Pequeño Omega Izuku x Katsuki (+18)

Capitulo 6: La cita.

Ya era de mañana, el peliverde se estira en la cama y luego de un bostezo abre los ojos, encontrándose con una mirada carmesí.

Al analizar la situación, da un giro en la cama debido al susto y cae al suelo.

— ¡¿Qué haces imbécil?! ¡Vuelve a la cama! — ordenó.

Él tragó saliva y obedeció.

— Me...¿me espiaba mientras duermo? — inquirió.

— Obvio no, si te estuviese espiando estuviera escondido por ahí.— respondió como si fuera una pregunta estúpida. — Solo... te observaba.

Esa mirada intensa carmesí recayó en la verde del pecoso.

— Yo...

— Escucha, Deku. — dijo el rubio.— le ordené al idiota cuatro ojos manos de metal que venga a quitarte esa inutil tobillera. Mi chico no tendrá que estar sometido a esa esclavitud sin sentido.

Eso sonrojó al pecoso. "¿Su chico?" luego sonrió al darse cuenta de que realmente se había preocupado por haber sido presente de lo que le había ocurrido al desobedecer el contrato.

— Yo...he...bueno... Muchas gracias por su preocupación.— luego sonrió por primera vez desde que llegó.

¡Malditas feromonas! Bakugo quería lanzarse sobre él y hacerlo suyo, pero un paso a la vez. Él estaba imprimado, por lo que estaba muy seguro de sus sentimientos. Pero este omega apenas lo conocía y debía conquistarlo como se debía, o eso le aconsejó Todoroki.

Bakugo lo observó muy bien, esa sonrisa pintada en su labios rosados para él era incluso más hermosa que los ángeles del cielo.

— No me trates de "usted"

— ¿Y cómo quiere que lo trate Bakugo-sama?

Rodó los ojos.

— Mira, tienes que tratarme con más confianza. No eres un sirviente ni mucho menos volverás a ese prostíbulo.— le aclaró.

Tan solo imaginar lo que hacía con otros omegas le daba celos.
— Aquí serás tratado como yo. Como si fueses un alfa.

Eso confundió al chico.

— Pero... soy un omega.

— Que pronto estará comprometido. — completó. — Te dejaré solo para que desayunes.

[…]

Bakugo se dirigió a su habitación en donde se encontraba su mayordomo alistando dos copas.

— ¿Qué tal te fue? — habló.

Él suspiró.

— Pues... no lo sé, al principio me excitaba que me temiera, amaba ver su pequeña carita de pánico. — entonces bajó la vista.— Todavía me sigue excitando
... pero no sé si quiero que me siga temiendo.  Digo... eso no lo va a enamorar.

Todoroki rió.

—  Entonces deja tu temperamento a un lado y trata de ser más dulce. — le pasó una copa.

— Es fácil para ti decirlo, idiota mitad mitad. Eres bastante callado.

Rodó los ojos fastidiado.

— Sabes muy bien que no siempre fui así. También tuve problemas para controlar mi ira debido a mi padre. — le recordó.

El rubio se recostó en el sofá luego de tomarse la copa de golpe.

— Lo sé, lo sé.

El padre del chico, era un hombre muy machista y mujeriego. Maltrató a su madre durante la infancia de éste llevándola a parar a un hospital psiquiátrico.