Capítulo XLIII

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Pov TaeHyung

Mis ojos no podían creer lo que veían, su voz, su rostro, todo él está aquí, ¿pero cómo? No lo pensé más así que corrí a abrazarlo y besarlo, es como un sueño.

-Creí que te había perdido- digo entre sollozos y lágrimas, me resulta increíble que sea verdad esto.

-Yo creí lo mismo, TaeHyunggie...- hace una pausa para esconder su rostro en mi cuello- perdóname, enserio perdóname- pronuncio una y otra vez, lo separo un poco de mí y coloco un dedo en sus labios

-Shhh, no hay nada que perdonar- aparto mi dedo, cuando hice eso noté varios golpes y rasguños en su rostro- ¿Qué te sucedió?- cuestiono con notable angustia

-Ah, eso... Bueno, cuando la camioneta explotó algunos pedazos volaron hasta donde yo estaba así que intenté correr para que no me diera ninguno pero terminé cayendo- ríe al contar eso, no habría podido vivir sin su risa

-¿Pero qué pasó? ¿Cómo fue eso?- necesito respuestas, quiero saber qué carajos pasó. Antes de responder suelta un pesado suspiro, me está angustiando cada vez más.

-Tae, no quiero conversar sobre ello ahora, ven, vamos a descansar un rato- al decir esto toma asiento en la orilla de la cama y estira sus brazos hacia mí para que vaya con él.

-No, cariño, quiero saber...- me interrumpe

-Tae, por favor, ahora no quiero hablar de eso, solo quiero estar contigo- supongo que tiene sus razones para no querer decirme, en fin, no hago más que recostarme con él en la cama, lo abrazo con fuerza tal y como si se fuera a ir de mi lado. He estado por perderlo en más de una ocasión, ya no más.- Solo puedo decirte que estaremos más tranquilos ahora- susurra a mi oído, sus palabras hacen que un escalofrío recorra mi cuerpo.

-Bésame- pido separándome un poco de él, sus ojos brillan tanto.

-Lo que mi futuro esposo quiera- responde para después unir sus labios con los míos, "mi futuro esposo", esas palabras resuenan en mi mente, no puedo estar más feliz ahora.

Se separa un poco de mí, toma mi mano izquierda y observa el anillo que se encuentra adornando tan bien mi dedo, deja un pequeño beso sobre el accesorio de oro, debo admitir que es hermoso.

-¿Cuándo nos casaremos?- cuestiono con una sonrisa, estoy ansioso de convertirme oficialmente en "señor de Min".

-El día que tú quieras, amor- responde acariciando mis manos y mirando mis ojos

-¿Y si te digo que mañana?- acaricio su rostro al decir esto, se queda unos segundos en silencio pero después suelta una tierna risita

-Si eso quieres entonces eso será- responde regalándome una hermosa sonrisa, me ruborizo, no creí que aceptara.

-¿E-enserio?- es lo único que logro responder, siento una emoción tan grande

-Sí, Tae, es enserio- da un pequeño toque en mi nariz, no aguanto más y lo abrazo con fuerza, dejo pequeños besos por todo su rostro, me coloco encima de él y lo abrazo por el cuello, suelto pequeños gritos de emoción.

-¡Gracias, gracias, gracias!- exclamo con alegría, algunas lágrimas de felicidad salen, rodea mi cintura con sus brazos, ríe un poco.

-Será algo solo para ambos, ¿de acuerdo? Cuando seas legal nos casaremos ante todas las personas que quieras, hasta invitamos al Presidente si quieres- dice con ternura.

-Claro, lo que mi Yoonnie decida- aceptaría cualquier cosa con tal de casarme con él, además, que sea algo privado me resulta mucho mejor.

Nos quedamos en silencio unos segundos, pero este silencio dice demasiado, los latidos de nuestros emocionados corazones van a la par, parece como si fueran uno solo. Nos miramos directo a los ojos por unos momentos, no aguantamos más y volvemos a unir nuestros labios en un apasionado beso.

Cuando era niño imaginaba mi vida al lado de una hermosa mujer, planee muchos momentos con mi "chica ideal", creí que ella me daría la felicidad que tanto anhelaba, que ambos formaríamos una hermosa familia juntos. Aquél momento en el que pediría su mano sería inolvidable, la luna de miel sería mágica, tal y como ella la quisiera. Imaginé el olor de su perfume, el color de su piel, sus hermosos ojos, su largo y hermoso cabello, su brillante sonrisa, hasta llegué a imaginar el sonido de su linda voz, lo que jamás creí ni imaginé fue que no sería una chica sino un hermoso hombre que me hace sentir maravillas a su lado, con él he vivido demasiadas cosas, la mayoría de esas cosas han sido malas pero hemos sabido salir de todo eso, me protege y ama más que a su propia vida, él me hace tan feliz, mucho más de lo que algún día imaginé.

Min YoonGi es el hombre que le hacía falta a mi vida, era lo que siempre había deseado sin imaginarlo, mejor dicho, era lo que necesitaba para encontrar la felicidad, no he amado a nadie más que a él en lo que va de mi vida... Me ha salvado de la pesadilla que era vivir con mis padres y, aunque para muchos esto que estamos viviendo parezca mucho peor lo prefiero ya que lo puedo tener a mi lado, puedo hacerlo tan feliz como él a mí... Y ahora estoy viviendo como en un sueño, mañana nos casaremos, mañana estaremos oficialmente unidos hasta que la muerte nos separe. Ambos nos damos el complemento que siempre habíamos querido, que siempre habíamos buscado, pero siempre en las personas equivocadas.

-Te amo tanto, Kim TaeHyung- dice colocándose sobre mí, un sonrojo aparece en mi rostro haciéndose cada vez más intenso.

-Y-yo también te amo, Min YoonGi, como no tienes idea- respondo para después ocultar mi rostro con mis manos. La verdad, estas últimas veces que hemos hecho el amor me he sentido tan nervioso, tal y como si fuera la primera vez. Toma mis manos para después volver a besarme.

-No es la primera vez que te veo desnudo, tampoco es la primera vez que te hago mío- susurra entre el beso claramente con la intención de provocarme.

-Entonces hazlo- muerdo mi labio al decir esto, a veces no me reconozco ni a mí mismo. Pero claro, la felicidad siempre tiene que ser interrumpida por un tercero:

-¡Min YoonGi! ¡Abre esa maldita puerta!...

Mi profesor de piano [YoonTae +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora