Owen fue despertado temprano por la joven Luna, lo hizo con dulzura. Esa amabilidad no impidió que el chico se molestara con ella. En cuanto estuvo listo fue llevado ante Sancha, la anciana llevaba un buen rato esperándolo. Era fácil de deducir el tipo de cara que tenía puesta Murder, odiaba a la señora por obligarlo a hacer cosas que no le gustaban. Como casi siempre, fue ella la primera en romper el hielo: —Héroe, es momento de empezar vuestro entrenamiento, está en desventaja con respecto a los otros, debemos cambiar eso. Entre más pronto entrene será mucho mejor.
—Espera, frena el carro. Yo nunca dije que entrenaría.
—Tampoco dijo que no lo haría. Vamos, sígueme—Prince se quedó parado en el mismo lugar como si fuese una estaca, estaba renuente a cumplir órdenes y menos de una vieja loca, calificativo que solía emplear para referirse a ella a sus espaldas. Sancha sin siquiera mirarlo, como hizo con anterioridad, le hablo:—Está bien—se encogió de hombros— ¿Seguro que no quieres tener la fuerza para pelear contra los monstruos y de ese modo llegar a otro pueblo? Bueno, es tu problema.
—Ya voy, espere—se apresuró a decir mientras la seguía.
—Frena el carro, ¡ustedes los héroe y su lenguaje! Ja, ja, ja— una carcajada salió de pronto de los labios de la vieja, fue espontánea. Murder la comparaba con la de una bruja. Ambos llegaron a una pequeña casa, Sancha se detuvo a un metro de ella, al parecer esperaba algo. Owen la miraba con desconfianza ¿Por qué se habrá detenido de improviso? ¿La casa tendrá algo que ver con mi adiestramiento?—pensó para sus adentros— con voz autoritaria le pregunto— ¿Por qué nos detuvimos?
—Es aquí, la persona que va a hacerse cargo de tu entrenamiento vive en esa casa—la señalo con el dedo, era pequeña y su construcción similar a las demás casas del pueblo, parecía pertenecerle a unos indigentes pero en comparación con las que había visto esta sería una mansión.
—Entonces deberíamos ir a tocar la puerta.
—No te lo aconsejo.
—¿Por qué no? —en ese preciso momento se escucharon unos gritos provenientes de la casa, le pertenecían a una mujer, una enfurecida.
La puerta se abrió de par en par, de ella salió rodando un hombre, cayó cerca de Sancha y el muchacho. Detrás apareció una mujer, con un paño amarrado a la cabeza, tenía varias manchas de suciedad que impedían que fuese completamente blanco. Llevaba puesto un vestido marrón oscuro y un delantal con las mismas características del paño. Su rostro estaba enrojecido por la ira, los ojos inyectados de sangre, parecía poseída por un demonio. Su mirada que estaba centelleante de odio hacia el hombre, se apartó de él para fijarse en los dos espectadores, después de investigarlos nuevamente se volvieron al caballero que intentaba ponerse de pie. Alzó la voz:
—Mal hombre, basura de los infiernos, peste asquerosa. No sirves para nada, solo para darme dolores de cabeza —comenzó a llorar, su llanto solo duro unos segundos para luego retornar a sus reclamos—. Yo que di mi vida por ti —hizo énfasis en esta parte y se golpeó en el pecho, como si protagonizará una obra de teatro—. ¿Así como me pagas? Lo tengo merecido debí haberle hecho caso a mi madre, solía decirme que una mujer debe escoger bien al hombre con el que se amarrará la vida entera. El hombre que ya se había levantado se decido calmarla.
—Florecilla—solo la irrito más.
—Nada, calla, no voy a aceptar tus débiles excusas o dejas de vaguear o no regreses.
Owen se decía a sí mismo que no deseaba una esposa como aquella, Sancha por su parte miraba el espectáculo sin el más mínimo interés, estaba acostumbrada, le habló en el oído a su acompañante.
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The Lost Glory [ #Prewings]
Fantasy¿ Qué pasaría cuando una persona que esta acostumbrada a los lujos pierde su comodidad por ser invocado en otro mundo? ¿Crees que alguien arrogante y mimado podría cambiar y ser el héroe que ese mundo necesita? Owen Murder Prince era un hombre qu...