Recalienta||Joerick||Terminada||

V

—¿Qué fue eso?- cuestiono Zabdiel una vez que estuvieron en el salón, ignorando completamente a la profesora.

—¿Qué cosa?- cuestionó Joel sin prestarle atención.

—Tus ojos me dan ganas de vivir- imitó Zabdiel en un tono burlón.

—Sólo es la verdad- dijo el rizado encogiéndose de hombros, restándole importancia.

—¿Te gusta...?- cuestionó Zabdiel tratando de recordar el nombre del ojiverde.

—Erick, Zabdiel, Erick no es un nombre difícil- reclamó el rizado frustrado por la mala memoria de su amigo.

—No es difícil, pero para mí es insignificante ¿Te gusta o no?- volvió a preguntar.

—No es eso, sólo me parece, no se, lindo y agradable y me gustaría pasar más tiempo con él y y hablar más con él- comenzó a balbucear sin saber exactamente como excusarse.

—¡No puede ser!- exclamó el rubio sonriente- ¡Te gusta Erick!- afirmó casi en un gritó.

—¡Cállate!- pidió- sí tal vez me gusta, no lo sé.

—¿Pero?

—Pero tú le gustas- dijo con melancolía.

—Eso no es mi culpa- contestó Zabdiel a la defensiva.

—No dije que fuera tu culpa, sólo que contra eso no puedo hacer nada y...

—¿Y?

—Y tal vez sea inútil incluso intentarlo- se encogió de hombros.

—Él tiene tu número y cree que soy yo ¿no?- el rizado asintió- ¿por qué simplemente no me haces quedar mal frente a él y te haces quedar bien tú mismo?

—No se... puede ser- pensó el rizado.

—Es muy lindo, la verdad- afirmó.

—Sólo piensas eso porque te mostré su culo- afirmó Joel frunciendo el ceño.

—Tal vez, no me importaría cogérmelo una un par de veces- dijo riendo.

—Te acabo de decir que me gusta y estás pensando en cogertelo ¿De verdad Zabdiel?- cuestionó incrédulo el rizado.

—No dije que lo fuera hacer, y además si lo fuera a ser tal vez te puede convenir a ti; me lo cojo un par de veces lo desecho y luego tú lo consolas- ofreció guiñándole un ojo. Joel lo pensó.

—Tal vez, sólo tal vez no sea tan mala idea.

—Exacto y salimos ganando los dos- sonrió- Hoy podés preguntarle si quisiera acostarse conmigo y tal vez...

El rizado asintió decidido, todo sea por poder estar al lado del pequeño ojiverde.

[🥑]

J: Hola pequeño.

Mandó Joel en cuanto llegó a su casa, acompañado de una foto del rostro de Zabdiel que este le había mandado anteriormente para esta causa, en esta el rubio se veía sonriendo sin mostrar los dientes, también se veían sus hombros desnudos dando a entender que no llevaba nada puesto y su rubio cabello estaba totalmente alborotado.

E: Hola, Zabdi.

Contestó el ojiverde pocos minutos después, con una foto en el espejo en la que sólo se veía de su cintura desnuda para arriba y de fondo agua cayendo por lo que se asumía que estaba por ducharse.

J: Veo que te vas a bañar. ¿No quieres que vaya a bañarme contigo?

E: Ven.

J: ¿Y te empotro en la pared para cogerte hasta el cansancio?