Hermanos | Loki y Tu |

Mal royo

Prácticamente el resto de días fueron igual. Al final no se bañaron porque las señoras espiaban cada paso que podían ver que daban los dos hermanos, y si Loki salía al jardín sin camiseta ya le miraban mal. Al parecer no eran muy amantes del agua, o al menos del baño. Parecía que no tenían nada mejor que hacer que, estar allí pegadas al cristal, espiando cada paso que daba cualquier vecino. Y aunque si no eran vecinos, las señoras les conocían. Una vez pasó una señora que Loki y ___ conocían por ser la madre de un niño que iba a la academia en la que trabajaban, y esa familia vivía súper lejos de aquella zona, y mas aún del edificio en el ellas vivían, y les pudieron oír decir su nombre exacto, el nombre de su hijo, marido y a que se dedicaban cada uno. Incluso sabían que el hijo de la señora no se le daba muy bien ni las matemáticas, lengua ni la historia, y que iba a una academia para eso. Era cierto. Eso era lo que le enseñaban, y desde entonces sus calificaciones habían subido mas.
De vez en cuando, ___ hablaba con alguna vecina de allí, que todas eran muy jóvenes. Todas le decían lo mismo:
- Esas señoras no son humanas. Se saben la vida de cada una de las personas de esta ciudad. Hay un club de gente de la tercera edad en el centro de la ciudad y que allí se enteran de todo.
Por fin, tres semanas después, las señoras se fueron de la casa de sus hijos (bueno, Encarna sobraba un poco, pero da igual).
- Ya nos veremos - se despidió la señora Pilar.
- No, por favor... - susurró Loki.
- Nos veremos antes de que os deis cuenta de que no estamos - añadió la señora Encarna.
- Como no se nota que nunca están... - susurró entre dientes ___ con sarcasmo.
Ella estaba harta de las vecinas. Siempre que la pillaban en el jardín, aunque fuese para coger un libro y volver a dentro, la enganchaban para darle consejos de maternidad, y la señora Encarna seguía mandándole indirectas de que antes de tener hijos que ella y Loki se casasen. Incluso a veces, se lo decía sin disimulo:
- Ya nos invitaréis a vuestra boda, que supongo que no faltará mucho...
A Loki le molestaba la señora Amalia para que le diese consejos para parecer físicamente tan fuerte. Seguía planeando que Albert se hiciese tan fuerte como él, pero a escondidas de la señora Pilar.