El negro de la noche infernal, comenzó a clarear. El amanecer traía consigo incertidumbre y pesadez. Tomé la mano de Monique. Temblaba.
- ¿Crees que esté muerto? ...Nathaniel... -Su pregunta me hizo sentir una punzada de culpa. Yo había causado esto y nadie se animaba a decírmelo.
Un autobús sonó la bocina para poder entrar a la finca. Monique se apresuró a recibirlos.
De él, bajaron un puñado de desconocidos y al menos tres decenas de niños.
Sus amigos y los de Charlotte salieron de la mansión, se apresuraron a reunir a los pequeños y organizarlos para el desayuno, llevándolos en tropel tomados de las manos. Afuera, Monique acomodó a los demonios adultos en un círculo y los hizo tomarse de las manos un segundo.
Me acerqué para verlo de cerca. La voz de Monique sonaba segura y transmitía esperanza.
- Con esa visión que les he mostrado, es con lo que se van a enfrentar. Yo he estado frente a uno de ellos, y no me hirió. Y tampoco lo hará con ustedes. –
Les pidió que hicieran parejas siguiendo su instinto. Ella y otros cuatro demonios se quedaron solos. Después les indicó que podían entrar a desayunar.
- ¿Quiénes son esas personas? – inquirí, colocando mi mano en su barbilla.
- Las mujeres son las siete omegas del distrito residencial. Y las otras personas son alfas con poderes curativos, como yo. Los únicos con ese poder en los nueve círculos.– Dejó de hablar y giró el rostro hacia la ciudad. La columna de humo del SingBaby seguía ahí, el lugar se consumiría por completo.
Inhalé profundo y solté un suspiro.
Como Rey era un fracaso. Podía tener todos los elementos requeridos, pero el carisma y respeto que infundía Lucifer, era incomparable. A su lado, yo era solo un demonio más alto, fin.
Juraba que lo ocurrido no había derivado de esa inseguridad, pero estaba engañandome.
Había entrado en pánico al tener a todos mis seres queridos reunidos en ese lugar, con la amenaza en frente. En mi desesperación, lo inyecté con mi veneno. No podría decir cuánto, y eso era lo que me preocupaba más.
Como hace años, la televisión y demás medios de comunicación, dejaron de ser fuente confiable de información, así que la incertidumbre sobre la noticia de la muerte de Nathaniel, me caía como una cubetada de agua helada.
El veneno de los Von Eldritch era famoso por su letalidad. Años atrás, su único sobreviviente necesitó del poder curativo de Monique y medidas de soporte vital, para sobrevivir.
Y ahora, con la noticia de que todos los demonios que podían ayudarlo, estaban aquí en la finca, no me quedaron dudas de que el chico estaba muerto o pronto lo estaría.
Suspiré.
- Monique... en estos años que llevamos en el poder, muchas veces he pensado que me equivoqué al no pensar en una estrategia que no involucrara la muerte de Katie Killjoy. –
Me quedé callado. Monique no sabía de la cantidad de personas que se sublevaron después de la muerte de Killjoy y se unieron bajo un mismo estandarte, a las que había sido necesario darles caza y eliminar, con el fin de evitar una rebelión. El resultado había sido, la paz, un objetivo loable, por supuesto.
Pero había pasado por alto que, Villa Caníbal era un sitio importante. Azotado con fuerza por los ángeles exterminadores, año tras año.
Un lugar en el que no existía un solo beta. Y todos sus habitantes eran Alfas, que fluctuaban en el nivel más alto de poder.
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Trembling
Любовные романыHola. Lo que comenzó como un proyecto loco de un AlastorXYou, es ahora una precuela e historia paralela a Oh My Alpha, narrada en primera persona, que contiene explicaciones a muchas de las cosas que pasaron o pasarán en la historia principal. La t...