El SingBaby era un café-bar que tenía un escenario y karaoke. Mis amigos sabían que yo no bebía alcohol, así que siempre quedábamos de vernos en un lugar que tuviera barra de café también. El lugar era uno de mis favoritos en toda la ciudad.
Al entrar, Alexander brincó sobre mí. Era muy alto, y tenía unas marcas alargadas en las mejillas de las que salían unos bigotes cuando se transformaba en jaguar. Habían apartado la mesa del frente, junto con mis otros amigos, Manny, Adele y Koi. Este último era un apodo, por supuesto, su verdadero nombre era Louis.
La mesa estaba frente al pequeño escenario en el que los clientes subían a cantar. Mis amigos, ya tenían el micrófono listo para mí. Me reí. Alex me extendió una taza diminuta, con un expreso y brindamos, "por el infierno".
Los cinco habíamos sido amigos en vida, y a su lado había vivido las experiencias más arriesgadas a las que me expuse. Conforme fuimos creciendo, Adele y yo nos convertimos en madres, y de los chicos, solo Manny se casó, pero no tuvo descendencia. Al morir el primero, Alex, que llegó con heridas graves al hospital donde yo trabajaba en ese entonces, tomó mi mano y se despidió con un "Nos vemos en el infierno". Me reí al recordar aquello, en ese entonces, los presentes me miraron muy mal, sin entender sus últimas palabras.
La última en morir fui yo, y por supuesto, todos me recibieron con una fiesta. Ellos me cobijaron en lo que pude encontrar una forma de trabajar y vivir.
- Monique, feliz aniversario. -Alex chocó su shot de tequila con mi café expresso.
Me obligaron a subir al escenario. La luz daba de frente sin lastimar los ojos, pero no permitía que el que cantaba viera al público.
Busqué una canción en el panel táctil frente a mí. Y me preparé para cantar.
Mis amigos rieron juntos cuando "Sugar Town" comenzó a escucharse. Les sonreí con inocencia y canté balanceándome de un pie al otro, como niña buena.
Terminando mi canción, Adele subió conmigo sin dejarme bajar del escenario, y en el micrófono gritó.
- "Levanten sus copas por esta hermosa mujer, que hoy cumple seis años de llegar a este lugar, ¡¡El mejor para pasar la eternidad!!" – Estaba un poco ebria, sus pequeñas orejas de armiño se asomaban al igual que su cola larga y esponjosa. Hubo un grito general de júbilo.
Eligió "Chandelier" de Sía y empezó a cantar. Lo hacía terrible, así que me dejó terminarla mientras ella solo hacía los coros.
Esa canción era difícil, pero impulsada por la cafeína, mi interpretación fue perfecta. Mis amigos subieron a bailar a mi lado. Alex tomaba mis caderas sin acercar mucho su cuerpo a mí. Fingía que era uno de esos bailarines ofrecidos de los performances. Yo sonreí y lo empujé bromeando.
Mi voz retumbaba en las bocinas del lugar. Llevada por el ambiente ridículo que mis amigos pusieron a mi alrededor, mientras cantaba, hacia ademanes al ritmo de la música, como si estuviéramos en un concierto de verdad. Terminamos la canción cantando codo a codo Adele y yo.
Cuando las luces bajaron, el lugar estaba lleno y se escuchó un aplauso general. Alex me cargó de los hombros para bajarnos del escenario, quedando él arriba. Eché una ojeada al público, Millie estaba ahí con su novio. La salude y me saludó de vuelta. Estaba por sentarme, cuando lo vi. El destello de esos ojos rojos.
El Demonio de la Radio estaba en una mesa relativamente cerca a la mía, con un vaso con algunos hielos y una botella de whiskey. Levantó su vaso hacia mí y le sonreí despreocupada. Aunque esos ojos rojos, me inquietaban un poco.
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Trembling
RomanceHola. Lo que comenzó como un proyecto loco de un AlastorXYou, es ahora una precuela e historia paralela a Oh My Alpha, narrada en primera persona, que contiene explicaciones a muchas de las cosas que pasaron o pasarán en la historia principal. La t...