Recalienta||Joerick||Terminada||

XX

—Ven- llamó el rizado- sentémonos acá- indicó sentándose en uno de los asientos que se encontraban contra la pared de modo que se podían sentar uno al lado del otro y no uno frente al otro.

El ojiverde sonrió por su emoción mientras caminaba lentamente para sentarse a su lado siendo recibido por un corto abrazo que pasó a ser simplemente el brazo en su cintura apretándolo contra él.

—¿Te gusta mucho abrazarme?- cuestionó el ojiverde volteando la cabeza para mirarlo con una sonrisa.

—Eres realmente abrazable- afirmó Joel encogiéndose de hombros ligeramente para luego apretarlo más contra él.

—Buen día, bienvenidos a The Firefly ¿qué desean tomar?- saludó una chico castaño con reflejos rubios y una gran sonrisa. Ninguno de los dos pudo ocultar la sonrisa ante el nombre de la cafetería.

—Para mi y un frappé- dijo el rizado acariciando con su pulgar la cintura del ojiverde que llevo su mano hasta la del contrario para entrelazar sus dedos.

—Para mí un café helado- comunicó el ojiverde sonriendo.

—De acuerdo- dijo en castaño sacando ligeramente la lengua mientras anotaba los pedidos en su pequeña libreta- mi nombre es Christopher, cualquier cosa solo llámenme- finalizó sonriendo antes de irse en dirección a la cocina que se encontraba en el fondo del lugar.

—The Firefly- mencionó el rizado con una sonrisa dando ligeros apretones a su cintura en modo de caricias.

—Que nombre tan conveniente- río el ojiverde.

—No sé tu pero yo asignare esta como nuestra cafetería- dijo Joel sonriendo mientras llevaba una mano al mentón del menor para que lo mirase.

—Opino lo mismo- afirmó haciendo puchero para que su novio lo besara.

La mano del ojimiel paso de su mentón a su mejilla acaparandola toda en el espacio de su mano para besarlo de manera lenta, tratando de demostrarle todo el amor que le tenía en cada movimiento de sus labios, de su lengua y hasta en las pequeñas caricias a su mejilla.

Al separarse lo miro a los ojos, transmitiendose paz, seguridad, cariño mutuamente.

Se separaron completamente al sentir un carraspeo cerca suyo por lo que voltearon a esa dirección encontrándose con un Christopher algo incómodo mas siempre sonriente  con una bandeja en la mano.

—Disculpen por interrumpir- espetó haciendo un ligero puchero- pero aquí tienen sus pedidos- dijo acomodando los vasos sobre la mesa frente a quién tomaría cada uno.

—Gracias- dijeron al unísono por lo que se miraron sorprendidos y luego rieron ligeramente.

—Si me permiten decirlo sin muy lindos, tiernos- sonrió.

—Gra-gra...- se interrumpió el rizado- ¿te conozco de algún lado?- cuestionó mirándolo bien tratando de reconocer su rostro.

—No lo creo- frunció el ceño mirándolo de la misma forma, pocos segundos después su expresión paso a una de sorpresa al reconocer el rostro del rizado- Joel- el rizado lo miro confundido aún sin poder reconocerlo, Christopher miro en un intento de disimulo a Erick cuestionandole a Joel si realmente quería que hablase ahora y este asintió- Salí con Zabdiel como una semana, después una fiesta, estábamos los tres borrachos. Dios, que vergüenza- murmuró para si mismo- mejor me voy- dijo en voz baja con vergüenza huyendo de la mesa.

—¿Con cuánta gente dormiste junto con Zabdiel?- cuestionó Erick seriamente mirándolo.

—No es importante, no quiero recordar eso, no cuándo estoy junto a ti- pidió acariciando su mejilla.

—¿Con todos hiciste lo mismo?¿Tuviste una relación con todas las personas con las que tuviste un trío con Zabdiel?- cuestionó sacando su mano de su mejilla.

—No, Er...- decía pero fue interrumpido.

—¿Tratas de hacerme creer que soy especial y decidiste elegirme?- cuestionó incrédulo.

—Lo eres, Er, date cuenta que ni siquiera recordaba el nombre de este chico mientras que no puedo mantenerme alejado de ti. No trato de hacerte sentir especial, eres especial.

—No lo sé- murmuró.