso y llevándome hasta la barra de la cocina.

Sentada sobre esa superficie fría, quedaba justo a la altura. "Ojalá no salga ninguno de los chicos" Mis amigos seguían durmiendo en la habitación de las visitas.

Las manos enguantadas del barón recorrieron mis muslos por debajo del vestido. La urgencia de tenerlo cerca se apoderó de mis piernas, que lo rodearon para acercarlo a mí. Mis manos con destreza y rapidez, desabrocharon su camisa y recorrieron su abdomen y pecho hasta subir a su cuello, arrancando un suspiro de sus labios.

Sus besos cálidos eran deliciosos, me recorrió el cuello y desabotonó el frente de mi vestido, dejando ver mis pechos dentro de un sostén blanco.

Los tomó con ambas manos y pasó su lengua entre el surco que se formaba entre ellos. Eché la cabeza para atrás y gemí apretando más sus caderas contra las mías.

- Su excelencia, la... la habitación está en esa dirección, al fondo del pasillo... - titubeé. ¿Cómo iba a hacer esto sin morir desangrada?

La manera en que se humedeció los labios me hizo aguantar la respiración. Me bajó de la barra, deleitándose con la imagen de mi pequeño cuerpo sin zapatillas. Estaba por cargarme como princesa cuando escuché un sonido familiar.

"Hey, hey mama said the way you move, Gon' make you sweat, gon' make you Groove.."

¿Quién me estaba molestando en un momento tan importante? Refunfuñe y me asomé a ver la pantalla de mi móvil. "Ahh... ella."

Estiré el brazo para contestarle a Charlie Magne, pero la voz de Alastor me saludó en su lugar.

Le sonreí al barón, mientras tiraba de la pretina de su pantalón hacia mí.

TremblingWhere stories live. Discover now