Pequeño Omega Izuku x Katsuki (+18)

Capitulo 15: Una cita, un consejo.

Narrador Omnisciente.

Ellos no podían estar juntos...

Pero ya era demasiado tarde.

Se habían unido aún cuando no debían.

Estaban destinados aún cuando el futuro así no lo quería.

Una pelea entre el futuro y el destino. Ambos batallando por ver quién obtenía la victoria, el destino queriendo que se forme una bella historia de amor, o el futuro...

Quien desea ser realista y no desea que entre la bella y anhelada fantasía en su linea temporal.

Sin embargo, el destino se encarga de los hechos que ocurren en el futuro sin importar si él esté o no a favor. ¿Verdad?

Allí se encontraba Himiko,  compartiendo la misma mesa que el chico que su padre le había escogido y ella deseaba desde que era solo una niña. Una psicópata y asesina niña.

Mentiras.

¿Qué son?, sin lugar a dudas lo que Katsuki Bakugo pondría en práctica.

No sería fácil lograr que el tiburón entrara en la red, pero con esmero lo haría.

—¿Y bien? — sonrió jugando con su copa. — ¿A costa de qué haz aceptado hacer esta cena?

Ella no estaba confiada en absoluto, pero le parecía divertido juguetear con el perro rabioso.

— Ya estoy cansado de fingir.— habló. —  Al principio solo no quería que mi madre se llevara la total razón al haberte escogido como mi omega, todo porque me gustaba llevarle la contraria, ya sabes. — suspiró pidiendo fuerzas para lo que estaba a punto de hacer.— Pero la verdad es que he devuelto al otro omega con el que estaba encaprichado a la agencia. Porque tu me gustas. Himiko, estoy deseando que seas mi chica.

La actuación del rubio era bastante impecable, esas palabras eran las que ella había deseado escuchar desde el principio, sin embargo ella aún no ponía su total confianza en él.

Justo en ese momento recibe una llamada telefónica.

No dijo ni una sola palabra y revisó la pantalla de su móvil, viendo la cara de su hermano. Estando en otra situación no le hubiera contestado a su estúpido y miserable pero sexy hermano.

Pero justo ahora requería de él, pues lo había enviado a examinar a ese omega que le hacia la competencia y seguro le traía noticias.

— Espera un momento. — alzó la mano la joven y se levantó para alejarse un poco.

Bakugo no dijo nada más y empezó a desear que el día acabara pronto.

— ¿Qué traes de nuevo hermanito? — susurró.

— Fastidio. El puto omega está marcado ya y no creo que me lo pueda tirar así de fácil.

— ¡¿Qué dices?! — gruñó esta vez más alto y miró hacia Katsuki.— ¡¿Marcado?!

— Para ti debe ser bueno, buenisimo. Lo marcó el imbécil mejor amigo de tu tan amado "Katsuki", así que calmate. Él ya no podrá estar con ese bombom, aunque eso no significa que yo no me lo vaya a tirar. Lo haré aunque esté difícil, te juro que ese omega está bueno.

— Ahorrate tus comentarios expresando tus pésimos gustos, solo... Me haz hecho muy feliz con esta noticia. — sonrió. — te pagaré cuando vuelva.

— Te esperaré entre las sábanas.

Entonces, ella cortó la llamada. Se acercó a el rubio y  lo vio con esos ojos llenos de satisfacción, luego le dio un beso corto y casto en los labios.

— Estoy tan feliz. — sonrió.

Katsuki fingió una sonrisa aunque por dentro se retorcía del asco.

— Entonces finalmente has decidido abandonar a ese capricho tuyo, buena elección. Katsuki— se lame los labios.
La chica se acerca peligrosamente a él.

— Entonces, ¿qué te parece si abandonamos este lugar y tenemos una verdadera cita?

[…]

Midoriya lucía incómodo.

Inseguro.

— Tendré que mantenerte aquí mientras pensamos en algo.— susurró. — después de todo tienes un contrato que debes cumplir y estar fuera de la agencia te perjudicaría.

— Pero con ese alfa... Estar dentro también me haría daño. — susurró el omega con temor.

— Te entiendo, pero no podemos hacer las cosas de manera precipitada y debemos también encontrar la forma de ocultar tu olor sin inhibidores, o después de tanto tomarlos...

— Quedaré estéril. — completó la frase.

El alfa asintió.

Midoriya suspira sin saber que hacer, Kacchan está por ahí en algún lugar a solas con una loca maniática que lo quiere solo para ella. Y él está aquí, a solas con un alfa lejos de la agencia sin saber que hacer.

Estaba preocupado, estaba angustiado.

— No te preocupes más.— dijo con voz calmada el de las dos mitades.

Él asintió.

— Trataré.

La sala permanecía silenciosa.

— ¿Vives aquí solo? — sintió curiosidad.

— Si, así es. Me alejé de mi padre para vivir por mi cuenta.

— ¿Por qué?

Él baja la vista.

— Oh, lo siento... No quería...

— No, no es nada que deba ocultar.— sonrió forzadamente.— ¿A veces no has sentido que el mundo es como un vaso de vidrio que se quiebra en tus manos?, si... Por supuesto que lo haz sentido.— suspiró. — también sé que mis problemas nunca se compararían con los tuyos pero...

— Cuentame, todos solemos tener una carga sobre nuestros hombros que nos duele, nos pesa. Puede que no sea tan grande como la de los demás, pero es tu carga y aún así te duele. Por eso te entenderé.

El corazón de Todoroki latió acelerado ante las palabras del omega.

— Mi padre siempre fue una persona egoísta, quería que cumpliera las cosas que él no pudo realizar. Él tenía para mi expectativas que jamás podré cumplir y no porque no pueda hacerlo... Si no...

>> Porque yo también puedo sentir y hay cosas por las cuales deseo luchar. Jamás apoyaré la forma en la que nos trató a mí y a mi madre, a ella la lastimó de tal modo que la envió a un hospital. Midoriya, siento que la presión de su sangre me persigue... A veces temo llegar a ser como él o que me encuentre y me controle a su antojo... Como una marioneta.

El peliverde le sonrió con dulzura.

— No ocurrirá. Porque la vida nunca nos pondrá pruebas con las que no podamos cargar. ¿Me ves?, estoy aquí, con vida... Junto a ti, es por eso que debo agradecer porque todos estos problemas me han hecho fuerte. Muchas veces me he cuestionado, me he sentido inseguro... Pero confío en que avanzaré.

>> Tú deberías hacer lo mismo y demostrar... Que puedes lograr cosas maravillosas, mucho más increibles que aquellas que tu padre quería que lograras... No por competir con él o para probarle algo... Sino, para entender... Que sientes más amor por ti mismo y por las cosas que haces, porque no puedes vivir atado a una mentira.