Bruno
¿Cómo no caer por ella?
Dos años antes.
-- Hola
-- No te conozco -- La chica frente a mí siguió su camino sin dirigirme una segunda mirada.
-- Que grosera -- comenté siguiendola -- Soy Bruno, y soy nuevo en Punta Chanet... Dijeron que tu eres la reina por acá, quién mejor para enseñarme el pueblo.
Me miró de arriba a abajo y siguió caminando por la acera. La observe de la misma manera, unos tacones bajos, un vestido a la rodilla con un escote casi imperceptible pero que dejaba bastante a la imaginación, el cabello rubio a la mitad de la espalda cayendo en tirabuzones que rebotaban a la par de su paso, y unos ojos color verde que te quitaban el aliento cada vez que ella batía sus pestañas. Me hubiera encantado mirarle de frente para admirar su rostro con más facilidad.
-- Oye solo, creo que eres muy linda y enserio me gustaría conocerte. -- volví a intentar.
-- Pues quien te haya dicho eso no sabe nada de este lugar. -- Por fin se detuvo refiriéndose a lo que dije antes, su vestido se meció por la inercia que causó su súbita decisión. -- Pero si soy de quien más se habla y la única que te podría decir todo sin pelos en la lengua.
-- No me has dicho tu nombre.
-- Esmeralda Greco, pero eso claramente ya lo sabías. -- me sonrió como quien descubre un travesura.
Era tan hermosa que incluso creí tener un flechazo, no era nada como lo que decían. No tenía pinta de que se acostaría contigo sin pensarlo, tampoco una alma en pena, mucho menos una tonta que no sabe ni hacer una cafe. Definitivamente todo lo que me habían dicho era una vil mentira, y no había mejor manera de comprobarlo que conociendo a la rubia frente a mi.
-- ¿Estás ocupada en este momento? ¿Vas a hacer un recado o algo por estilo? -- curiosee, esperando que no tuviera nada que hacer.
Ella asintió muy a mi pesar y siguió caminando haciéndome un gesto para que la siguiera.
-- Tengo clases de arte, en la plaza central. -- me dijo y estaba a punto de decirle que me iba cuando continuó -- Pero puedes acompañarme, la plaza central es tal vez el único lugar en este pueblucho donde hay algo interesante que hacer. Te recomiendo que vayas a Materia Negra, es un restaurante con unos platos deliciosos. Te recomiendo el Zucchini al wok, es delicioso aunque es un poco costoso y... -- dejo de hablar de un momento a otro deteniéndose en medio de la avenida.
-- ¿Esmeralda? -- la tome del brazo pero no reaccionó, un poco desconcertado a nuestro alrededor pero la avenida estaba desierta.
-- Y... -- siguió diciendo. Era lunes a media mañana, no había un alma que saliera de sus horas de trabajo para ver que sucedía afuera.
-- ¡Esmeralda! Esmeralda reacciona -- Empecé a zarandearla, un auto venía a toda velocidad hacia nuestra dirección. -- Esmeral...
-- ¡Suéltame! -- Me gritó y se devolvió cinco pasos volviendo a la acera, conmigo pisándole los talones.
El automóvil que creí que nos atropellaría pasó con rapidez a nuestro lado, liberando una rafaga de viento que nos desordenó el cabello a ambos, con ambos mirandonos de frente, capturando en esa fracción de segundo como ella me miraba de una manera tan fría como el hielo, con una expresión plana sin ningún atisbo de sentimiento en su hermoso rostro. Yo con mi cara conmocionada no podía darle sentido a ella, en su completa anatomía y tranquilidad, como había pasado de tratarme tan bien a rechazarme de esa manera. Como acababa de ver la muerte ante sus ojos y se mantuvo relajada. No la entendía pero sentí que los últimos diez minutos de mi vida tenían mucho más adrenalina que mi existencia entera, que nunca había sido aburrida.
-- Esmeralda Greco -- murmure acercandome a ella hasta quedar practicamente pegados, mi nariz rozando con la suya -- Dejame entrar.
Las esmeraldas en su cara brillaron con curiosidad.
-- ¿Estás seguro? Puedo ser un infierno, vestido de paraíso -- remojó sus labios con coquetería.
¿Que era ese cambio de actitud tan rápido?¿Como paso de ser esa dulce niña rica a ser una atrevida muchacha sacándome de quicio?
-- Nunca he estado más seguro de algo en mi vida -- respondí.
-- Entonces más te vale hacerte cargo de lo que prometes. -- Después de decir eso se acercó más como si me fuera a besar pero terminó dando la vuelta y yéndose a paso ligero.
Simplemente celestial.
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Cuestion de perspectiva
Mystery / ThrillerPosterior al asesinato de Agatha Domínguez se desata una serie de misterios en el alejado pueblo de Punta Chanet. ¿La principal sospechosa? Esmeralda, su mejor amiga. Pero ¿Quién podría culpar a la joya del pueblo de una cosa tan horrorosa? Se están...