VIII

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—Esperen aquí —dijo la enfermera y cerró la puerta antes de irse.

—Creo que la profesora me tratará peor al llegar tarde —dijo Erick y rió sin dejar de mirar la entrada a la enfermería.

—Tú... —tomé la mano de Erick haciendo que me mirara.

—Oh. ¿Cómo te sientes? —con su mano libre comenzó a acomodar mi cabello.

—Mucho mejor ahora.

—Sí, ya te curó un poco el dolor —reí.

—No, me refiero a que tu tacto me hace sentir mejor —sus mejillas se sonrojaron.

—Y-Yo no creo que haya estado bien que me defendieras. Prefería que me sigan golpeando a mí antes que a ti —retiró la mano que estaba en mi cabello.

—Pero yo preferí lo otro. ¿Sabes, Erick?

—¿Qué?

—Te diste cuenta que... ahora nos tratan mal a los dos, ¿No? —me miró un momento.

—Sí.

—Bueno. Creo que haber comenzado a juntarme contigo fue una de las mejores desiciones que tomé.

—¿En serio?

—...Te quiero.

Sus ojitos tomaron un espléndido brillo poco a poco, encantándome.

—Juro que si pudiera moverme sin quejarme por el dolor te abrazaría —se quedó en silencio un momento.

—C-Chris... ¿Crees que pueda ir a visitarte a tu casa después de clases?

—Sí —sonrió.

—Espera. Permiso —tomó mi mochila y sacó un pequeño papel junto con un lapicero—. Anotame la dirección.

—Claro —una vez que terminé de escribir lo guardó en su bolsillo.

—Tengo que ir a clase. ¿Te molesta si te dejo solo?

—Para nada. Ve y avísame por mensaje si se te insinuan de nuevo esos estúpidos y verás que vendré a defenderte de nuevo.

—¿Quién te crees que eres, Christopher Bryant? no te recuperarás de un segundo para el otro.

—Créeme que lo haré si sé que te quieren hacer algo —acaricié el dorso de su mano con mi pulgar.

—Estás... estás muy cariñoso.

—Lo sé —se ruborizó nuevamente.

—T-Tengo que irme.

—Ve —me miró.

En un rápido movimiento depositó un casto besito en mi mejilla apenas herida, tomó su mochila y fue hasta la puerta.

—Ah, y... yo también te quiero —terminó por decir antes de salir.

Yo me quedé sonriendo como imbécil.

Con tanto cariño que sentía creía que ni un golpe me habían echado encima, sólo una gran cantidad de afecto por un chico.

...

"Me enamoré de un chico,
y a decir verdad,
no me siento enfermo,
es más,
me siento bien,
muy bien".

Revélate Ante El Mundo || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora