Quiero ayudar
Paul
Con nuestro plan en mente caminamos las dos manzanas que nos separaba del hogar de Agatha.
La linda y astuta Agatha.
Nunca creí que su muerte fuera tan vana y simple. Me imagine un cáncer, enterneciendo a todos a su alrededor porque una mujer tan valiosa y dulce iba a morir en manos de la mortal enfermedad más cruel de todas. No obstante su muerte no fue más que un suicidio asistido, una venganza escondida detrás de un amor imposible.
No dudo que Agatha haya amado a Darien, claro que lo amó y mucho, pero Darien no ama a nadie más que a sí mismo, y eso ella lo tenía muy claro. En efecto el enamoramiento de Agatha no era solo por Darien, era por los tres. Enamorada de mi cerebro, de la fuerza de Esme y el peligro que era Darien; no obstante ella sabía que ninguno de nosotros la íbamos a amar como ella deseaba, yo soy asexual, Esmeralda heterosexual y aunque Darien puede sentirse sexualemente atraido a cualquier cuerpo, él nunca le daría mucho tiempo al romance cuando sabe que puede tener lujos como nunca los ha tenido.
¿Entonces cuál era el plan de Agatha al hacer que el imbécil de Dar la ayudará a matarse?
Sencillo, cuando por fin pudimos ver los recuerdos de esa tarde note que cuando la muchacha manoseó el arma lo hizo con suficiente cuidado como para no tocar el gatillo y aunque no haya huellas dactilares en el revólver aún debía haber pólvora en los guantes que usamos ese día. Ella lo sabía y por eso no iba a ser más que cuestión de tiempo para que sus padres pidieran una orden judicial para que la poli revisará nuestro hogar de cabo a rabo, claramente en casa no había más evidencia que los guantes, las ropas de ese día ya fueron incineradas en el basurero municipal y solo descansaban los resto de unas cuantas prendas ensangrentadas que Dar había escondido entre las bolsas de basura, nadie sospecharia. Oh demonios, esos malditos guantes eran los únicos que podrían culparnos aunque claro Paula ya había pensado en todo.
Podía ser una chica excéntrica y un poco loca pero no podía negar que era bastante astuta, ella pensó en todos los posibles escenarios y eso nos lleva a llegar acá. La vieja y raquítica mansión Dominguez, vestido en mi mejor vestido negro y con la cara más deprimida que pude encontrar toque el timbre esperando ser atendido.
Al principio, cuando fui asignado a esta misión no entendí muy bien porque sería yo quien finalmente enfrentará a la familia de la muerta, pero con un poco de reflexión caí en cuenta.
Esmeralda no podría mentirle en la cara a las personas que la trataron como una hija durante mucho tiempo, por más manipuladora y superficial que fuera.
Paula no conocía lo suficiente a la pareja como para saber cómo actuar con respecto a la situación, así hubiera demostrado valentía e inteligencia en momentos anteriores, aún era una bebé en Punta Chanet.
Darien ya había hecho suficiente, no necesitábamos otro escándalo
-- ¿Qué haces aquí? -- levanté la vista, encontrándome con la señora Amparo Dominguez.
-- Siento no haber venido antes, -- luces -- solo que ha sido tantas las cosas por las que hemos pasado y -- cámara -- , no creí que quisiera verme pero mi madre, ella ni siquiera me ha consolado. -- acción. -- Necesitaba que una madre me sostuviera.
Lágrimas empezaron a correr libres por mis mejillas cayendo en lo profundo de mi escote, hice unos cuantos gestos con las manos como si intentara mantener la calma, y termine mirandola a los ojos con una expresión de dolor pura. No descanse hasta que vi como la suavidad volvía a sus gestos, y me tomaba una de las manos invitándome a pasar.
Mantener un acto no es tan difícil cuando casi toda su vida se ha basado en aparentar, aparentar ser Esme, aparentar estar bien, aparentar ser más que los demás cuando no eras más que un triste infeliz. Aparentar era mi vida entera y por eso es que yo tenía que cumplir la primera misión de esta batalla.
-- Al principio creí que era un suicidio Amparo, -- le dije sentandome en los muebles de estilo cincuentero que tanto conocía -- pero nuestra Agatha nunca haría algo así, ella estaba llena de vitalidad y ganas de crecer.
-- ¿Y entonces qué crees que le pasó a mi niña? -- preguntó mientras ponía dos tazas de té en la mesa de centro.
Sus manos temblaban, incluso cayó un poco de líquido caliente en su muñeca.
-- Cuando la veas más débil es donde debes atacar. -- las palabras de Paula resonaron en mi consciencia.
-- La asesinaron -- dije -- alguien que quisiera todo lo que ella tenía.
Los ojos de la señora Amparo se pusieron como platos.
-- Pero quién...
-- Señora Amparo, ahora estoy obligada a casarme con Carlo Daniels, yo no quiero casarme -- mire al cielo -- Dios sabe que amo con todas mis fuerzas a otro hombre y lo último que podría desear es que me separen de él.
Tome las manos de la señora cincuentona frente a mi y las apreté con el mayor de los dolores otra vez llorando a moco tendido.
-- Solo hay una persona que se vería beneficiada por la muerte de Agatha a mi costa -- dije alterado.
-- Dimelo hija -- la señora se acercó a mí con desesperación -- ¿Quién mató a mi hija?
-- Creo que fue mi madre -- tape mi boca actuando como si los sollozos no pudieran evitar salir de mi boca.
-- ¿Que dices? ¿Tu madre?
-- Ella nunca aprobó mi amistad con Agatha, mientras creciamos no hacía más que llenarme la cabeza con celos infundamentados que no tenían ningún sentido. -- mire hacia la ventana en la que vi el auto del señor Dominguez acercarse. -- Por más que mi mama me quiso hacer odiarla, usted sabe que ella es... era como una hermana para mi. Créame señora Amparo que mi madre podría estar más involucrada a la muerte de Agatha de lo que creemos.
-- No se... No se que pensar Esmeralda ¿Por qué culpar a tu madre de todo esto? -- me dijo la mujer soltando mis manos.
La estaba perdiendo, no podía permitirme perderla. No ahora que estaba a punto de coronar. Recargue mis armas y volví a atacar antes de que llegara su esposo.
-- Porque si todo esto fuera cierto entonces ella me quitó a mi hermana, -- la mire a los ojos con determinación, incluso creyendo lo que yo misma decía: una sarta de mentiras -- solo mi madre sería tan codiciosa como para querer más dinero del que ya tenemos, siempre obligándome a seguir órdenes para parecer perfecta cuando usted y yo sabemos que eso era una mentira. Ahora quiere casarme con ese hombre, solo una semana después de que murió su prometida y mi mejor amiga. Es obvio lo que ella desea y nosotros no podemos permitirlo.
Escuche unos tintineos, como quien abre una puerta con las llaves. El señor Armando estaba acá.
-- ¿Qué quieres que hagamos entonces? -- me preguntó confundida.
-- Denuncien, -- ladre -- yo seré su primera testigo si es necesario.
-- ¿Como sabemos que no eres tú quien asesinó a nuestra hija? -- Escuche entonces al hombre canoso, de ojos grises en la puerta.
Con más seriedad de la que realmente sentía dije
-- Porque ese día, mientras Agatha era asesinada, yo estaba teniendo una cita con Bruno.
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Cuestion de perspectiva
Mystery / ThrillerPosterior al asesinato de Agatha Domínguez se desata una serie de misterios en el alejado pueblo de Punta Chanet. ¿La principal sospechosa? Esmeralda, su mejor amiga. Pero ¿Quién podría culpar a la joya del pueblo de una cosa tan horrorosa? Se están...