Third Season/Part 7: Dinner

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- De acuerdo, tu ganas. – Harold me soltó las manos y se limpió el rostro. Estaba realmente abrumado, y eso que solo habíamos pasado un par de días sin hablarnos.

- Ven aquí cariño. – Le extendí mis brazos y el me derribó sobre el pasto. Nos reímos, él volvió a llorar, esta vez de felicidad. Metió mi dedo anular izquierdo en su boca para volver a hacer el vínculo. Pero me negué.

- Tiene que ser especial. –

El se sentó a mi lado y señaló el pentagrama. En ocasiones, parecía estar hecho de polvo flotante. O tal vez era cosa de nosotros.

Las risas de Annie y Henry, nos hicieron voltear y seguirlos con la mirada hasta que entraron a la mansión, tomados de las manos

Harold siguió con la mirada a Charlie, que iba en dirección a la mansión.

- Ella lo resolverá... - murmuró Harold.

- Esta tarde, la pasé muy bien... - confesé, sonrojada.

Harold se puso de pie y bajamos despacio hasta la carpa, en donde nos unimos a varias parejas en una danza lenta y muy pegadita.

- Querida... - Harold me susurró al oído. Hice un ademán con la cabeza y bajé mis manos de su cuello para apoyarlas en su pecho.

I'm not surprised

Not everything lasts

I've broken my heart so many times

I stopped keepin' track

Talk myself in

I talk myself out

I get all worked up

Then I let myself down

Sonreí y me recargué en su pecho. Era "Haven't Met You Yet" la primera canción que cantó para mí. Hacia casi dieciocho años, en el Sing Baby.

Estaba muy feliz, estar en sus brazos me reconfortaba. Avisté a Madame Rosie entre los invitados y toqué el hombro de Harold un par de veces para que se diera cuenta también.

- ¿Qué hace ella aquí? – La paz y felicidad se esfumaron en seguida.

De pronto, sentí la urgencia de encontrar a Henry, ¿Seguirían dentro de la casa? Busqué a Alastor entre los presentes. Tampoco estaba ahí.

"Iremos a consumarlo ahora mismo"

Las palabras de Antoinette retumbaron en mi cabeza. Oh mierda, si estaban haciendo justamente eso, y Alastor los pillaba, las consecuencias caerían sobre mi bebé.

Me adelanté y jalé a Harold para que me siguiera, con murmullos le expliqué la situación y pude ver el enojo en su rostro.

- Son un par de niños querida. No creo que estén hablando en serio. Y si lo están, esa cualquiera me va a escuchar. –

Era muy extraño verlo hablar de esa forma acerca de una mujer, pero no tenía la energía para discutir sobre eso.

Nos acercamos con cautela a la mansión y llegamos al vestíbulo.

- ¡Henry! – Grité yo. Si estaban haciendo lo que me temía. Mas valía ponerlos bajo aviso y que se cubrieran al menos

- ¡Antoinette! – Bastó que Harold gritara su nombre de una vez, para que Alastor y Charlie se asomaran desde el despacho de Lucifer. Me sentí estafada. "Fui una tonta al suponer que ella los vigilaría y no verificar."

TremblingWhere stories live. Discover now