Capitulo 22

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Omnisciente

Muerte al traidor

Una vez más estaban reunidos en el salón de clases, Esmeralda con un vestido blanco impoluto y su mirada perdida en los árboles meciéndose en el horizonte, Darien mascando chicle en sus botas militares y su bastante común jean negro y ombliguera amarilla, Paul leía con calma con su cabello recogido en una cebolla muy bien organizada y su vestuario esta vez constando de una sudadera grande.

--- Muchachos -- Paula llamó la atención, solo logró que Paul le dirigiera un vistazo antes de dirigir sus ojos a las páginas de su libro. Ella estaba de nuevo sentada sobre el escritorio del profesor, sus tacones rosa palo resaltan con su enterizo color rojo.

--- Se que las decisiones que hemos tomado no parecen las mejores en este punto -- comentó ella balanceando suavemente su coleta alta.

--- No no, mi querida Paula. -- interrumpió Darien subiendo los pies en su desgastada mesa -- Lo que sucede es que tú también te dejaste llevar por el egoísmo de tener un cuerpo casi a toda tu disposición.

--- Merecemos estar en la cárcel -- farfulló Paul con el ceño fruncido.

--- ¡Callate! -- le gritó Esmeralda mirándolo con odio -- No voy a permitir que la culpa consuma mi vida.

Al parecer ella era la única que no notaba que todo lo que estaba pasando la afectaba más a ella que a cualquier otro.

-- Esmeralda tienes que controlarte, -- Paula la miró con superioridad -- con el hombre que te gastas deberías estar en su regazo desahogandote de todo lo que está pasando. -- la mujer sonrió cínica.

-- No sabes de lo que hablas Paula -- le riñó Esmeralda mirándola con el ceño fruncido.

-- ¿Ah no? -- reaccionó Paula, levantando una ceja.

Esmeralda se paró bruscamente de su asiento, la furia bailando en su dulce rostro.

-- Nunca se ha visto un ángel tan hermoso mostrar tanta rabia en sus facciones -- Paul canturreó irónico como si hubiera leído esa frase en el libro.

En respuesta Darien soltó una risilla, que intentó esconder con fuerza.

-- Cuida esa boca niña, -- le advirtió la chica -- no sabes lo que te espera si sigues así.

-- Esmeralda -- Paula bufó -- ¿Quién crees que eres? Eres una inútil, en este cuerpo todos tenemos más poder que tú.

Sorprendentemente ni Darien ni Paul acotaron nada, como si de repente estuvieran asustados. Paula los miró de reojo, ella esperaba su apoyo; ambos en pasadas ocasiones se habían mostrado muy a su favor, ignorando deliberadamente la personalidad principal del cuerpo. No obstante, hoy ni siquiera miraban en su dirección.

-- ¿Qué? ¿Están asustados por la energía que hoy despide Esmeralda? -- Paula sonrió.

-- Paula, no te pases de la raya -- le amenazó Darien, mirándola serio -- recuerda que aunque seas muy astuta sigues siendo propiedad de Esmeralda. Como tu misma dijiste todos estamos aquí para protegerla a ella. Aún eres una niña.

-- Jaj, protegerla a ella -- Paula reflexionó un poco -- estoy cansada de eso, Esmeralda es una estúpida. No valora a su novio, se la pasa lagrimeando por la perra de su madre, y no hace más que sentarse junto a las ventanas a mirar el mundo ser, -- bufó -- qué desperdicio.

-- Paula -- Paul miró a Esmeralda asustado -- no sigas por favor.

Paula le dio un vistazo a la otra rubia, Esme estaba muy seria, su rostro de repente inexpresivo. Ladeo la cabeza, avistando a Darien y Paul quienes muy quietos le devolvieron la mirada.

-- Sabes Paula, -- comenzó -- yo tengo un doctor ¿Lo recuerdas? El es un hombre muy listo, sabe muchas cosas de la mente. Tal vez no las descubre de una manera correcta pero el fin justifica los medios.

Paula frunció el ceño.

-- ¿A qué quiere...

-- NO ME INTERRUMPAS -- Paula sintió como si tres voces al mismo tiempo la hubieran callado, ella se encogió en su puesto de repente muy intimidada.

-- Como decía, -- Esme continuó -- en algunas de mis visitas me dijo que suprimir mis personalidades no era tan difícil, solo era cuestión de someterlas a una tortura intensa y ligeramente prolongada. Hacerles ver su peor miedo, esa es la clave y dañarlos tanto que su única forma de calmar el dolor sea muriendo. Muy parecido a como se destruye la voluntad de una persona, pero como ustedes ni siquiera son capaces de ser una persona completa, -- Esmeralda sonrió -- digamos que es sencillo.

-- Han habido otras personalidades, -- agregó Paul. -- Esmeralda nunca ha tenido una vida muy buena, como podras deducir.

-- Eran bastante problemáticas si se me permite opinar -- comentó Darien. Su mirada pegado a sus botas militares, no había rastro del cínico chico que lograba sacar de quicio a cualquiera.

-- Me generaban conflicto y terminaba por desecharlas cuando ya no eran necesarias --siguió Esmeralda -- hasta ayer creía que ibas a ser parte de nuestro equipo, luego Bruno me confesó que se acostó contigo.

En el salón de clases hubo un trueno que por un momento parecía un recuerdo de lo que sucedió entre Paula y el chico en cuestión. Esme sonrió, pareciera que no le afectara en lo más mínimo lo que sucedía en su vida, como un juego de azar.

-- Esmeralda yo... -- prosiguió a excusarse Paula.

-- Lo más divertido es que realmente crees que soy estúpida, -- le cortó -- nada sucede en este cuerpo a menos de que yo en algún punto de mi subconsciente lo quiera, si tú y él tuvieron en algo es porque quería saber hasta donde llegabas. Después de todo íbamos a compartir cuerpo y tu también tendrías necesidades, si tan solo fueras menos altanera y tú misma me lo dijeras. Hubiera sido mucho más conveniente que no actuaras como una niña de quince años todo el tiempo, impulsiva, hormonal y fastidiosa.

-- Acabala, -- le susurró Darien al oído -- ya me tiene cansado.

-- Si me pierdes él volverá al control -- replicó desesperada Paula.

Esmeralda sonrió.

-- ¿Realmente crees que él tiene el control? -- preguntó Esmeralda acercándose a su próxima víctima.

-- El perfil médico de Esmeralda es común, sin embargo el doctor bajo mucho análisis concluyó que nunca actúa ante algo que no sea completamente a su favor -- le susurró Paul al oído a su tocaya -- puede ser muy sensible, y tener emociones complejas a diferencia de las limitadas características que tenemos Darien, tu y yo.

-- Eres muy vivaz niña -- le dijó Esmeralda -- pero no reflexionas ni eres consciente de tu alrededor. Soy una manipuladora, muchas veces te lo dijeron -- Esmeralda ya estaba a unas cuantas pulgadas del rostro de su homónima -- y tú decidiste no escuchar. Si Agatha murió fue porque Darien también creía que lo mejor era sacarla de nuestro camino, si ella no moría lo hubiéramos hecho nosotros. Tu sabes, los gajes de que la gente se obsesione contigo.

-- Esmeralda por favor -- Paula no alcanzó a terminar su súplica.

Súbitamente el ambiente se llenó de gritos desgarradores de agonía pura, y las tres rubias por más diferentes que fueran compartieron un sentimiento.

Placer.

Cuestion de perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora