Owen se encontraba sentado sobre una silla rústica, hecha de madera. La habitación era pequeña, contaba con una sencilla cama y una mesa. Las paredes estaban descoloridas y el piso hecho de piedras, no tenía nada de especial. Daba sensación de pobreza, esto no era del agrado de un hombre como Murder, quien no se hallaba solo, acompañándolo estaba la anciana que lo había abrigado. Esta les pidió a los otros que la dejaran tener una plática a solas con el muchacho una vez que este se vistiera.
Desesperado por conseguir alguna explicación se colocó de forma rápida las ropas, aunque no les gustaran, no muy agradables, por cierto, parecían de labrador. Ahora que la tenía al frente, pudo observarla mucho mejor, era de unos 70 años aproximadamente, sus cabellos tan blancos como los de la joven, poseía un rostro arrugado y envejecido por la edad. Una verruga en la mejilla izquierda, su nariz pequeña y respingada, labios gruesos. También lo observaba en silencio, con una mirada apagada, carente de brillo. Durante unos instantes no hablaron, hasta que por fin él se decidió: —Bien señora, ya que usted no piensa hablar, lo haré yo. Tengo muchas preguntas y muy pocas respuestas, por no decir ninguna —el chico se expresó con arrogancia.
La señora respondió calmada
—Mi nombre es Sancha, ¿qué es lo primero que quieres que te responda?
—Como irme de aquí —volvió a ser arrogante y altanero.
—No se puede.
—¿Por qué no? —Owen estaba sorprendido con esa respuesta cortante, que no esperaba para nada.
—Solo se puede traer a alguien del otro mundo, pero regresar jamás, así son las cosas ¿Algo más?
—¿Cómo que algo más? Ni siquiera me respondió bien la pregunta.
—Ya le dije que no se puede regresar, este ahora será tu nuevo hogar, tienes una gran responsabilidad en tus manos.
—Sí, la de volver a mi casa ¿Cómo pudieron traerme a este mundo? —preguntó enojado el muchacho, quien al escuchar tantas negativas de retorno, se había encolerizado y también estaba desesperado.
—Con magia, no importa cuál haya sido tu vida de antes ahora eres nuestro héroe, quien va a salvarnos a todos.
—¿Qué? Discúlpeme, pero se equivoca, no soy nada de eso. Yo soy un joven millonario que desea regresar a su casa.
—Eso es imposible, ya te lo mencioné. Lo único que te queda es tomar el papel que se te ha otorgado en esta historia.
—Yo quiero irme a mi mundo, no es justo que me hayan invocado sin mi consentimiento. Yo tenía una gran vida, una buena. Cualquier persona mataría por poseerla y por ustedes fue interrumpida —Sancha bajo la cabeza avergonzada, tenía razón en estar enojado
—Es cierto, tienes razón, nosotros interrumpimos bruscamente la vida que llevabas, nada de lo que hagamos va a poder compensar el daño que te hemos causado. Seguro tu familia está preocupada por ti —al escuchar esas palabras Owen recordó la discusión con su hermano y la forma cruel con que trató a su madre.
La única que lo extrañaría sería Eugenia, lo cuido desde pequeño, tal vez sintiera su pérdida. Cambio su tono de voz agresivo a un más relajado.
—Si, mi familia me extraña—mentira, nadie lo haría porque ninguno lo quería.
Sancha volvió a la carga
—Sé que es muy egoísta de mi parte, pero te pido que nos ayudes, eres el elegido. El hecho de que estés aquí no es coincidencia.
—Me niego ¿Cuántas veces tengo que repetirlo?
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The Lost Glory [ #Prewings]
Fantasía¿ Qué pasaría cuando una persona que esta acostumbrada a los lujos pierde su comodidad por ser invocado en otro mundo? ¿Crees que alguien arrogante y mimado podría cambiar y ser el héroe que ese mundo necesita? Owen Murder Prince era un hombre qu...