Capitulo 18

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Paula

Máma

Mi plan salía a la perfección, la fase uno y dos fueron completadas exitosamente. Faltaban las fases tres y cuatro, pero solo es cuestión de tiempo poder llevarlas a cabo, nuestro único trabajo era esperar y de esa manera solo tendríamos que dejar que las cosas fluyeran a su ritmo. Eso es en efecto lo más sabio.

Yo era parte de la fase tres que radica en hablar con mamá. Hacerle pensar que estoy de su parte y que no habría ni siquiera una razón por la cual yo la culparía de asesinar a Agatha. Entonces como es obvio simplemente la acompañe, con obediencia a todo lo que ella deseara y le di la razón hasta en el punto más insignificante posible, todo con la intención de distraer a la presa.

Igual que una leona a punto de cazar una gacela, haciéndole creer que todo está en paz para atacar cuando esté más vulnerable.

-- Madre -- comenté caminando junto a ella en el centro comercial -- ¿Crees que es conveniente que me case con Carlo tan pronto?

-- Esmeralda tu y yo sabemos que si quieres tenerlo siempre en tu poder debes capturarlo con rapidez -- me contestó ella con un tono de "mamá sabe todo".

Habíamos ido a arreglarnos, así que hubo una sesión de peluquería, compras y spa en la que yo misma me había ofrecido a pagar con una parte de la herencia que nos correspondía.

Algo que no sabía Marlen es que papá nos había dejado decenas de millones en una cuenta que nos transferirán en cuanto cumplamos los veinte años. Yo por mi parte tenía mi vida asegurada, ella era la que empezaba a tambalear, por eso mi versión de la historia donde afirmaremos que mi madre era la verdadera asesina de Agatha era bastante creíble, dando a entender que ella sería capaz de usar a una muy influenciable jovencita para mantenerse rica.

Arreglar todo este embrollo no estaba resultando como yo creí, pensé que iba a ser mucho más complicado deshacerse de toda la evidencia y hacer parecer que alguien más había matado a la amiga de Esmeralda. Todo había resultado demasiado fácil y no sabía si debía alegrarme o preocuparme.

-- Si, tienes razón... Solo sigo un poco abrumada -- dije tocándome el brazo -- pensé que Agatha sería eterna, tal vez me equivoqué.

Marlen me ignoró y simplemente entró a otra tienda, eso me angustió un poco ¿Sabría ella que Darien había matado a Agatha y prefería pasar de ese hecho, o realmente le importaba tan poco que simplemente evitaba el tema?

Suspirando fuertemente mientras cargaba las bolsas me le acerque de nuevo.

-- Mamá -- empecé.

-- Dios ya detente -- exclamó con fuerza -- mamá, mamá, mamá ¿Acaso no te puedes quedar en silencio? Me vas a pedir algo ¿No es así? Cuando te pones así de intensa es por algo.

Me intimide un poco, de no ser por su expresión molesta hubiera jurado que me hablaba así solo bromeando, sin embargo parecía verdad que le fastidiaba que conversara con ella, o más bien soltara mi monólogo para llamar su atención.

Me gustó su actitud, pues en el momento en el que hubiera una declaración no solo yo sino la mayoría de las personas que nos conocieran podrían afirmar que no le importaba en lo absoluto lo que yo pensara, creyera o me sintiera.

-- Solo quería preguntarte si me prestarías el par de guantes verde aguamarina -- le dije con fingida timidez.

-- No -- respondió seca.

Sonreí maliciosa a sus espaldas, ella nunca me prestaría sus guantes porque ese par era de sus preferidos y estaba aliviada de que Esmeralda fuera tan confianzuda como para robar las prendas de ropa del armario de su madre y volver a dejarlos como si nunca los hubiera tomado.

En estos momentos solo restaba mantener una relación pacífica con Marlen, y dar a entender al pueblo que ella me tiene aterrada, comenzar rumores y llenar más de chismes que aunque mucha gente no crea, logrará sembrar incertidumbre y resentimiento en los habitantes de Punta Chanet.

Cuestion de perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora