Recalienta||Joerick||Terminada||

XXIII

J: Er, tenemos que hablar.

E: ¿Estoy hablando con Joel con Zabdiel?

E: Bueno, da igual con quien, al final son la misma mierda so no hay diferencia.

J: De verdad que no es lo que crees, dame chance de explicártelo.

J: Por favor.

J: No espero que me perdones, solo quiero que sepas lo que paso.

Escribía el rizado con dificultad ya que la pantalla se encontraba mojada por las lágrimas caídas efecto de lo sucedido con Erick sumada la impotencia que le producía no poder cambiar las cosas.

Sin pensarlo dos veces llamo al ojiverde, se escucharon solamente dos tonos y sonrió ilusionando con que le había atendido, en cambio le había cortado.

E: No quiero, no te quiero escuchar así que deja de insistir.

J: Bueno, no me escuches, pero al menos léeme.

E: Dios, no, Joel, no quiero saber más nada de ti ¿entiendes?

E: No quiero que me expliques como fue que tú y tu amigo decidieron usarme, porque no me puedes negar que fue lo que hicieron.

J: Los medios justifican el fin.

J: Nunca tuve una mala intención contigo y Zabdiel solo me ayudo.

E: Los medios NO justifican el fin, no podés justificar que te estuviste haciendo pasar por otra persona, que me hiciste creer que le mostraba mi cuerpo a una persona totalmente diferente, sean cuales sea tus intenciones, nada lo justifica.

J: Er, ponte en mi lugar.

J: Hice lo que estuvo a mi alcance para estar con el chico que siempre me gusto.

E: No, no me jodas ni me intentes chantajear con eso, tuviste muchas oportunidades para hablarme, de manera correcta, de intentarlo bien, pero elegiste la salida fácil aun sabiendo que me gustaba tu amigo.

E: Ponte tú en mi lugar, no fue a ti quien usaron como muñeco.

Al enviar su siguiente vio como el mensaje no le llegaba y automáticamente llevo su mirada a la foto de perfil que y ya no estaba al igual que la última conexión por lo que no le hizo falta pensar mucho para entender que lo había bloqueado.

Decidió no seguir insistiendo por el momento, le daría su tiempo y su espacio un par de días para que pudiera pensar correctamente y luego volvería a intentar explicarle.

No puede negar que estuvo muy mal, y probablemente en el lugar del ojiverde hubiera reaccionado igual, aun así quería explicarse y que tratase de entenderlo, no perdonarlo, pero al menos entenderlo.