Cuestion de perspectiva

Capitulo 17

Actuar

Darien

Me mandaron a hablar con el inútil de Bruno, el novio de Esmeralda. El asistonto de Carlo Daniels y tal vez la única persona que nos podría sacar del lío en el que nos encontrábamos.

Como si fuera Esmeralda le tape los ojos y me acerque a su oído.

-- ¿Quien soy? -- dije coqueto.

Estaba en un parque viendo las hojas caer de los árboles. Estábamos llegando a los días de otoño y esa era una actividad que gozaba mantener con Esme, algunas veces cuando se sentía inclusivo lo hacía con Paul también.

-- Hola Esmeralda -- dijo seco.

Solté su rostro y lo enfrente con un puchero.

-- ¿Qué sucede cariño? -- me divertí a su costa.

-- ¿Olvidaste la pelea? -- dijo frunciendo el ceño -- ¿Así de poco te importo? Como Carlo está poniendo su atención en tí ahora crees que...

No pude evitar estallar en carcajadas, estas escenas de celos eran de las pocas cosas que me molestaban de Agatha, y saber que Esmeralda por más feliz que estuviera con él idiota, sufría lo mismo me trajo un poco de satisfacción.

-- Que tontas son las relaciones humanas en serio. -- Comente sentandome a su lado.

-- Darien -- su boca se frunció un poco.

-- ¿Acaso te disgusta hablar conmigo? -- alce una ceja -- Creí que era tu favorito.

-- Oh, entre los tres creo que eres el único que no soporto -- no me dirigía ni la mirada y eso me parecía aún más cómico por lo cual no pude evitar quitar la sonrisa de mi cara.

-- Ahora somos cuatro -- comente.

Con mi vista periférica logre ver que giró bruscamente su cabeza y ahora me observaba sorprendido.

-- Veras, la muerte de Agatha la tomó tan desprevenida que solo terminó disociandola más -- comente cruelmente.

-- ¿Qué quieres de mi, Darien? -- me preguntó con un poco de rencor.

Aw, el niño no soporta que hable mal de su noviecita. Eso solo me da más razones para ser malo.

-- Aunque me duela admitirlo, necesitamos tu ayuda -- le dije -- las cosas con respecto al suicidio no son lo que parece.

Bruno suspiró profundamente y me miró.

-- Haría lo que fuera por ella -- dijo con brusquedad -- tu lo sabes, ella lo sabe, todos lo saben.

-- Y por eso estamos recurriendo a ti.

-- ¿Acaso no se casará con Carlo? -- dijo levantándose de su asiento -- ¿Que puedo darle yo que él no le pueda dar más fácilmente?

-- Un testimonio, -- respondí con simpleza -- solo tienes que reafirmar que la tarde de la muerte de Agatha estuvimos en tu casa viendo películas.

-- Nosotros vimos películas ese día. -- Repitió el confundido.

-- ¿De que horas a que horas? -- pregunte.

-- De cinco de la tarde a nueve de la noche -- respondió.

-- Error -- me levanté también y lo enfrenté -- de cuatro de la tarde a nueve de la noche.

-- ¿Por qué diría... -- empezó.

-- ¿Quieres que vayamos contigo a la capital? -- interrumpí -- Esmeralda podrá ser toda tuya en el momento en que digas eso.

-- Esta bien -- me miró -- entonces no se casará con Carlo.

-- No -- respondí seco -- así que solo se un chico bueno y tendrás tu recompensa.

El viento rugió con fuerza en el momento en que salí del parque, una lluvia de hojas me acogió mientras caminaba de vuelta a casa. Vamos a estar bien, tenemos que estar bien.

Por Esmeralda, por Paul, por Paula... Y lo más importante, por mi.