Capitulo 19: El valiente Mineta. [EDITADO]

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Ya era de noche,  los planes estaban saliendo conforme lo planeado. Toga tomó  su celular y contactó con el hospital en el que se encontraban los padres de Bakugo. 

— ¿Le inyectaron lo que les mandé? — cuestiona la omega con voz autoritaria, casi parecía un alfa.

Al recibir respuesta asiente satisfecha. En ese momento, entra Ten acompañado de Mineta, el cual no se le despegaba desde que llegó.

— ¿Seguro que no quiere que lustre los zapatos?— insistió por enésima vez.

— ¡No! — respondió éste irritado.

Entonces, Mineta observó el lugar, lo reconocía muy bien. Esa oscura habitación... Miró con detenimiento los contenedores llenos de cadáveres, observó los hilos rojos que estaban cruzados unos con otros unidos a imágenes de Toga, Bakugo,  su familia...

Observó desde arriba en el techo la ventilación que ahora habían sellado con cemento. 

Ese lugar  le producía escalofríos y recuerdos traumantes llegaron a su mente.  Tragó saliva.

— "Papá, nos están observando".

Era él,  aquél niño que en aquella ocasión había delatado su presencia y por culpa de sus nervios el omega terminó por estropearlo. 

Él parecia no recordarlo.  Esperaba que así  fuera.  De pronto,  el corazón de Mineta se aceleró, su esencia a moras impregnó la habitación llamando la atención del alfa.

Toga por su lado,  no percibía  nada.  Era una omega y estaba concentrada en su conversación telefónica. 

— ¿Tienes miedo enanito? — finalmente lo mira con una sonrisa de medio lado. 

El aroma que Mineta desprendía sin duda era maravilloso. 

Él se tragó  sus emociones pensando en su amigo y se esforzó por volver a sonreír.  No volvería a ser cobarde nunca más. 

— No amo, estoy bien. Estoy aquí  para servirle. — su sonrisa fue lo más dulce que pudo.

Algo más llamó la atención del alfa y era que el efluvio de moras seguía desprendiéndose del omega. Si seguía teniendo miedo,  ¿por qué sonreía de ese modo?,  eso lo irritaba. 

— Bien,  todo está listo. Parece  que hoy un alma irá al cielo,  o al infierno  quien sabe.  — rió. 

— ¿Segura que quieres matar al padre del perro rabioso?,  recuerda que podría  morderte. — bromeó.

Ella no dejó  de sonreír.

— Tonterías.  Perro que ladra no muerde,  además,  soy más  lista que él,  no podrá conmigo.  Averigué todas y cada una de sus artimañas, tengo la vida de todos los que le importan tendiendo de un hilo y si quiero, puedo cortarlo y destruir a más de uno.

Mineta solo se quedaba anonado observando la maldad en los ojos de esa chica,  luego en una esquina se percató de algo. 

Dos personas estaban atadas e inconscientes,  por lo que veía uno era pelirrojo y el otro era rubio intenso... Entonces,  se dio cuenta de que el pelirrojo era Kirishima,  otro de los amigos del hijo de sus patrones Katsuki Bakugo y Shoto Todoroki,  siempre solían  jugar juntos en la mansión.

¿Por qué Himiko los había secuestrado?. Mineta no entendía nada, él no estaba al tanto de todos lo hechos y mucho menos que ellos estaban secuestrados por querer cooperar para hundir a los Himiko.

— ¿Y este enano qué? — ella se percató de su presencia.

— Ah,  es mi nuevo esclavo.  Por cierto,  quiero ir a estrenar a mi omega. Me gustaría  ver el sufrimiento en sus ojos,  ya sabes como eso  me vuelve loco.

La chica rodó  los ojos.

— Bueno,  vete fuera de aquí con tus pésimos  gustos.  — le corrió, empujandolo fuera mientras éste se carcajeaba. — ¿Y tú que ves enano?,  vete a limpiar o que se yo. 

Él  asintió  y se fue sin más. 

(...)

Deku se encontraba en la habitación, su mirada divagaba, sus ojos se mostraban inexpresivos, sin vida.

No tenía ni idea de lo que estaba pasando fuera de ese lugar en donde estaba encerrado. No tenía ni idea de que Bakugo estaba en ese lugar, de que Kaminari y Kirishima estuvieran secuestrados, de que el papá de Bakugo estaban a punto de matarlo con una inyección letal.

No tenía idea de nada.

Él solo estaba allí, inexpresivo.

Entraron en ese momento, Ten y Mineta. El rubio sabía que el de enano le iba a estorbar en ese momento, sin embargo, no le importó. No se lo estrenaría sin antes, mostrarle todo lo que ocurría en la agencia. Quería mostrarle de lo que su familia era capaz.

Tomó al Omega del brazo frenéticamente y por consiguiente se lo llevó entre los pasillos de ese lugar. Mineta evidentemente los persigue.  Luego, llegan a un oscuro lugar lleno de pantallas, cada pantalla mostraba las cámaras de seguridad del área.

Allí se mostraban calabozos. Desde el escape fallido de Mineta y Midoriya instalaron cámaras en las áreas.

— Observa esto— dijo.

Una de las cámaras señaló la sala de los castigos. Un Omega estaba encadenado allí y siendo maltratado a latigazos, se podía ver cómo gritaba desgarradoramente, pero no podían oír nada de lo que veían.

— ¿Recuerdas eso?

Mineta tembló, claro que lo recordaba. Mientras tanto, Deku lucía igual de inexpresivo.

— Mira quién está aquí.— entonces mostró otra de las cámaras y vió a Bakugo, quien se encontraba caminando en los pasillos.— va en busca de su nueva novia. Himiko Toga. No le importas, no le interesas, por eso yo... Voy a marcarte como mío.

En ese momento, se acercó cuidadosamente al cuello de Midoriya. Mineta al ver esta escena, preso de los nervios, se lanzó sobre Ten.

Ten solo se sacudía de un lado a otro tratando de quitárselo de encima.

— ¡MALDITO ENANO! ¡ESTROPEAS TODO!

Posteriormente se lo saca de encima y le da una patada que lo hace volar y golpearse contra las pantallas de las cámaras de seguridad.

Los ojos de Midoriya recuperaron su brillo, su inexpresión cambió a pavor luego ver a su amigo siendo aplastado por varias de las máquinas.

— ¡MINETA!— chilló.

Eso no impidió salir al chico de los escombros. Estaba lastimado, su pequeño y frágil cuerpo.

Toga se acercó a Midoriya nuevamente pero entonces Mineta volvió a lanzarse y recibió la mordida en lugar de su amigo.

Mineta sintió su cuerpo arder. Ardía, dolía. Si sangre se estaba combinando con la de su enemigo.

— ¡MIDORIYA! ...— dijo adolorido.— ¡No... volveré a permitir que seas lastimado... ¡Huye!

El peliverde temblaba, Ten estaba muy enojado y tomó a mineta del cuello. Ahorcandolo.

— ¡HAZ ARRUINADO TODO MALDITO ENANO!

Mineta empezó a llorar.

— No me importa morir... Asfixiado ... Para demostrar... Lo que vale mi mejor amigo para mí.

Pequeño Omega Izuku x Katsuki (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora