XIII

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Ya íbamos 2 meses de relación.
Las cosas seguían igual, al parecer no había señales de que serían diferentes.

—¿Qué?¿Por qué? —pregunté al oir su respuesta luego de invitarlo a casa.

—No, mi mamá no me va a dejar porque va a pensar que estamos saliendo.

Iba a pedirle una explicación más exacta, pero al paso de unos segundos mi cabeza hizo click y entendí que no había explicación más clara que esa.

—Y... ¿Cómo hiciste para ir a verme el otro día luego de los golpes?

—Me escapé. No quiero escaparme de nuevo.

—¿Te escapaste?

—Sí. Mi mamá y mi papá son muy exigentes con mis horarios y quienes me rodeo. Ellos intentan "cambiarme" y temen que me junte con alguien que me ate a mi "condición".

—Pero diles que soy un amigo.

—Chris, quiero ir, en serio —sujetó mi mano—. No sabes qué agradecido que estoy con que mi madre no se haya enterado de que me junto contigo, porque por lo que sé el director no ha hablado con ella aún.

—¿Y qué pasaría si se enterara?

—No sé y tampoco quiero sab-

—Qué asco. Vayan a otra parte, estúpidos —a la par de las palabras de ese estudiante Erick quitó su mano de la mía.

—Gays de mierda.

Me quedé quieto al igual que Erick.
Ahora todos en ese sector nos veían con atención y remordimiento en sus miradas.
Era la primera vez que dejaba que me dijeran cosas como esas y me quedara callado.
Estaba siendo cobarde.
Estaba siendo lo que no quería ser para Erick.

—Él es Erick, ¿No? —se oyó un susurro. Miré a Erick quien veía el suelo.

—Sí, el homos-

Antes de que esa muchacha terminara su oración sujeté a Erick y comencé a correr llevándolo conmigo hacia el salón.
Apenas ingresamos noté que no había nadie y cerré la puerta por más que sabía que eso no debía hacerse.

—Hey —tomé su rostro entre mis manos. Su mirada inquieta en busca de algo que no decifraba me alarmaba y mantenía asustado. Quería entender qué es lo que quería decirme su mirada y no podía.

—... N-no —negó con sus ojos cristalizados y quitó mis manos de su rostro. Caminó hasta la puerta—. No quiero que digan más cosas. Esto es lo que pasa. Todos son chismosos. Todos aman opinar sin ser parte de la situación. Todos son fanáticos de ver el dolor ajeno mientras a ellos no les afecte. Siempre fue así y hay que acostumbrarse —trataba de limpiar su rostro con desesperación—. No podemos hacer nada para cambiar esto.

—No digas eso. Ellos no tienen por qué decirnos esas cosas. No hacemos nada malo.

—No, no lo hacemos, pero no podemos enfrentarlos. No sabemos combatir palabras que hieren. Tal vez sí pudiste hacerlo con los golpes, tomaste el riesgo porque lo físico sana. Las palabras duelen, marcan y a veces jamás llegan a cicatrizar.

Me quedé mirándolo en silencio.
Él regresó hasta mí. Estuvo a punto de hacer algún contacto físico, pero se frenó.

—Sé fuerte. No les enseñes tu dolor. Pon tu mejor cara y enséñales de lo que estás hecho. Esta vez no tengo que sanar solo, estás conmigo y no sabes cuánto me motivas. Yo haré lo mismo contigo.

...

"Me daba un ángulo nuevo de todo
lo que podía ver.
Me hacía comprender las frases
que siempre supe y no tenían sentido".

"Él me hablaba de las marcas
que dejan las palabras
y él era una persona
que comenzaba a dejar marcas".

Revélate Ante El Mundo || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora