—Eso es imposible –dijo Glenn –, solo nosotros tenemos ese nivel de biotecnología en todo el mundo –Glenn pensó un momento y miró a Keyla –Ven conmigo, necesito que revises los cuerpos, hay algo que no me va a dejar tranquilo.
—Iré con ustedes.
—Lo siento, Príncipe de la Nación, a tu padre no le agradara nada esa idea –Kaleb cerró sus puños al escucharlo llamarlo de esa forma.
—Si vuelves a llamarme así, Glenn, juró que te mataré. Y sabes que no estoy jugando –El chico se metió al baño riendo. Keyla se acercó a él y salieron de la habitación.
—Aún no puedo creer que no me hayas dicho que eres el hijo del presidente.
—Eso no es relevante.
—Claro que si, Kal. Ese tipo de cosas son las que dices cuando haces amigos. Por eso es que tú y Oliver eran tan importantes, teníamos que traer a salvo a sus hijos.
—Oliver no es su hijo –dijo mirando por la ventana. Keyla lo miró sorprendida –. Oliver mató a su padre cuando tenía seis años. Joseph intentó hacerse cargo de él también, pero sabes como es mi hermano.
—No se dejó –asintió –. Eso es increíble, Kaleb. Ambos tienen un pasado muy oscuro.
—No tienes idea. Creo que ahora entiendes porqué te admiro. Tarde seis años en ganarme la confianza de Oliver y en dejar de tener miedo de dormir en la misma casa que él y tú lo lograste en tan solo meses. De verdad eres especial.
—Si, eso también me lo ha dicho Glenn –Kaleb mandó rodar los ojos con una sonrisa –. Iré por mi equipo forense, te veré en un rato.
—Claro...
Kaleb miró el atardecer y a Gael entrenando en los jardines, miró su listón azul con una pequeña letra "M" y suspiró.
—Estás muerta, y debo hacerme a la idea de eso –un carraspeo lo hizo tensarse y giro hacia su lado derecho para encontrarse a Julian.
—Creo que no debí haber escuchado eso, lo siento.
—No importa.
—Kal, yo no creo que éste muerta.
—¿Porqué lo dices?
—No la vimos morir... Se me ocurre que los Abney la curaron.
—Julian, por más que yo quisiera decir lo contrario, Morgan está muerta.
—¿Cómo lo sabes?
—¡Sólo lo sé, Julian! –respiró profundo –No quiero hablar de esto.
—¿Qué? Kaleb Danvers no quiere hablar sobre la muerte.
—No cuando hablamos de la muerte del am... –hizo una pausa y se corrigió –. De mi mejor amiga. Así como tú no querías hablar sobre Cameron, creí que me entenderías.
—Lo siento, Kaleb... –dijo bajando la mirada –Es solo que estoy muy confundido, hay muchas cosas que no me cuadran y mi instinto científico me incita a investigar.
—No es necesario que lo hagas.
—Pero yo...
—Dije que no, Julian. Dejame solo.
El pelinegro dio un paso hacia atrás, se retiró sin decir nada. Kaleb suspiró y siguió viendo el atardecer pero en el horizonte diviso humo, mucho humo negro que se extendía hacia el cielo. Frunció el ceño y caminó hacia los jardines donde estaba Gael tarareando una canción mientras levantaba sin problemas una enorme pesa.

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V-77 |#2| TERMINADA
Science FictionKaleb y sus nuevos amigos se verán distanciados dentro de la Fortaleza de la Casa Blanca tras haber cumplido la reciente misión, tendrán que aprender a sobrevivir sin esas personas que perdieron. Sin embargo, algunos secretos dentro de la Fortaleza...