XXV

1.5K 155 69
                                        

—Ya deberías salir de aquí, muchacho, es tarde y pareces estar muy ebrio- aconsejo el camarero del bar luego de que el rizado pidiera su noveno trago de tequila.

—Tengo mucho dinero y lo voy a gastar como yo prefiera, me da el trago o voy y lo busco a otro bar- exclamo enojado golpeando en vaso contra la mesa.

—No voy a ser responsable de que te embriagues, lo siento, eres muy chico para eso y no quiero acabar con una demanda mayor a venderle alcohol a un menor de edad.

—Como quiera, me largo- dijo lanzando el cristal que posteriormente acabo roto en el piso levantándose para irse no sin antes lanzar un pequeño fajo de billetes hacia la mesada.

Salió tambaleándose del bar sin saber dónde ir, no tenía ganas de tomar más tampoco de volver hacia su casa por lo que decidió caminar sin rumbo.

Sin rumbo fue su manera de expresar en su cabeza terminar en la puerta de Erick tocando el timbre, no lo pensó dos veces antes de tocarlo más se arrepintió rápidamente al recordar que claramente no vivía solo.

Sintió la suerte recorrer sus venas en cuanto la puerta se abrió y vio el oscuro cabello de Erick que tenía una ligera sonrisa que se borró rápidamente al ver quien estaba del otro lado de la puerta.

—¿Qué haces aquí? –cuestiono sin abrir completamente la puerta ni amago a salir.

—Perdón- dijo haciendo puchero, sosteniéndose del marco de la puerta debido a que no podía mantenerse correctamente parado y aún menos quieto.

—No me contestaste ¿me vas a explicar que haces aquí o puedo entrar? - cuestiono cerrando la puerta.

—Te extraño, vine a pedirte perdón- explico arrastrando las palabras.

—¿Estas borracho? - cuestiono frunciendo el ceño.

—¿Quién es, hijo? - se escuchó una voz masculina dentro de la casa.

—Un compañero, papá- aviso en un pequeño grito- ¿estas borracho? - volvió a preguntar.

—Un poquito- dijo casi rozando su pulgar y su índice frente a su rostro con pequeñas risitas.

—Vete- exigió.

—Pero...-

—Pero nada, Joel, me usas, dejas de hablarme una semana luego de que no te disculpo y me vuelves a buscar estando borracho, lárgate- exigió totalmente enojado, tratando de cerrar la puerta.

—Estoy enamorado de ti, hace mucho tiempo y sé que no fue la manera para acercarme a ti pero lamentablemente fue la que use, me arrepiento, pero no lo puedo cambiar y lo único que me queda es esperar que me disculpes- dijo haciendo puchero mientras jugaba con sus dedos- te quiero, mucho- fue lo último que dijo antes de darse la vuelta.

Erick permaneció en la puerta, viéndolo irse debatiéndose entre detenerlo o no.

Diviso en la callea una fuerte luz a pesar de estar la calle oscura, acercándose al mismo lugar que Joel tendría que atravesar, entonces fue cuando decidió detenerlo, pero ya fue tarde cuando el autobús colisiono con su cuerpo dejándolo totalmente ensangrentado e inconsciente en medio de la calle con un alterado Erick a su lado llorando gritando que llamaran una ambulancia.  

—Joel-  murmuro con una lagrima cayendo por su mejilla. 

Recalienta||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora