The Lost Glory [ #Prewings]

Capìtulo 12

—¿Qué dices? No lo comprendo, antes no la quería y luego sí. A ese Noga le gusta variar. Me pregunto cómo sería Sancha de joven, por lo que sé, era muy guapa.

Lamber tosió para que dejara de hablar, levantó una ceja y lo miró fijo.

—Te diré que no sé con detalles que clase de relación mantenían, no me habla mucho de ello. Yo y Wallace éramos muy jóvenes, no estábamos al pendiente de esas cosas. Noga se hizo compañero de Frederick, entonces sucedió lo peor que pudo haber hecho el héroe, se volvió loco y asesinó a todos sus compañeros excepto a Noga. Todos le echaron la culpa al pobre, era su mano derecha y no pudo detenerlo. Le dieron la espalda, sobretodo Sancha.

—¿Por qué hizo eso? —Lamber callo—. Debo saberlo, dímelo.

—Tengo prohibido hablar de ello —le habló de un modo que Owen no pudo hacer más preguntas sobre el tema.

—Entiendo ¿qué pasó con Meliana?

—No pudo soportar el suplicio de estar sin su amado, se suicidó con veneno.

—¿Y Bela?

—Eso es parte de la historia del héroe anterior a ti.

—Gracias por contarme.

—A ti por escuchar.

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Sobre el campo manchado de sangre, rodeado de varios cadáveres, se encontraba un joven, este usaba una armadura rojiza, en su mano derecha cargaba con una espada. Era el único que continuaba respirando en aquella zona, su rostro pálido reflejaba la locura que se había adueñado de él. Los asesinó a todos, a quienes alguna vez fueron sus fieles camaradas.

Su pelo era movido por el suave soplido del viento, lo único que lo acompañaba. Tan fuera de sus cabales estaba que se había arrancado los ojos para no ver la matanza que iba a realizar, solo tenía dos huecos enormes ocupando ese lugar, la sangre cubría su cara; no sentía dolor, ni remordimientos, solo placer y felicidad por haberse deshecho de lo que creía su debilidad. Escucho a alguien acercarse a toda velocidad, supo de quién se trataba. El recién llegado quedó destrozado cuando presenció la escena de los cuerpos rígidos de sus camaradas en la tierra, cayó al suelo lleno de dolor.

—¿Qué has hecho Fred? Mataste a tus amigos y a tres de los otros héroes. Toda Scar está en tu contra. Venciste a Bela pero a cambio te perdiste a ti mismo ¿acaso no piensas en Jaenis?

—Cállate Noga, hago esto por ellos, para que todos vean lo poderosos que somos—gritó encolerizado—. ¿Por qué no lo entiendes? —se calmó un poco.

—Sabe quién soy, aún hay esperanza de detenerlo. No se ha perdido por completo —pensaba Noga mientras ideaba una manera de recuperar a su amigo.

—Fred escúchame, sé qué haces todo esto por nosotros, pero el matar a tus compañeros ¿era necesario?

—Sí, ellos eran un obstáculo, como lo estás siendo tú ahora.

—No, yo soy tu amigo—intentaba persuadirlo.

—¿Sabes que, Noga? No voy a seguir hablando contigo, es que ya no quiero hablar—dijo sonriendo.

Cuando terminó de reír, se cortó la lengua por sí mismo con la hoja filosa de su espada, sangre manó de su boca y el pedazo de carne cayó al suelo cerca de su camarada. Noga no sabía qué hacer ante aquella situación, había perdido el control y nadie podría ayudarlo. El cuerpo de Frederick desprendía un humo negro, conocido como miasma, en ese mundo era energía usada por un único ser: El Rey del Espanto.

La espada ensangrentada de Frederick atacó a su camarada, este estaba tan ensimismado por lo ocurrido que no pudo defenderse correctamente y su cola fue eliminada en el proceso. Pudo percibir el temor de su amigo y el odio de impotencia, los ataques no se detuvieron, todo su cuerpo fue marcado con el filo de la espada del héroe, al que empezaban a llamar: El Héroe Loco de Jaenis.