Third Season/Part 1: Welcome

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Busqué en todas partes algo de información. Busqué en el libro del arca. Pero solo había textos antiguos sobre la jerarquía de cada mundo. Y los puntos bajo los cuales se había creado el infierno, con Lucifer como su dirigente principal.

No encontramos absolutamente nada. Me sentí frustrada y preocupada. Y para empeorarlo todo, fuimos llamados para presentarnos en la mansión de los Magne al dia siguiente.

Teniendo la experiencia previa. Sabía que no existía un lugar en todo el infierno, para escondernos de Lucifer. Así que al dia siguiente nos vestimos y pusimos rumbo en el híbrido hacia el primer circulo del infierno. Un nivel arriba de ciudad pentagrama.

Tenía años sin subir a los círculos superiores. Desde que busqué a Alastor como una exnovia loca, sin encontrarlo. Y claro, cuando fui prisionera en las celdas del sótano.

El lugar parecía sacado de las series literaria de Tolkien. Enorme, hermoso, con jardines y estructuras de mármol blanco y rosa. No recordaba que fuera tan hermoso. O talvez era por que tenía el corazón destrozado la ultima vez que paseé por ahí.

En el pasillo principal, me encontré con un mural en el techo abovedado, que simulaba la capilla Sixtina, pero con demonios y alimañas infernales.

-El Rey podrá ser un cabezotas, pero me agrada su sentido del humor. – Harold se detuvo para hacer que bajara la voz.

- Querida, ellos aún no saben los detalles. No quisiera que me separaran de ti. – Nunca lo había visto tan nervioso y ridículo. Reprimí una sonrisa.

- Harold, yo estoy segura de que ya saben. – Harold hizo aspavientos y giró varias veces en el pasillo, con las manos en el mentón. Murmuraba posibles respuestas.

- Cariño. Troné los dedos y el libro del arca apareció en sus manos. – Casi lo arroja al piso, como si se tratara del arma del delito. Era muy difícil para mí aguantarme la risa. Acomodé a Henry en mis brazos y lo olfateé. Ni un rastro de su esencia omega.

- No, querido, me refiero a que este libro está en nuestras manos por que así lo quiso Lucifer. – Harold volvió a poner su dedo en sus labios pidiéndome que bajara el volumen.

- Lo que menos quiero es que se entere de que lo usamos para... lo que lo usamos. – Sonreí. Lucifer estaba justo detrás de él. Hice una breve reverencia y Harold se quedó helado.

La cara que puso cuando al fin cayó en cuenta de que el verdadero arquitecto de lo que habíamos vivido en los últimos meses, era el rey de los infiernos, fue muy graciosa. Mi Harold siempre tenía una cara seria, o sonrojada, cuando lo sometía con mis tentáculos. Pero nunca una cara de tonto.

Lucifer y yo nos reímos. La reina Lilith se acercó para conocer al pequeño Henry, y, debo admitir que casi se me saltan las lágrimas, cuando Lucifer anunció que seríamos admitidos como parte de la familia real.

- Si he de dejar el infierno en manos de alguien más. Con la mente de Harold, tu sagacidad y el buen corazón de ambos, se que estará bien. – Después dio un par de vueltas con Henry hasta que las lágrimas resbalaron por sus mejillas.

Era obvio que, a pesar de como se habían dado las cosas, amaba a su hija con locura, y no podía soportar la idea de que estuviera en el mundo humano, oculta.

Lilith lo consoló, con la idea de que faltaba un par de meses para que pudiésemos traerlos de vuelta. El abrazó a su esposa y desplegaron un poco de incómodo amor frente a nosotros.

"Ahora se por que Charlie se mudó." Pensé para mis adentros.

- Una vez que te coronemos. – Se dirigió a mí. – Todo caerá en el lugar que le corresponde.

TremblingWhere stories live. Discover now