Recalienta||Joerick||Terminada||

Epílogo

Escuché cómo una conocida voz gritaba mi nombre, quería seguir avanzando pero esa voz me aturdia, no me dejaba cruzar tranquilo por lo que salí corriendo hasta que todo se volvió oscuro y al abrir nuevamente mis ojos me encontraba en un hospital.

5 meses después

Con ayuda de Erick salí del hospital luego de estos largos meses estuvo a mi lado apoyándome en todo cuándo mi madre al estar ocupada no podía.

Me ayudo a seguir con mis estudios. Venía en cuánto terminaba el horario escolar y se quedaba hasta la noche, en algunas ocasiones se quedaba a dormir y solo se retiraba con las visitas de Zabdiel o cuándo era requerido por los doctores.

Charlabamos de diversas cosas solamente logrando que me enamoré aún más, llenándome de esperanza debido a todo lo que hacía por mi.

Al llegar a mi casa lo invite a pasar y se ofreció a hacer algo de tomar para ambos mientras mi mamá llegaba.

Cuándo estuvimos sentados frente a frente, fuera del hospital por primera vez en mucho tiempo, lo mire a los ojos y me arme de valor.

—Y después de todo esto ¿Qué somos?—Le pregunté mirándolo con amor, pero sobre todo esperanza.

Estoy seguro que todo lo que hizo fue porqué me ama tanto como yo a él.

Me mira sobre la taza y la baja dejándola sobre la mesita de café.

—Nada cambia, Joel- dijo seriamente- sigues siendo el chico que junto a su amigo me engañaron por sexo.

—Pero...

—Te acompañé porqué es lo que haría una buena persona, además que esto te sucedió por haberme ido a buscar a mi casa. Se que no es mi culpa pero es lo mínimo que podía hacer- explicó- pensé en no acompañarte, ya que sabía que esto podría suceder, pero también creí que podrías separar las cosas, pero al parecer no.- finalizó levantándose.

—Erick...- le llamé, con los ojos llenos de lágrimas.

—Lo siento, Joel, pero todo sigue igual y no creo que vaya a cambiar. Adiós, se feliz.- Finalizó dirigiéndose a la puerta que posteriormente abrió para salir, dejándome solo.