Paul
Investigando
Vivo en un pueblo relativamente grande, por lo tanto he vivido gran parte de mi vida sin saber en lo más mínimo sobre los otros habitantes de Punta Chanet. Tampoco es como si me importara lo suficiente como para invertir tiempo en ello, de hecho las pocas personas que conocía nunca habían formado un vínculo fuerte conmigo.
Mi padre había muerto cuando yo aún era un niño y eran escasas las veces que mi madre me dirigía la palabra. Adicionalmente durante la escuela no cruce más de dos palabras con mis compañeros, decían que era un sabelotodo y un imbécil, solían llamarme nombres como si fuera una niña. Descubrí mi asexualidad cuando tenía 15 años, al no encontrar atracción hacia nada ni nadie, por lo tanto me dio igual como me llamaron. Yo sabía quien era después de todo.
Solo había una persona que me podía entender a la perfección y esa era Agatha Dominguez, no éramos lo suficientemente cercanos como para llamarla amiga. No obstante yo sabía muy bien de su gran intelecto y solíamos reunirnos cuatro o cinco veces al mes para discutir e intercambiar pensamientos acerca de acontecimientos importantes o controversiales. Por esa razón cuando me enteré de que estaba muerta me quede sorprendido, no sería el tipo de persona que moriría fácilmente, mucho menos el tipo de persona que se suicidaría.
En punta Chanet los chismes corrían como ratas por las alcantarillas. Nunca fue mi interés ser partícipe de ellos así que solía esconderme tras los libros en la biblioteca del pueblo, ya que casi nadie la visitaba y la paz era imperturbable ¿Quien dijo que vivir con una manada de ignorantes era malo?
Bueno es es una de las razones por las que no confiaba en lo absoluto en la justicia de mi amada Punta Chanet, así que me dispuse a investigar. Primero recorrí meticulosamente la ruta que sabía que había tomado Agatha esa tarde, pues el periódico municipal había dado los detalles tras haberse declarado que era un "suicidio".
El parque estaba lleno de gente, por lo que empecé a irritarme, además todo el mundo me estaba mirando con intriga, no podía juzgarlos por ir pues a decir verdad este parque era perfecto para pasar el día, con varias actividades, campo y paz que dan ganas de sentar cabeza y darle la oportunidad de transmitir toda la felicidad que expide. Que triste que eso fuera lo último que buscaba, con el mal humor a flor de piel, decidí seguir al siguiente escenario de nuestra historia, el restaurante más caro de todo este pueblucho, "Materia negra". Agradecí que estuviera vacío, pues solo los que perteneciamos a la élite podemos costearlo y no me apetecía para nada encontrarme a un perro husmeando entre mis asuntos, más que todo porque estaría obligado a mantener una conversación fingiendo ser alguien que no soy.
-- ¿Lo de siempre? -- me pregunto un mesero con una sonrisa peculiar en el rostro.
Un poco confundido decidí ignorarlo.
-- Un baby beef gratinado, con un término tres cuartos en la mitad pero bien asado en los lados, eso junto con una limonada por favor, sin hielo y con pitillo. -- ordene sin dirigirle una mirada.
El insolente mesero levantó las cejas junto con una mueca de empatía.
-- Es bueno cambiar de vez en cuando -- me guiñó un ojo y se fue.
El tipo me trajo mi plato pero esta vez tuvo la delicadeza de quedarse callado, me hizo feliz este hecho ya que si odiaba algo era juntarme con la chusma, o bueno en general con la mayoría de la población mundial. Después de almorzar me dirijo directamente a la estación de policía, pues después del almuerzo Agatha y Esmeralda se despidieron y se fueron cada una por su lado, concluyendo horas después con el encuentro del cadáver de mi peculiar conocida.
El trayecto desde el restaurante no fue muy largo, una caminata de quince minutos por la calle principal donde estaban las principales tiendas y restaurantes, alguno que otro hotel lujoso y finalmente una comisaría de tamaño mediano, suficiente para lidiar con los casi inexistentes crímenes de Punta Chanet.
-- Que sorpresa verle por aquí -- dijo un policía rechoncho y de aspecto estúpido, me notó apenas entre y la verdad no esperaba menos, claramente una persona como yo no podía ser ignorada.
-- Si, quiero informarme... Más sobre el caso Dominguez. -- Dije mirando hacia los lados buscando al jefe de ese lugar.
La pintura estaba desgastada, necesitaba una mano con urgencia. En cuanto a los muebles y escritorios alrededor, todo estaba muy anticuado. Nada que ver con lo que se acostumbra a ver en las series policiacas que mi madre tanto le gustaba ver.
El policía no se molestó en esconder su confusión y fruncir el ceño.
-- Eh... está bien sígame -- dijo el mientras empezó a caminar -- Pensé que usted era la persona más informada acerca del presunto crimen.
-- ¿Por qué creería eso? -- pregunte en un tono molesto.
-- Um, solo son... suposiciones tontas. -- Comentó el nervioso cuando llegamos a la puerta.
Bien hecho tontin, quedate calladito y seguirás con trabajo.
En el centro decía "Jefe de Pol." y en el tiempo en que el jefe se demoró en atenderme, me permití reflexionar un poco sobre la jornada. Todos mirándome con intriga en el parque, molesto pero sospechoso, el mesero coqueteandome en el restaurante, totalmente fuera de lugar pero también muy inusual, la extraña sensación de que ya había estado junto a Agatha todo el tiempo.
La realización me dio una cachetada. Acaso yo...
-- Que grato verla aquí señorita -- dijo el jefe al abrir, levante mi mirada -- Creí que no iba a testificar más por temas de "Salud mental" -- el hombre sonrió con el sarcasmo salpicando la comisura de su boca -- Por cierto, felicidades por su matrimonio, espero que eso la ayude a seguir disfrutando de sus gustos, parece que su amiga le hace favores hasta cuando no está viva.
El hombre rondando entre sus cuarenta y cincuenta me sostuvo la puerta, invitándome a entrar, pero yo no pude dar un paso fuera de mi puesto.
-- Ya se quien mato a Agatha Dominguez.-- susurre en shock.
-- ¿Que?¿Podría repetirlo?-- me dijo el oficial rechoncho.
Pero me quedé en silencio, miré una última vez al jefe de policía Malcom y simplemente salí corriendo de la comisaría como si no hubiera un mañana hacia una dirección desconocida.
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Cuestion de perspectiva
Mystère / ThrillerPosterior al asesinato de Agatha Domínguez se desata una serie de misterios en el alejado pueblo de Punta Chanet. ¿La principal sospechosa? Esmeralda, su mejor amiga. Pero ¿Quién podría culpar a la joya del pueblo de una cosa tan horrorosa? Se están...