IX

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El rizado observo varias veces aquella respuesta sin poder creerlo.

Erick acababa de decir que se acostaría con el, era algo que ni siquiera se había atrevido a soñar, no se la esperaba de ninguna manera. Se le haría menos sorprendente enterarse que estaba enamorado de el a que quería acostarse con el ya que el ojiverde no parecía el tipo que simplemente follaba, parecía el tipo de chico que quiere una sola relación seria para toda su vida. 

Le alegro que no fuera así. 

Aunque el ojiverde le gustaba más que para solo coger la idea de que sea solo eso tampoco le desagradaba y de igual manera por algo se empieza. 

Se imagino vagamente junto al ojiverde contándole a sus futuros hijos como se enamoraron después de coger y no al contrario que hayan cogido por amor y rió ante esa breve escena que se proyecto  en su cabeza. 

De igual manera no se ilusionaría más que para algunos acostones. 

J: Tengamos un trió, ya esta jajaja.

E: El parece ser un chico serio, de una sola pareja y no que va por ahí cogiendo con quien se le cruce. 

J: Pero también parece que le gustas.

J: Estoy seguro que si tu quisieras el haría todo por ti. 

J: Menos decirme que le gustas.

E: ¿Como sabes qué le gusto?¿Como estas tan seguro?

J: Yo me doy cuenta de esas cosas, supongo.

Fue lo que prefirió mandar en lugar de una lista de todas las cosas que le gustan de el, cosa que tardaría ya que eran muchas. 

Desde sus oscuros, suaves y cortos cabellos, su hermosa sonrisa con sus parejos y blancos dientes por los que se preguntaba vagamente si alguna vez uso brakerds, sus perfectas  y rectas cejas oscuras al igual que sus medianas pestañas, lo recto de su mandíbula, sus sus no tan gruesos labios color sandia, el pequeño lunar de su cuello que lo fascinaba y su, delgado, pero hermoso cuerpo. 

Todo en Erick le parecía arte.

Pero lo que más le gustaba eran sus redondos ojos, no por el color, podrían ser azules, marrones, negros o mieles la forma que tenían era hermosa pero el brillo que poseían y la fuerte, determinada y segura mirada que los acompañaba era lo que lo cautivo de el en primer lugar. 

Y no era solo algo físico, el ojiverde era muy interesante, en algunas cosas se lo notaba un poco tímido pero al final la mayoría de veces se lo notaba muy seguro de si mismo y sus capacidades, era muy generoso y caritativo, pues siempre trataba de ayudar a sus compañeros, sabe que también tiene una gran paciencia porque a notado la cara de fastidio que tenia al escuchar a hablar a determinada persona y la fuerza de voluntad que tenia para no levantarse y pegarle o gritarle, era muy divertido y se divertía con facilidad, muy probablemente siempre lo encontrarías con una sonrisa en la boca. 

Tenia pequeñas actitudes como sacar ligeramente la lengua cuando se encontraba muy concentrado o agarrar de manera inconsciente algo con fuerza cuando se encontraba enojado o fastidiado y luego soltarlo con esa adorable carita  de sorpresa que ponía al notar que el había hecho eso.

Definitivamente el ojiverde lo tenia totalmente fascinado y hasta se atrevería a decir enamorado. 

E: Y también te das cuenta que me gustas? Tal vez para algo más que solo coger.

Y otra vez, el rizado sintió ese vació en el pecho. 

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