Mi profesor de piano [YoonTae +18]

Capítulo XXIX

-¡TaeHyung!- grita con desesperación, intento acercarme a él, estiro mi brazo para poder sostenerlo pero simplemente no lo alcanzo.

-¡YoonGi!- grito mientras lágrimas comienzan a descender, me es difícil mantener los ojos abiertos por mucho tiempo.

Ambos luchamos para podernos sostener de nuevo y salvarnos, no puedo creer que esto esté sucediendo. De la nada se escucha un fuerte estruendo y pedazos de fierro, acero, entre otras cosas comienzan a caer, miro hacia arriba, el jet ha explotado.

Vuelvo mi mirada hacia YoonGi, trato de tomarlo de la mano de nuevo para protegerlo de toda esa materia que está cayendo y puede hacerle daño, pero ya no solo tenemos esa complicación, nos estamos acercando al suelo.

-¡Activa el paracaídas!- ordena con notable angustia, niego con un movimiento de cabeza- ¡Hazlo!- grita

-No lo haré hasta que no te tenga- respondo acercándome lo más posible a él

-No seas estúpido, solo abre el maldito paracaídas y sálvate- su voz me da un poco de miedo

-Ya te dije que no, eres mi vida entera, no te dejaré- mi voz se entrecorta al decir esto, al él escuchar esto parece que entra en razón

-Extiende tu brazo lo más que puedas- hago lo que me pide y él igual lo hace, nos estiramos un poco más y un alivio inmenso se hace presente al tomar ambos nuestras manos.

Lo abrazo con fuerza y cierro los ojos con fuerza para después activar el paracaídas, este sale rápidamente mientras comienza a descender lentamente.

YoonGi y yo nos mantenemos abrazados como si no hubiera un mañana hasta que tocamos el suelo, desgraciadamente, como no sé bajar terminamos tropezándonos y cayendo al suelo, por suerte él queda encima mío. Abro los ojos, lo reviso rápidamente y noto que solo tiene algunos raspones, nada grave.

-Estamos vivos- digo en voz baja, él solo sonríe y asiente con un ligero movimiento de cabeza- ¡Woo! ¡Estamos vivos!- exclamo con alegría para después abrazarlo y tirarnos al suelo de nuevo

-¡Idiotas! Creímos que iban a morir- dice SeokJoong algo alterado, los demasiado llegan junto con él, la sonrisa que tengo en el rostro no se borra para nada, me hace tan feliz el hecho de que hayamos sobrevivido a esto.- ¡No sonrías así, estúpido! ¿Te das cuenta que estuviste a punto de morir y estás sonriendo?

-Por eso mismo, Joong, porque ni YoonGi ni yo estamos muertos, sobrevivimos- respondo para después ponerme de píe y ayudar a mi chico, nos sacudimos las ropas y después nos abrazamos, YoonGi esconde su rostro en mi cuello y después susurra:

-No sabes cuánto te amo

-Tú tampoco lo sabes- respondo en voz baja, lo separo un poco y dejo un pequeño beso en sus labios.

-Tsk, andando, no tarda en anochecer- es lo único que dice al vernos besándonos, maldito amargado.

YoonGi y yo no hacemos más que separarnos, tomar nuestras manos y comenzar a caminar, SeokJoong va al frente, los demás detrás nuestro.

Miro nuestro alrededor, hay muchos árboles, se siente tanta humedad, hay sonidos como de grillos, los mosquitos están atacando a SeokJin, estamos en la selva, ¿pero de qué continente y en qué selva, carajo?

-¿A dónde iremos?- cuestiona HoSeok con un pequeño Jimin en brazos, lo está protegiendo de los mosquitos, qué tierno.

-No lo sé, a buscar refugio por lo menos para pasar la noche- responde el mayor de manera fría.

-¿Osea que no sabes ni siquiera a dónde vamos?- cuestiona SeokJin en el mismo tono que su hermano, el más amargado frena en seco y da media vuelta, se acerca de manera amenazante a su hermano