The Lost Glory [ #Prewings]

Capítulo 18

—¿Eh? Si, lo hago—respondió por inercia.

El hombrecillo resoplo como si fuese un caballo

—Ciertamente eres un tonto, no puedo enojarme contigo.

—Gracias, Teo— dijo Owen con cariño, esa simple palabra fue suficiente para sorprender al jorobado, no lo esperaba para nada, lo dejo sin habla.

Esto le recordó a su señor, era el único que alguna vez le agradeció, su corazón se conmovió, llevaba años guardado ese recuerdo con ternura. Le debía tanto a aquel hombre, que ya había perdido la cuenta de las veces que lo ayudo. Este chico era impredecible, no lo creía capaz de agradecer y menos a un simple jorobado, tampoco se impresiono con su deforme apariencia, empezaba a sentir aprecio por él.

—Espero no equivocarme, chico, pero siento que harás grandes cosas en esta guerra—su propio pensamiento le causo gracia, una feroz carcajada salió de sus labios. Owen lo miro confundido, creyó que había perdido la razón.

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La visita se dio por concluida luego de que Teodoro y Damián ultimarán unos detalles con respecto a las armas, el héroe que no comprendía nada de lo que hablaban, se quedó escuchando, participando solo como oyente.

Al estar unos metros alejados de la casa, el joven armo de valor para decirle al rey una sola palabra.

— Gracias—fue igual que con Teo, nunca dijo algo como eso a nadie, ni siquiera a Eugenia, era irónico que justo ahora fuera la que más repetía, sobretodo en Jaenis.

— ¿Por qué? —pregunto desconcertado.

—Por darme su confianza— terminado ese pequeño diálogo, ambos quedaron en silencio hasta que llegar al castillo.

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El salón de entrenamiento se había vuelto el sitio perfecto para los alardes de Claude en batalla. Todos los héroes estaban reunidos a su alrededor escuchándolo, todos, excepto Owen, su relación con él era muy tensa debido a lo ocurrido ente ambos, aparte de que no era santo de su devoción. Si su nombre hubiese sido Pinocho en lugar de Claude, su nariz fuera del tamaño de un camión. Hablaba de grandes peleas en las que fue el vencedor.

—Pues sí, amigos míos, como les iba contando, yo y mi grupo tuvimos una épica batalla con...

—Un goblin— dijo Fallon con su habitual tono de voz. La forma espontánea en la que los dos hablaron fue lo que mayormente causo la carcajada de todos los presentes en la sala, hasta la de Murder.

—Fallon, tengo ganas de matarte—la cólera del héroe de la espada era evidente.

—¡Qué cosas! Yo siempre tengo las mismas ganas contigo—fue la respuesta de la chica, le importaba muy poco si su compañero se enojase o no.

El resto del día se la pasaron entrenado hasta la llegada de Estefan, interrumpiéndolo con su presencia. Su objetivo era dar un comunicado de parte del rey.

—Héroe, su majestad Damián, los convoca a un banquete que se efectuará mañana en la noche, será en vuestro honor. Desea su participación en el mismo.

—Solo un tonto no asistiría—pronuncio Claude en un tono lo bastante alto como para ser escuchado por todos. Edmundo, siempre a su lado, realizo una sonrisa forzada.

—Sí, así es—pero en verdad pensaba—Rayos, un banquete ¡personas! Tendré que estar al lado de varias, bastante suplicio pase cuando conocí a los otros héroes. Cálmate Ed, tranquilo, es solo un banquete—unas gotas de sudor recorrieron su nervioso rostro, por suerte nadie se percató, no siquiera su amigo.