𝑳𝒊𝒃𝒓𝒐 1: 𝑰'𝒍𝒍 𝒂𝒍𝒘𝒂𝒚𝒔 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒂𝒄𝒌
𝑳𝒊𝒃𝒓𝒐 2: 𝒀𝒐𝒖 𝑪𝒂𝒏 𝑪𝒓𝒚 𝑰𝒏 𝑴𝒚 𝑺𝒉𝒐𝒖𝒍𝒅𝒆𝒓
Aunque sean, pequeños, los momentos en que un niño puede ser un niño.
En que, estés sonriendo sin recordar los problemas.
Que...
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Capítulo 18: Norman y Harry
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La limusina se estacionó frente a la entrada de la mansión, un mayordomo que estaba en la entrada fue elegantemente a abrir la puerta del auto para que saliera su joven amo.
Harry salió casi saltando como si fuera un baile algo que tomó de sorpresa al mayordomo y al chófer que apenas salía del vehículo. El joven muchacho hizo caso omiso a las miradas mientras iba al gabetero con gran alegría.
—Permitame abrirlo joven amo—le dijo el chófer, abrió el maletero y le entregó una bolsa de compras al muchacho.
—Muchas gracias—canto el muchacho con la bolsa en mano. Le tenía un regalo a Peter para el lunes que lo viera.
El niño entró saltando a la mansión y los empleados observaron curioso su comportamiento, preguntando en susurro, ¿por qué el joven Osborn se veía tan feliz?
Harry llegó a la sala a buscar un libro en la "pequeña" librería que se encontraba ahí, ya había terminado el que estaba leyendo hace una semana, ahora buscaría uno más de acuerdo a su humor. Romeo y Julieta le sienta bien. Tanto fue la distracción que no se dio cuenta de la presencia de su padre.
El hombre antes de que su hijo llegara estaba leyendo el periódico, sabe de ante mano que puede leerlo en aplicaciones en su celular pero, ush, que desperdicio de hojas. Justo en su lectura la cual eran de extraños accidentes en el oriente, llegó su hijo casi saltando a la sala ignorándolo por completo. Alzo una ceja, para luego sonreír divertido. Cerró las hojas de su periódico y aclaró la garganta para llamar la atención de Harry.
Este rápidamente hizo un pequeño brinco de donde estaba y se volteo a verle. Sonrió avergonzado.
—oh... ¿Ya estabas ahí? Perdóname padre, no lo vi, creo que estuve dis-
—¿Me hablarás del misterioso chico? —pregunto sin vacilar Norman con una sonrisa.
Harry lo miró confundido—¿misterioso chico?
—Por supuesto, el chico que te hace un pequeño enamorado loco. Ese chico.
Norman sonrió tierno al ver el sonrojo de su hijo, este de inmediato oculto parte de su cara con el libro que tenía en mano.
—Papá... —reprochó en voz baja.
—ay por favor Harry, no es nada del otro lado del mundo—dijo al tiempo que se levantaba para ir hacia su hijo, quien ahora le llegaba a la altura de su pecho, pero para tener la edad que tenía era pequeño, recuerda muy bien que el era más alto que su padre a esa edad.
