Cap 36

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A la semana siguiente Maia llevo a los chicos y chicas a la pista de patinaje y fue algo muy divertido ya que casi todos parecían Bambi tratando de patinar en el hielo.

Camus trato de enseñarles como hacerlo, pero eso era inútil.

-- así no Yassileth, debes relajarte y pararte de esta manera -- le muestra la posición exacta para mantenerse en equilibrio-- si no segiras cayendo.

La castaña asintió y siguió las indicaciones del acuario, aún que perdía un poco el equilibrio ya no era igual que al inicio.

-- así está bien-- dice al deslizarse por la pista.

-- si , ahora solo relájate y piensa que te deslizas por el piso de concreto. -- la chica obedeció y puso un pie enfrente del otro. Se movió despacio y con cautela hasta que por fin lo tuvo dominado se sentía como si fuera un pez bajo el agua , aun qué en este caso seria una pecesita en el hielo.

Camus se sentía orgulloso por la castaña, pero entonces en un momento vio como la joven tomo velocidad y no pudo deterse.

Yassileth les gritaba a todos en la pista para que se quitarán del camino, pero eso fue un gran error, ya que al dejarle libre el camino está se iría a impactar contra una la barra, levantó sus brazos para cubrir su rostro y que el golpe no le diera en la cara , pero al golpear esa barra no la sintió tan dura si no todo lo contrario , el impactante había sido suave. Al abrir los ojos y quitar sus manos de su rostro se dió cuenta que el golpe no había sido fuerte por el echo de que Camus le había amortiguado el golpe. Su rostro estaba a escasos centímetros.

-- ¿Estás bien?-- pregunta el acuario al ver a la castaña sobre sus regazo.

-- Si... -- Yassileth miró en donde se encontraba sentada y rápidamente se levantó-- lo siento -- dice incorporadose pero en eso alguien pasa por atrás y la empuja sin querer, haciendo que la chica vuelva a caer sobre Camus.

-- ¡Oh!¡Lo siento!-- dice el guapo hombre que había ocasionado la caída , para después ver a la pareja la cual había caído de una manera muy poco inusual.

Yassileth y Camus se encontraban, cara a cara y de labios a labios ya que el empujón había hecho que sus labios se unieran en un beso. Camus podía sentir los cálidos labios de la castaña sobre los suyos y también podía ver sus hermosos ojos marrones llenos de sorpresa ,pero en el fondo había calidez y ... AMOR. Su corazón comenzó a palpitar rápidamente y asentir un agradable pero desconocida sensación.

-- ¡Lo siento Camus!.... Pero....-- no termino de hablar ya que este la atrajo nuevamente hacia su rostro para fundirse en otro dulce y lento beso.

El joven que había provocado aquella escena sonrió y se hecho andar hacia en medio de la pista y paso al lado de la querubín. Esta al verle se sorprendió pero aquel jóven posó su dedo índice en sus labios en señal de que callara.

Después de aquél día Camus y no se despegaba de la castaña y de sus labios ya que cada vez que estaban juntos se la pasaban besándose y fundidos en brazos del otro.

-- ¿En qué momento esos dos se volvieron de esa manera?-- pregunta Aurora al ver a la pareja sentada en la terraza de la villa besándose por milésima vez.

-- No lo sabemos-- contestan al unisono Milo y Connie.

-- Pero si saben dónde está mi pecesito ¿Verdad? -- Milo dejo de mirar a su compañero y le dijo Aurora en donde se encontraba su amado.

Al entrar a la piscina vio que su amado se encontraba con Shura, platicando de lo más sospechoso que se podía. Se acercó a ellos y escuchó que el capricornio le pedía un consejo.

Segunda oportunidad II ( Caballeros Dorados clásicos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora