Capitulo 8

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Bruno

No me hagas esto

Espere a Esmeralda fuera del establecimiento donde tomaba sus clases de arte,ni siquiera sabía por qué las tomaba si su talento era mucho mayor al de todos en ese lugar, pero no me molesté en recordárselo. Esmeralda siempre supo cuales eran sus habilidades y como utilizarlas, y yo no era quien para cuestionar su actuar.

-- Nena -- la llame en cuanto vi su falda mecerse a la suave brisa de la media tarde.

Ella me observó discretamente, debatiéndose entre saltar a mis brazos o seguir caminando como si no me hubiera visto. La detengo en plena batalla mental.

-- Así es como vas a lidiar con todo ¿No es verdad? -- ella me miró confundida -- fingir que esto -- nos señalo -- nunca pasó. Que yo no me enamore de ti y que soporte y ame cada pequeña parte de ti, hasta las más complejas de entender.

-- Bruno, tu no lo entiendes -- empezó ella.

-- No Esmeralda, el problema no es que no lo entienda. El problema es que lo entiendo completamente. -- apreté mi mandibula, tratando de contener las lágrimas que picaban por salir -- Tu, yo... Nunca tuvo futuro ¿Por qué una niña acaudalada y hermosa como tu se fijaría en un asalariado mujeriego como yo? Lo nuestro estaba destinado a morir en el momento exacto en el que supiste que Agatha se iba a casar con Carlo.

Ella vigiló alarmada que no hubiera nadie a nuestro alrededor, me tomo por el brazo y me llevó a un callejón cercano, estrellandome contra uno de los muros.

-- Vamos Bruno, espere que hicieras un drama así... -- me acorraló con sus dos brazos -- Pero insinuar que yo mate a Agatha por algo tan banal como una boda -- hizo contacto visual conmigo por un par de segundos -- ¿En realidad crees que te voy dejar?

-- Entonces ¿Qué vas hacer? -- escupí furioso -- vas a mantener lo nuestro como un secreto, -- cambie nuestras posiciones, esta vez yo acorralandola a ella -- yo entrare por la ventana de su habitación cuando él se vaya a algún viaje de negocios, y solo me será permitido amarte cuando nadie más esté viendo.

-- Eso es exactamente lo que has estado haciendo hasta el día de hoy. -- Me dijo ella con la rabia burbujeando en sus ojos.

-- No Esmeralda. -- le respondí -- Lo que he estado haciendo todo este tiempo es amarte, si tal vez nos teníamos que esconder. Pero no te estaba viendo tomada de la mano con nadie, ni besando a otro hombre, no tenía que imaginarte en los brazos de nadie más porque solo los mios eran tu hogar, -- retrocedí unos tres pasos -- pero creo que ya es hora de que yo madure ¿No?

La lágrimas empezaron a asaltar sus ojos.

-- Bruno yo te...

-- No nena, -- sonreí cínico -- ya es muy tarde para decirlo. Tu deber es amar a Daniels como si tu vida dependiera de ello, ahora tienes una boda que planear, unos invitados que organizar y muchos rumores con los que lidiar. -- mire al suelo por unos segundos, recordando el fruto de nuestros problemas -- Después de todo nunca es bien visto que una mujer se comprometa días después de la muerte de su mejor amiga.

Me voltee, dirigiéndome a la casa de mi jefe. Disponiéndose a presentar una renuncia, no importaba cuanto dinero perdiera ni cuanto lo necesitara. La mujer de mi vida me estaba siendo arrebatada y no podría verlo jamás.

-- Bruno -- escuche sus gritos -- Bruno, no hagas esto... Bruno.

Sin embargo, yo ya estaba muy lejos y sus gritos se mezclaron con el viento, volviéndose un pitido constante pero doloroso.

Cuestion de perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora