Capítulo Veinticinco.

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Gianna tuvo que llevarse la mano a la boca para ahogar el grito de desolación que amenazaba con salir de su garganta.

Y, entonces, recordó la fiesta en la que se habían conocido en Londres y cómo Zayn se había acercado a ella y no le había preguntado si era Gianna Rossetti, sino que lo había afirmado.

Sabía exactamente quién era.

Había ido a por ella.

¿Formaba parte aquello del plan de venganza de su familia?

«¡Corre!», le dijo su cerebro.

Gianna se giró para irse, pero recordó entonces otro diálogo con Zayn.

«¿Vas a volver a irte sin darme la oportunidad de decir algo, de explicarme?».

Aquello la hizo dudar.

¿De verdad podía haber una explicación para lo que acababa de oír? ¿No acababa de expresar sus sentimientos por ella de manera suficientemente alta y clara?

A pesar de que no quisiera casarse con ella, Gianna estaba decidida a no huir, así que tragó saliva y dio un paso al frente.

Si Zayn Malik no quería casarse con ella bajo ningún concepto, si había fingido lo del compromiso y la había seducido con el único propósito de vengarse de su familia por algo que creía que había hecho su padre en el pasado, iba a tener que decírselo a la cara.

Ya estaba harta de huir de la realidad.

Gianna se echó el pelo atrás, se pasó la lengua por los labios y avanzó hacia el salón.

Zayn oyó que se abría la puerta que había a sus espaldas, pero no le dio importancia hasta que vio la cara de asombro de su madre.

Entonces, se giró.

-Gianna...

Estaba más guapa que nunca, ataviada con un precioso vestido blanco, pero también lo estaba mirando con más desprecio que nunca.

Entonces, Zayn se dio cuenta de que no era cierto.

En aquel tiempo, había aprendido a conocerla de verdad y se daba cuenta de que, aunque estaba intentando con todas su fuerzas mirarlo con desprecio, no era un desprecio de verdad.

Era obvio que Gianna había oído la conversación entre su madre y él y había ido al salón dispuesta a decirle, de una vez, lo que pensaba de él.

-Habría preferido que las cosas no ocurrieran así -le dijo mirándola a los ojos.

-¿Ah, no? -contestóGianna con frialdad.

-No.

-¿Habrías preferido otro evento familiar? -se burló.

-No...

-¿Entonces? ¿Hasta cuándo ibas a engañarme? ¿Qué querías? ¿Quizás estirar la situación todo lo que diera de sí para humillarme al máximo?

¿¡Humillarla!?

Aquello pilló a Zayn completamente por sorpresa.

-¿Te parece que mi propuesta es una humillación? -le preguntó, dolido sobremanera.

-¿Cuándo me ibas a dejar plantada? ¿En el altar? -gritó Gianna a la vez que él hacía su pregunta.

Los dos se quedaron mirando a los ojos confusos.

¿Humillación?

¿Dejarla plantada en el altar?

-¡No! -dijeron al unísono.

HUMILLACIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora